La quedada

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La llegada del miércoles se me hace aún más larga que la semana anterior. Me encuentro delante de la cafetería. Son las tres y media. Creo que me he precipitado al venir demasiado pronto. Me acomodo un poco el vestido negro con estampado de flores que llevo puesto hasta las rodillas. Cada segundo que pasa estoy aún más nerviosa.
-Vaya,yo que quería venir antes para esperarte- dice una voz detrás de mi. Cuando me giro veo a Carson y siento como se me dibuja una pequeña sonrisa en los labios al igual que a él. Va bastante formal con un pantalón marrón claro y una camisa de media manga azul cielo. Se le ve tan guapo y seguro.
-Por favor,sentémonos,espero que a pesar de haber llegado mucho antes no te haya hecho esperar-
-No te preocupes,he llegado hace nada- digo con una pequeña sonrisa. Pedimos un par de cafés.
-¿Qué tal todo? ¿Ha ido bien tú semana?- pregunta mientras da un pequeño sorbo a su café y siento como pone toda su atención en mi. Quitando el hecho de que moría de ganas porque llegara el día de la "cita" o lo que sea esto me voy acostumbrando al hecho de estar sola. No quiero repetirle todas las semanas lo mismo de "me está costando " o "no creo que pueda superarlo". Pueden llamarme insensible pero creo que superarlo ya,de una vez por todas será lo mejor. Arrancarlo de raíz.
-Bien,no hice nada interesante. Solo cambiar un poco los muebles de sitio y buscar trabajo-
-¿Trabajo? ¿Y de que estás buscando?- pregunta curioso.
-Ahora mismo cualquier cosa me valdría para ir pagando la universidad. Tengo ahorros que mi padre me dejó pero eso no quiero tocarlo- carraspeó un poco mi garganta mientras bebo de mi taza.
-Entiendo...bueno,si quieres puedo ayudarte. Tengo un amigo que acaba de abrir un local y está buscando gente,pero no sé si es de lo que estás buscando-
-No voy a prostituirme si es lo que estás sugiriendo¡¡- del susto escupe un poco del café por toda la mesa y yo lo miro sorprendida.
-No...yo...-cojo unas servilletas y le ayudo a limpiar el desastre de la mesa-
-Solo bromeaba,perdón,hace mucho tiempo que no uso el humor y puede que hasta se me haya olvidado. Pero por favor,cuéntame más de ese trabajo- por suerte se lo toma a bien y se ríe un poco. Casi la cagas Abril.
-És una discoteca,es un sitio "tranquilo" todo lo que una discoteca se puede. Me refiero a que no hay problemas como en otras. Hay varios seguratas que vigilan tanto al entrada como todo el local. Una amiga trabaja allí y dice que está bastante a gusto. ¿Quieres que le pregunte?-
-Si no fuera una molestia para ti,me harías un gran favor la verdad- sonrío.
-Bien,luego le escribiré y en cuanto me conteste te digo algo- me mira devolviéndome la sonrisa. Se le ve tan inteligente y atractivo con sus gafas.
-Por cierto,estás muy guapa- mis mejillas se tornan a un color rojo al escucharle.
-Gracias,y gracias también por haber querido quedar fuera del hospital. No me resultan muy...cómodos-
-Bueno,supongo que soy el único que se lo parece -ríe un poco- quiero decir,me paso muchísimas horas allí ayudando a la gente,al fin y al cabo es mi segunda casa-
-Tienes toda la razón,la verdad es que haces un buen trabajo y hay muy poca gente tan comprensible como tú. Me da mucho gusto haberte conocido- me noto aún más roja. Por un momento pone su mano sobre la mía y posa una mirada dulce en mi que hace que me derrita.
-Puedes contar conmigo para lo que necesites ya te lo dije,yo igualmente me siento muy cómodo y a gusto contigo. Podemos olvidar el tema de que eres mi paciente ya que dentro de lo que cabe si vas tan bien en unas semanas podrás dejar de ir a las reuniones si quieres- bajo un poco al vista al suelo pero luego me armo con un poco de valor. Tengo que ser firme y segura.
-La verdad es que estoy muy bien cuando voy a verte,quiero decir...a las reuniones- esboza una amplia sonrisa. Se ve tan perfecta.
Cuando nos damos cuenta son casi las siete de la tarde.
-Vaya,llevamos tres horas aquí,se me ha pasado el tiempo muy rápido- añado.
-A mí también- sonríe. -Deja que te acompañe a casa-
-oh no quiero molestarte,seguro tienes que volver al trabajo y creo que ya te he entretenido bastante por hoy-
-No creo que nunca puedas llegar a molestarme,vamos- asiento mientras que salimos de la cafetería dando un pequeño paseo hasta que llegamos a un pequeño aparcamiento y nos situamos delante de un Audi R8 negro metalizado.
-¿No me digas que este es tu coche?- pregunto sorprendida. Aunque luego caigo en cuenta que con su trabajo puede permitírselo,algo que a mí me costaría como media vida conseguir.
-És el único capricho que me he dado,desde pequeño soñaba con tener un coche así- abre la puerta del copiloto y me hace una señal para que suba.
-Gracias- sonrío. Tanto por fuera como por dentro el coche es realmente hermoso con toda la tapicería negra y los asientos de cuero blanco. Incluso aún huele a nuevo.
-¿Lo tienes de hace mucho?- pregunto mientras me pongo el cinturón.
-Solo tres años,me gusta conservar muy bien mis cosas- al oír sus palabras siento un escalofrío por toda mi espalda.
Le voy dando indicaciones hasta que llegamos a la puerta de mi casa y estaciona el coche allí.
-Lo he pasado genial de verdad,no sabes lo bien que me ha venido distraerme- sonrío mientras lo miro.
-Yo también lo he pasado muy bien,y me gustaría que quedáramos algún otro día,si quieres claro. No se que me ha pasado contigo desde el momento que entraste al hospital Abril,pero siento que quiero conocerte más y no puedo dejar de pensar en ti. Quizás ha sido precipitado que haya dicho todo esto en voz alta,¿verdad?-  trago un poco de saliva nerviosa para luego dedicarle una amplia y sonrojada sonrisa.
-Para nada,nunca me habían dicho algo así. A mí también gusta que nos viéramos pronto- coge de nuevo mi mano y la acaricia con suavidad.
-Entonces vamos hablando por teléfono,antes le escribí a mi amiga sobre el trabajo,te avisaré en cuanto sepa algo. Cuídate mucho hasta la próxima vez que nos veamos. Y recuerda que si necesitas algo,como si son las cuatro de la mañana no dudes en llamarme. Siempre estaré al otro lado del teléfono-
-¿Seguro que eres real?- digo de broma con una pequeña risa. -És todo tan bonito y tan Bueno y amable,siento como si fuera un sueño,estás cosas solo pasan en los libros- me mira en silencio durante unos segundos hasta que se acerca lentamente a mi y posa sus labios en los míos dando suaves y cálidos movimientos. Cierro los ojos correspondiendo al beso mientras siento una liberación en mi cuerpo.
-¿Crees ahora que es un sueño?- pregunta con una sonrisa mientras se aparta a tan solo unos centímetros de mi.
-Si es que lo es,me gustaría que no me despertaras- mis mejillas están ardiendo. Salgo algo patosa del coche y lo miro una ultima vez por la ventanilla del copiloto.
-Conduce con cuidado- añado mientras me despido con la mano a la vez que suelto un profundo suspiro mientras veo como su coche se pierde calle abajo.

(¿Qué os está pareciendo esta historia? Espero que os esté gustando ❤️❤️)

Entre un hiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora