Entre un hilo

El principio del fin.

A veces el universo hace las cosas para jodernos un poco. Siempre que todo esta yendo bastante bien, hay que mirar por todos lados para ver donde te vendrá el gran golpe. El golpe que hará de nuevo que te derrumbes, que hará que tu vida vuelva a ser una mierda... Mi momento del universo, acaba de comenzar. Volvía de San Francisco con mis padres. Acabábamos de comprar una casa en california, me habían admitido en la universidad, mi padre había encontrado un nuevo trabajo en el que ganaba más dinero y donde tendría más tiempo libre para estar con nosotras. Siempre lo sentimos muy distante. Su trabajo a veces le hacía perderse algún que otro evento familiar. Mamá lloraba a escondidas para que no la viera, pero yo era consciente de todo lo que pasaba. En mi octavo cumpleaños, solo estuvimos mi madre y yo. No invité a nadie ya que mi padre me hizo la promesa de pasar el día los tres juntos. No quería regalo, con esa promesa me bastó.

Lo esperé durante horas. Lloré hasta quedarme dormida con mi madre al lado de mi cama acariciándome el pelo e intentando que me calmara.

A los pocos días me enteré de porque mi padre nunca estaba en casa. Necesitaba hacer horas extra, necesitaba ganar todo el dinero posible para pagar las medicinas mensuales que mi madre debía tomar por su enfermedad. Una enfermedad que me ocultaron durante bastante tiempo. A mi madre le diagnosticaron cáncer de pulmón.
Íbamos de camino a nuestro nuevo hogar hasta que un coche colisionó contra nosotros. No recuerdo nada de lo que ocurrió después. Solo de la noticia que me acaban de dar nada más despertar. Mis padres,murieron en el accidente.
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La enfermera sigue revisando mis análisis,al parecer solo sufrí un fuerte golpe en la cabeza que fue lo que me hizo entrar en un coma instantáneo.
Mañana me dan el alta. No he recibido ninguna visita,ni ninguna llamada o mensaje. Casi lo prefiero.

No tengo idea alguna de que hacer ahora la verdad. Supongo que por muy duro que sea he de seguir con todos esto a pesar de que duela.

La enfermera me mira con cara de pena cada vez que entra a mi habitación. Esto es lo que me toca ahora. Ser la chica por la que todo el mundo siente pena. No quiero que se me acerque nadie.
Ahora mismo solo...solo querría abrazar a mis padres y llorar,llorar muchísimo.

Jane. Veo su nombre en el cartelito que lleva acomodado en la ropa.
- ¿ Cuándo vendrá el doctor para darme el alta?- pregunto si levantar la vista de mis manos. Hasta ahora no me había fijado pero están llenas de arañazos y moratones.
Jane parece sorprenderse al escucharme hablar. Traga saliva antes de contestarme.
-El doctor Smith se pasará en un rato a ver qué tal estás,si todo va bien esta misma tarde podrás irte a...- carraspea un poco la garganta antes de decidir la última palabra pensando que me iba a doler- a casa.

Asiento con la cabeza,me acomodo en la camilla apoyando mi rostro sobre la almohada. Hoy está nublado. Parece que estoy en una planta alta del edificio, desde ahí solo alcanzó a ver las nubes oscuras que están a punto de soltar una gran lluvia.

Intento cerrar los ojos pero,viene a mi mente el momento del impacto. Como el coche daba vueltas de campana.
Abro los ojos con la respiración agitada,gotas de sudor caen sobre mi frente. Siento la garganta seca y rasposa.
Giro la cabeza. El doctor Smith acaba de entrar por la puerta con una carpeta en la mano con lo parece ser mis resultados.

-Buenos días señorita Abril- dice este esbozando una pequeña sonrisa. Deja la carpeta al lado de mi mesilla y me vuelve a mirar - ¿Cómo te encuentras?- pregunta.

Su voz es algo grave pero transmite serenidad. Sus ojos al contrario que su sonrisa transmiten tristeza. No puede evitar sentirse apenado ante mi situación. Al menos lo intenta,no cómo Jane.

-Bien,doctor- añado- ¿Cuando podré irme?
Este coge la carpeta y echa un vistazo pasando las cojas con el dedo.

-Al parecer sufriste un gran golpe pero las pruebas muestran que está todo bien. Creo que podremos darte el alta siempre y cuando me prometas que vendrás en unas semanas para ver cómo sigues. Quiero seguir tratandote-
Suspiro asintiendo con la cabeza de nuevo. El doctor se levanta y antes de salir me mira.
-En el armario tienes algo de ropa limpia- dijo mientras salía por la puerta.

Jane desconecta la aguja de mi brazo colocando un pequeño algodón.
Una vez que se ha ido abro el armario y cojo la ropa que me dijo el doctor.
Parece de mi talla. Entro a la ducha.
Dejo caer el agua sobre mi espalda,las gotas recorren todo mi cuerpo hasta llegar a los pies y perderse por la tubería. Me quedo un buen rato bajo el agua. Por mi cabeza no dejan de pasar imágenes de aquel día.

Todo está tan borroso.

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Abro mi mochila que estaba colocada sobre un pequeño sillón en una esquina de la habitación.
Una libreta, auriculares,llaves...son las cosas que encuentro dentro. La verdad que ni si quiera recordaba que fuera mía. Suspiro al sacar las llaves.
Supongo que no me queda de otra,no tengo a ningún sitio más donde ir.
Siento como si mi corazón se encogiera al decir estás palabras.
Salgo al pasillo del hospital,todo el mundo de la planta se percata de mi presencia y me miran con cara de pena. Al menos es lo que me parece.
Antes de llegar a la puerta de salida una voz masculina me llama lo que hace que me giré al momento.

-Solo quería despedirme antes de que te fueras,¿De verdad estás bien?- dijo el doctor Smith con una pequeña sonrisa esbozada en sus labios.
Asiento brevemente con la cabeza,solo deseo salir de ahí.
-Acuerdate de lo prometido- añade con una última mirada antes de girarse y perderse por los pasillos.

Al parecer me encuentro en un hospital de San Francisco.
Era el más cercano.

Abro la mochila en busca de mi monedero. Llevo algo de dinero. Puede que me alcance para el autobús. Llevo algunas tarjetas de crédito también. Suspiro.

Miro el móvil en busca de una parada de autobús. Hay una a unos minutos andando. Me dirijo allí.

Está es la nueva ciudad en la que viviría con ellos, ahora todo va a ser tan distinto...

Espero que os guste y espero seguir leyendonos ❤️