CAPITULO XV

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Jael 

No. me . lo . puedo. creer!!!

Por fin, lo que tanto anhele lo he logrado por fin!!

Osiris es mía, real y definitivamente mía!!

Verla así como está sobre la cama, desnuda, haciendo un hermoso contraste con el color de las telas.

Con una expresión de éxtasis, nervios, y cómo jadea de forma suave y excitante.

¡Ay, estoy en mi puto paraíso personal!

La mantengo así, extendida para mientras me empiezo a quitar la ropa lentamente, quiero que sea realmente consciente de lo que pasará ahora.

Estoy tan putamente excitado, que siento muy apretado el pantalón, casi, casi rosando lo molesto.

La observo a ella completamente, sus gestos, sus muy expresivos ojos. Toda ella.

Siento un calor en el cuerpo solo por su mirada, ver cómo recorre mi cuerpo de arriba hacia abajo de manera lenta y sensual, me prende.

Estoy orgulloso de haber pasado tanto tiempo desquitando mis frustraciones en el gimnasio y teniendo sexo, por su puesto.

Decido quedarme solo con el boxer, el cual no disimula en lo absoluto mi muy emocionado miembro, no quiero abrumarla con el tamaño de mi pene.

Ya que, para bien o para mal estoy bien dotado y lo que menos quiero es hacer algo que la orille a arrepentirse de lo que le haré.

Si llegará a intentar detenerme, no es como que lo aceptaré de cualquier manera, ya está aquí, no hay vuelta atrás.

Camino los pocos pasos que me alejé para desvestirme en dirección a ella, me arrodillo a sus pies, con nuestra mirada fija en ambos.

Levanto mis brazos y con mis dedos acaricio suavemente sus suaves y bellas piernas, me inclino sobre ellas y me llega ese suave olor dulce y afrutado que tiene en su piel.

- ¿Cuál crema corporal utilizas que hueles tan dulce siempre?. Aún no se descifrar a cual es la fruta que tienes impregnada en la piel. - Le susurro mientras la siento agitarse más con el paso de mis labios y manos por sus piernas.

- Es...es...aceite de coco, no uso cremas.- Me dice de manera entrecortada, tan suave que casi no la escucho, si no fuera porque solo somos los dos en esta inmensa casa y que está en completo silencio, en la que no se escucha nada más que  nuestra respiración acelerada, no le habría entendido nada.

- Mmm...¿Será que sabe igual en tu piel?. - Le digo de forma altanera mientras paso mi lengua por el interior de su muslo.

La siento estremecerse, y sus vellos los veo erizarse, y sí, sabe a coco.

La veo cerrar sus ojos mientras paso mi lengua por encima de su piel.

Quiero saborear su vagina ahora

Sujeto sus piernas y hago un poco de fuerza para levantar sus piernas y extenderlas para poder apreciar su bella flor, por primera vez. Y la verdad mi imaginación no le hace justicia a su vagina.

¡Tan brillante!
¡Con bello tono rosa y morado en el exterior!
¡Me encantan incluso los bellos que tiene a su alrededor!

Mi espectáculo termina de manera abrupta cuando sin esperarlo Osiris cierra las piernas.

- Yo...yo...tengo...Mmm... vergüenza, lo siento. - Me dice mientras intenta hacerse más pequeña de lo que es para cubrirse. Incluso hasta acá en la posición que estoy, puedo sentir su bochorno, no puedo enojarme, me olvidé que es virgen, por el momento.

¿ME ODIAS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora