Hola! estaba por suspender esta historia hasta que terminara con D.R.E.A.M pero decidí que en vez de eso voy a seguir actualizándola solo que sin fecha fija de actualización, así que... nos vemos cuando nos veamos
En la escuela ya no era Jed, era el hermano de Edd, el chico que se estaba muriendo. Y todos los malditos ojos estaban apuntados en mi, esperando a que hiciera algo estúpido.
Algo como lo que hice el viernes durante el final del día, cuando un chico prácticamente desconocido se acercó a darme el pésame.
No sé en que momento me saqué de quicio como para agarrarlo por la camisa y estamparlo contra la pared pero ahí estaba, con el pobre infeliz cagado de miedo.
—¡Jed!—. gritó Amanda a pocos metros de mi, iba con su uniforme de porrista.
En otro momento verla así me hubiera dado un paro cardíaco, pero aquello parecía tan lejano, como si le hubiera pasado a alguien más en otra vida. Una que no me pertenecía, porque esa vida en la que yo era el protagonista había sido algo que pasó hacía mucho tiempo.
Ahora el protagonista de mi vida era Edd y el cáncer. El estúpido cáncer. Estaba tan malditamente enojado todo el tiempo. Estaba molesto con Edd. Estaba molesto por enfermarse incluso cuando sabia que él no podía controlarlo.
El chico entre mis brazos tenía las manos alzadas a la altura de la cabeza en rendición, y su boca se abría balbuceando asustado. Sé que golpearlo no iba a parar el huracán de emociones que tenía dentro, pero quería golpearlo. Aunque el chico no tuviera la culpa y aunque yo no tuviera verdaderos motivos para hacerlo quería como de verdad, de verdad golpearlo, tenía tantas ganas de hacerlo que estuve a punto de estrellar mi puño en su cara asustada.
—Señor Jones. —Fue la voz del profesor. García lo que me detuvo.—Venga conmigo.
El hombre estaba parado de brazos cruzados. Bufé y solté al chiquillo haciendo que tropezara, eso estuvo de más, lo sé. Pero estaba molesto.
El sr. García me miró con una mueca de desaprobación, pero no dijo nada.
Lo seguí pisando fuerte para dejar en claro que estaba de mal humor. Si le armaba una escena al Sr. García era solo por el hecho de que tenía la confianza para hacérselo. El hombre era mi profesor favorito, de hecho, era por él que había llegado alguna vez a postularme a la beca.
—Pasa.—Dijo haciéndome sitio.
Su oficina era pequeña, con muchos libros por doquier como bien debía ser la oficina de un profesor de literatura. Había estado cientos de veces allí antes, podría decirse que era lo más parecido a un profesor tutor que había tenido.
Era de esa clase de profesores molestos que de verdad se interesaban en sus alumnos.
No como la mayoría que nos detestaban y contaban las horas para volver a sus patéticas vidas. El sr.Kalu García en cambio, era el primero en llegar y el último en irse, de hecho hasta nos había dado su número personal para que lo llamáramos si nos pasaba algo.
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Una parte de mi (Gay)
Teen FictionJed Jones a sus 16 años siempre anda con el ceño fruncido, las manos en los bolsillos y su infaltable caja de Malboros. Lleva años enamorado de la perfecta Amanda Green, el problema a todo eso es que Edd Jones, su gemelo, sale con ella, porque de lo...