SEAN TODOS BIENVENIDOS A LA MESA
¿Saben?
En las películas de terror todos saben cuando algo malo va a pasar.
La música lo anuncia, entonces te preparas, es algo que debemos agradecérselo a Hitchcock, te da tiempo de cubrirte los ojos antes de que Pennywise haga aparición para que mojes los pantalones.
Pues bueno, en la vida real deberían implementar algo como eso , como una alarma que suene en tu cabeza avisándote que todo se va a ir a la mierda en los próximos minutos.
Pues sí, porque todo puede irse a la mierda en el lugar y momento menos esperado, como en un supermercado.
Como la tarde en la que mi familia y yo decidimos salir a hacer la compra para la dichosa cena. Estaba en la zona de los lácteos, cuando vi en cámara lenta como todo se iba al carajo.
Un segundo leía la composición de un yogurt y al segundo alzo la vista para ver como Romeo avanzaba en dirección a mi gemelo.
Ese día Edd llevaba mi chaqueta, él, muy caballeroso le había dado la suya a su novia, por lo que el idiota de Jed tuvo que darle la suya al pobre enfermo, porque Jed nunca tenía frío, era algo como "no te mueres así que si te agarras una pulmonía te jodes"
Así que ahí estaba yo viendo como Romeo avanzaba hacia mi hermano, quién en esos momentos se encontraba inclinando sobre una pila de melones.
¿Para qué demonios quería Edd un puto melón?
Sí, sé que eso era lo de menos, pero fue lo primero que pensé en ese momento.
Lo segundo fue que debía detener a Romeo, así que prácticamente corrí aun con el yogur en la mano, pero fui demasiado lento. Estaba a metro y medio de ellos cuando vi el momento exacto en el que Romeo abrazaba a mi hermano por la espalda y hundía su nariz en el cuello de mi gemelo.
Fue gracioso saben, el momento en el que Edd soltó el melón y se irguió de un salto como si lo hubieran pinchado. Juro que parecía que hubiera visto un fantasma. Agradecí mentalmente que mi hermano no atinara a pegarle un puñetazo al italiano, digo, es lo que yo hubiera hecho.
Solté una maldición y eso hizo que Romeo se apartar de mi hermano y concentrara sus ojos en mí.
Nos miraba como alucinado, sí, creo que omití el hecho de que tenía una copia suelta por el mundo. En cierto punto me sentí ofendido de que me confundiera, digo, ¿No sabía reconocer al chico con el que se besuqueaba todas las tardes?
¡Detestaba que me confundieran con mi hermano!
Casi me dieron ganas de hacerle una escena por eso, pero la cara de susto en Edd era lo que colmaba toda mi atención de momento, digo, que parecía aún más sorprendido que Romeo y creo que el italiano comenzaba a pensar que veía doble.
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Una parte de mi (Gay)
Teen FictionJed Jones a sus 16 años siempre anda con el ceño fruncido, las manos en los bolsillos y su infaltable caja de Malboros. Lleva años enamorado de la perfecta Amanda Green, el problema a todo eso es que Edd Jones, su gemelo, sale con ella, porque de lo...