LOS AMIGOS NO SE BESAN
¿Por qué?
Esa pregunta venía dándome vueltas las cabezas, estaba claro que a Romeo le gustaba. Ni siquiera se molestaba en negarlo.
Terminé de asearme y me puse una camiseta que Romeo me dejó. Luego salí en su búsqueda, lo encontré hablando en italiano con vaya uno a saber quién, no entendí una mierda de lo que decía aparte del ciao final con el que se despidió cuando me vio de pie en la puerta de su habitación.
—Te llevaré a tu casa.
—¿Por qué?
—¿Por qué?—Repitió como si no entendiera mis palabras.
—¿Por qué demonios haces como si te importara?
—Me importas, somos amigos ¿no?
—No. Los amigos no se evitan.
—Tampoco quieren besarse, Jed.
—¿Entonces eso es todo? ¿Vas a evitarme porque no puedes seguir tus propias reglas?
Romeo hizo una mueca mordiendo el interior de sus labios como si se debatiera, luego se desinfló. Creo que intentaba armarse de paciencia conmigo o no sé. Tal vez sí era un imbécil caprichoso.
—¿Qué quieres de mi?—Suspiró.
—No lo sé, invítame una cerveza, es lo que hacen los amigos. —Me quejé. Me molestaba. Me molestaba tenerlo frente a mi y me ignorara. Que no me viera, porque yo quería verlo.
—No es bueno que bebas conmigo.
—¿Por qué?
—Sabes porqué.
—Si tanto quieres solo hazlo, por ti, tú lo dijiste.
—Tu no quieres esto, es... Jed, tu no entiendes, eres un niño.
—Explícate. Soy niño pero no estúpido —Dije haciendo énfasis en esa palabra.
La odiaba. ¿En qué momento empezamos a odiar el ser niños? ¿Cuándo se transforma en algo malo? No tengo esa respuesta. No tengo ninguna respuesta. Romeo solo conseguía llenarme de dudas.
Romeo eran muchas preguntas sin respuestas.
—Iré por esa cerveza.—Dijo sus hombros cayeron.
Parecía un soldado que acababa de perder una batalla. Consigo mismo supongo. Se levantó y al rato volvió con un six pack de porrones de corona. Sacó una antes de sentarse en el sillón apartado de mí y luego empujó la caja en mi dirección.
Nos miramos. Fue intenso. ¿saben? De la manera en la que miras a alguien que desafías a que haga o diga algo primero. Agarré una de las cervezas, la destapé y me la empiné rápido para que me subiera pronto.
ESTÁS LEYENDO
Una parte de mi (Gay)
Novela JuvenilJed Jones a sus 16 años siempre anda con el ceño fruncido, las manos en los bolsillos y su infaltable caja de Malboros. Lleva años enamorado de la perfecta Amanda Green, el problema a todo eso es que Edd Jones, su gemelo, sale con ella, porque de lo...