Celular.

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Hace un par de años, yo tendría 20 o 21, en una Universidad que no nombraré porque me van a cachar altiro, estaba participando de un grupo de lectores para niños. La idea era pasearse por algunas partes, leyéndole cuentos a niños con parafernalia, y eso es todo lo que diré al respecto. Como era algo que se hacía "temprano", con unos amigos al salir de aquella maravillosa actividad, nos íbamos a tomar unas chelitas por ahí. Uno de esos días, iba caminando hacia mi casa como a las 7 de la tarde y al pasar por la plaza del hospital en Temuco, me senté a fumarme un cigarro porque no me gusta fumar caminando. Empecé a ver cómo los vendedores ambulantes empezaban a retirar sus cosas, empezaba a caer la noche y totalmente ido en mis pensamientos cuando escucho una voz que me dice:

- Señor... ayudarme... mi hermana...

Entre el llanto no se le entendía qué hueá hablaba. Era una niñita, de no más de 9 años, que estaba cagá' de frío y me empieza a contar una historia sobre que ella siempre que salía del colegio, se iba con su hermana que tenía 16 a la casa del pololo de la hermana y que ella la dejaba en esa plaza un rato y que a la media hora, su hermana volvía de la casa del pololo y se iban a la casa de ellas, que quedaba mitad de camino a Cajón (cajón queda como a 12 kms de Temuco). Ellas salían del colegio a las 5 y entre esa hora y las 5:40 (aproximado), la niñita esperaba a su hermana a que afilara (sin ella saberlo, creo) con su pololo pa' después irse a su casa, porque su hermana, que como era mayor, ella tenía la plata para irse a su casa. Ese particular día, su hermana no había vuelto y ella lo que quería era que yo le prestara mi celular para llamar a su mamá. Al principio pensé que CHUCHA ME VAN A COGOTEAR O ES UN CUENTO DEL TÍO O ME SECUESTRAN, pero la niña se veía realmente desesperada así que le presté mi celular. La niñita intentó hablar con un número que según ella era de su mamá y no contestaba. La llamó 6 veces y nada. Mientras tanto, yo me decía "no, si no va a pasar nada, es una niñita, esas cosas pasan en Santiago porque allá son todos unos gilesculiaoschuchasdesumadre, acá en el sur somos buena gente", pa' convencerme de que la niñita no era parte de alguna banda organizada que secuestraba a hueones. Como no tuvo suerte la niñita, le dije que esperara a su hermana, le compré una bebida y una empanada en un supermercado que hay cerca de la plaza, le deseé mucha suerte y con el dolor de mi alma, la dejé ahí, porque no quería involucrarme mucho sin saber ni siquiera quién era la cabra chica.

Llegué a mi casa con la situación en la mente, pero fumé algo pa' la mente, y la mente se me fue a la chucha y no me acordé más de la niñita. Estaba haciéndome algo pa' bajonear cuando suena mi celular. Eran como las 10 de la noche. Recuerdo que antes de contestar pensé "sha, pasaron como 15 minutos en mi mente, pero en realidad fueron como 3 horas". Contesto y...:

- DIME DONDE TENÍS A MI HIJA MALDITO CULIA'O ESTOY CON LA PDI Y Y TE TENEMOS IDENTIFICADO SEBASTIÁN DE MIERDA Y PA' MÁS REMATE TRABAJAI CON CABROS CHICOS DEGENERADO DE MIERDA...

¿Qué chuuuuuuucha pasó acá? No entendía ni mierda. Ahí intenté explicarle a la señora que nada que ver, que yo me había pillado a su hija en una plaza porque la cornetera y cachera de su otra hija, dejaba a su hermana ahí pa' poder irse a culiar tranquila con su polo--- y se me cortó la llamada. Intenté llamar de mi celular al nro que me llamó pero la llamada no entraba. Salí corriendo a la plaza, a ver si pillaba a la niñita, pero nada. Fui a un teléfono público de esa misma plaza y llamé a la señora. La señora estaba pa' la cagá' porque la niñita le había dejado un mensaje en su buzón que decía "(llorando) mamá, contéstame mamá, el señor..." y nada más. Estuve fácil 1 hora tratando de explicarle a la señora que yo me pillé a su hija de casualidad, que la culpa era de su hija mayor por caliente e irresponsable, pero la otra hija había llegado hace tiempo a la casa y se escuchaban llantos y aaaaaah conchetumare, la pura cagá. Lo último que hizo fue amenazarme, que si su hija no aparecía me iban a demandar y que iban a ir a la Universidad donde yo contaba cuentos, a exigir que no volviera a trabajar con niños y puras hueás así.

6 años de imbecilidadesWhere stories live. Discover now