♠️ 25.- Till I'm done

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Se despidió de su madre con un tierno beso en la mejilla, ocasionando un par de risas en la mujer mayor, para luego depositar varios de ellos alrededor de su rostro, mostrando todo su afecto a la mujer mayor como acostumbraba a hacer últimamente. Tomó un poco de aire y salió de las aguas termales con una titubeante sonrisa, aunque esta vez, no era tan brillante y hermosa como el día que hacía fuera.

Entró a su coche y lo encendió. Miró por el retrovisor sus ojos cafés, suspirando un poco y pasando una mano por entre sus desaliñadas hebras oscuras como la noche que alcanzaban casi a sus cejas. Necesitaba cortarse el cabello lo más pronto posible o de otro modo cubriría su vista en su totalidad.

Manejó.

Debía volver a su departamento en Tokio, sólo se había quedado un fin de semana para poder ver a sus padres y a su hermana, tal vez jugar un rato con el ya más grande Vicchan y comer deliciosos tazones de cerdo. Aunque bueno, quedarse en su habitación no era un lindo recuerdo, ya que cada vez que entraba ahí recordaba a...

Meneó la cabeza por unos instantes borrando aquellas memorias que tanto lo hacían sollozar y lo perseguían por las noches en vela, volviendo a poner toda su concentración en el camino. No quería tener ningún accidente.

Miró por la ventana de su auto la ciudad. Había estado tan cansado desde ese entonces.

Es increíble cómo todo puede cambiar en un corto período de tiempo, cómo tus días cambian de simples y monótonos a interesantes y con una buena dosis de adrenalina, todo para al final caer de golpe en la cruel realidad en la que vivimos, donde todo es efímero, donde las manecillas del reloj giran demasiado rápido para nuestro gusto y la vida se escapa de nuestras manos por entre tus dedos como si fuera agua desbordándose. La gente maravillosa que te encuentras en el camino se va alejando hasta que ya no la puedes divisar y los momentos gloriosos se transforman en recuerdos que no puedes recuperar.

Yuuri tenía otras cosas en las que pensar, debía buscar un empleo estable y había desarrollado un nuevo hobbie, la escritura, y planeaba desarrollarlo tanto como su ballet. No estaba seguro de qué había pasado con las mafias, varias cosas las escuchaba de terceros, Yuuri decidió mantenerse alejado de esos asuntos. Sólo estaba consciente de que Christophe Giacometti seguía tras la custodia de la Bratva y que Sara Crispino había ascendido en la mafia italiana tras el retiro de su padre y la incompetencia de su hermano, quien también se alejó de ese tipo de vida. Emil escapó, no sabían donde se hallaba, pero no escucharon de él, así que no fue una amenaza para nadie en todo este tiempo...

¿Cuánto tiempo había pasado?

Yuuri sentía que siglos, mas sólo fueron cuatro largos años sin su amado a su lado. Más tiempo del que estuvo con él, y aún no lo podía olvidar.

Después del... incidente ocurrido en su hogar, las autoridades y la prensa llegaron inmediatamente tras tal escándalo, buscando el crimen y la nota que daría impulso a su carrera. La policía fue ahuyentada del caso y la prensa amenazada, pero los más curiosos no se dieron por vencidos y persiguieron a Yuuri durante lo que él considera fue la semana más pesada y cansada de su vida, sabiendo que tenía otros asuntos en los que pensar que no involucran decenas de micrófonos en su rostro, cámaras y luces cegadoras.

Al final, harto de siempre salir de su casa y ver las aglomeraciones que se formaban, les dio el sí y participó en una entrevista discreta donde no reveló más información de la necesaria, omitiendo nombres y algunas experiencias junto a su amado que no debían conocer.

La entrevista se hizo famosa.

Muchos más querían saber cada detalle personal sobre su secuestro y él no quería hablar, lo hostigaron hasta el cansancio. Pero, hey, las aguas termales iban de maravilla. Es en estas situaciones en las que te das cuenta que no existe la buena o la mala publicidad, sólo publicidad. Las ganancias subieron con creces y, en lo que estuvo trabajando con su familia, juntó demasiado dinero en propinas, gente que se compadece de él y lo veía con unos irritantes ojos de pena, pero no iba a ser grosero con ellos y rechazarlos.

F L E S H  [❄Viktuuri❄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora