¿ME ODIAS?

CAPITULO XVII

Jael

Ha pasado una semana desde la excitante primera vez que tuve con mi marginal, después de ese espectacular amanecer y todo el placer que ella supo darme, salimos con rumbo a la farmacia y después de ello a su casa.

Tuve una conversación muy seria con su madre, tuve que usar mis dotes de actuación para asegurarle que su hija estaría segura en mis manos y que mis intenciones eran las "correctas" con ella.

Gajes del oficio, como sea.

Después de ello he pasado bastante tiempo con ella y sobra el decir que en la cama también, pero ya me estoy aburriendo del mismo hueco, bueno, no quiero decir que lo voy a dejar y ya, solo me voy a tomar una semana de vacaciones con mis amigos lejos de ella.

Adoro que no sea como esas mujeres que presionan y piden estar al pendiente todo el tiempo del novio, ella es mucho de dar espacio y no me cuestiona nada, cuando me llaman mis otros culos ni siquiera se da cuenta, no pregunta sobre la persona que me llama y cuando lo hace siempre digo que es uno de mis amigos y se le pasa o se cree cualquier cosa que le invento.

Ella es mi mejor juguete

El haber hecho que su primera vez fuera en el lugar en donde suelo llevar a mis otros culos, me hizo sentir mal al principio, pero, sé que ella no es nada serio para mí.

Es solo un capricho más que tengo como dice Kaleb y  en cierto sentido tiene razón y ahora que es mía, que más da.

Me estoy dirigiendo a la nueva modesta casa que mi padre tiene con su nueva mujer.

Las cosas entre ellos se ponen cada vez más sería por lo que puedo ver y pues me alegra por mi padre, pero aún así, no entiendo el hecho de que aún después de haber estado con la bruja de mi madre y tener la experiencia que tiene con esa mujer, decida seguir creyendo en las mujeres como tal.

Es simplemente sorprendente.

Yo sinceramente estoy curado y pues no voy a caer en las redes que tienen las mujeres.

Por esa razón a la marginal tengo que adiestrarla muy bien, cosa que cuando yo le diga salta, ella lo haga.

Como la buena perrita que será.

Me estaciono en el garaje de mi padre, al ser domingo se que están en casa y también por qué los llamé para confirmar.

Pienso pasar todo el día de hoy con ellos.

Ya las riñas que tenía con él pasaron y ahora puedo decir que nos llevamos más como padre e hijo y más ahora que él está pensando retirarse, ya que, al ver mi buen desempeño y que en el poco tiempo que llevo como cabeza en la empresa  tanto las acciones como inversiones y sobre todo las compras han aumentado mi padre está muy feliz.

Y está demás decir que yo también.

También he caído en cuenta que la mansión está muy grande solo para mí, por lo que pienso decirle a mi padre si puedo venderla o a su vez ver qué hacemos ya que yo encontré un departamento muy grande y cómodo para mí el cual pienso comprar con el dinero que he hecho en este tiempo.

Y no puedo hacer nada de ello sin su supervisión ya que él es el dueño legítimo de la mansión.

También para mencionar que acepte el acuerdo que tenia previamente hablado con mis amigos los cuales ahora son socios de mi empresa también.

Ya que ellos han estado comprando acciones por grandes sumas de dinero a los demás socios para ser solo nosotros los que estemos como dueños, obviamente yo soy el accionista mayoritario de mi empresa mientras que mis amigos poseen el 15% cada uno, lo cual es fantástico.