CAPITULO VIII

72 5 0
                                    

Osiris

Siento que suena mi alarma y lo primero que hago es estirarme en todo lo que mi cuerpo da y después levantarme a revisar si mamá está en casa, ya que, ayer no la sentí llegar, muchísimo menos me levanto para saludarme.

Aún en mi pijama de conejo, me dirijo a la puerta de mi dormitorio, la abro y voy al final del pasillo en donde se ubica el cuarto de mamá.

No toco la puerta ya que me imagino que debe estar durmiendo, abro la puerta y diviso un bulto en las cobijas, me acerco de manera sigilosa para verificar que sea mi mamá y pues... Si... Es ella y tiene un aliento a diablos, hasta acá lo siento ya que tiene la boca abierta.

No evito reírme de lo que veo, es la primera vez que la veo de esa manera, tan... tan.. no se decir, tan rebelde.

No la despierto aún, son las 8 de la mañana así que salgo del cuarto, pero antes de hacerlo abro una ventana, pero dejo las cortinas cerradas para que el cuarto se ventile, pero que no le entre luz en el rostro a mamá.

Me dirijo a la cocina y busco que voy a preparar en la nevera, se me antoja hacer unos huevos revueltos con queso, unas tostadas y cafe.

En lo personal soy muy fan del café que compramos en este estado.

Tiene un gusto y un aroma ¡Celestial!. Este café fue hecho y bendecido por los dioses, con el único fin de que está negra lo deguste.

Ya hecho el desayuno le preparo la ración de mamá con unas aspirinas ¡Porque, oh vaya que le va a doler todo! Y me dirijo a su habitación.

Dejo los platos y los utensilios en la mesita de noche y procedo a abrir las cortinas con el fin de hacerla sentir incómoda y que se despierte, pero ella ni se inmuta, así que usaré el plan "B" o muy comúnmente llamado comportamiento infantil por parte de mamá y de un brinco subo a su cama y empiezo a saltar de un lado al otro en la misma.

Vaya que sintió lo que estaba haciendo, la escucho reírse y empezar a manotear el aire, intentando golpearme, pero no lo logra, por lo que yo lo sigo haciendo.

- ¡Osiris! ¡Deja de saltar sobre la cama! ¡Vas a hacer que volemos al piso por tu inmadurez! -. Me dice gritando y está vez viéndome mientras se ríe.

- ¿A qué hora llegaste mami? -. Le pregunto mientras me bajo de la cama y pongo sobre su regazo la pequeña mesa plegable con el desayuno que le hice.

- Lamento no haberte llamado antes mi cielo, pero me encontré con unas compañeras del trabajo y fuimos a un bar de la zona y la cosa se puso un poquito salvaje -. Dice mamá intentando unir sus dedos índice y pulgar para justificar su argumento, se la ve adorable con todo su cabello hecho un desastre.

- Mamá, sabes que no tengo problema con ello, solo que me preocupo y además ya es hora de que salgas y te diviertas -. Le digo agarrando su mano.

- Gracias mi diosa, y lo sé y tal vez es cierto -. Me dice mientras hace una mueca con los labios

- Mamá es cierto, ya tengo 16 casi 17 y no te he visto salir con nadie y ojo, no digo esto para que salgas con cualquier chico, primero lo entrevisto yo y si me agrada para ti salen y si no, pues no. Mereces lo mejor de lo mejor, y quién mejor para ver a tu hombre especial que tú hermosa hija -. Le digo a mi mamá entre risas.

Después de que ella terminara su desayuno aproveché para hablarle de la fiesta que estaba organizando Joshua.

Jamás hemos tenido contacto con él las chicas y yo, sabemos que él es el más popular al igual que James, ya que, obviamente son muy amigos y otros chicos de los cuales no me he tomado el tiempo de saber sus nombres.

¿ME ODIAS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora