Malas compañías

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Zack levanta su arma durante unos segundos y dispara. Todos le aplauden como si fuera algo de lo que estar orgulloso. Cuándo traen el cartón con la silueta de una persona se puede apreciar que la bala ha llegado a la cabeza.
— ¿Es que acaso vas a matar a alguien?— pregunto en seguida con la voz un poco entrecortada por los nervios. Todos se giran hacia mi menos Caleb,que está delante de un ordenador moviendo los dedos sobre el teclado sin parar.
— Bueno,nunca se sabe. Hay que estar preparado- sonríe de forma burlona— ¿Quieres probar?— me pregunta. Pero antes de que yo pueda contestar Caleb se levanta de su asiento arrastrando la silla con fuerza. No,no quiere probar— responde el. De igual forma me levanto del sillón donde me encuentro y miro a Zack. —Si,si que quiero— Zack me ofrece  el arma. Una Beretta 92 F por lo que pude escuchar antes. No se nada de armas pero según oí a Caleb es una de las más usadas en lo que a defensa policial se refiere. Todos se quitan de en medio y me encuentro plantada en una sala con un arma que no se usar y que tengo que disparar. Por unos segundos me comienza a temblar el pulso hasta que escucho un suspiro de enfado que viene de detrás de mí y noto como alguien se coloca justo a mi espalda y me sujeta las manos con el arma. Es Caleb. Con delicadeza me lleva a colocarme de forma correcta,me enseña como recargarla,a apuntar y a disparar. Cuándo traen de nuevo el cartón la bala también ha llegado a la cabeza y eso me revuelve el estómago. Le doy rápidamente la pistola a Caleb y salgo corriendo hacía el baño a vomitar. A los segundos el viene detrás de mi y me sujeta el cabello.
—Perdona...—digo una vez que me recupero y me siento en el suelo del baño. El solo me mira y acaricia mi pierna. Al cabo de un rato viene uno de los amigos de Zack a buscarnos. —Zack quiere hablar contigo Caleb,y quiere que también la lleves a ella—dice, y con las mismas sigue por el pasillo hasta que se pierde en una de las habitaciones. Me lavo un poco la cara y la boca para no ir con este aspecto de muerto. Nos dirigimos a la segunda planta donde hay una especie de despacho. Zack está sentado en el escritorio junto a unos papeles. Solo estamos nosotros tres.
—Tengo un trabajo para ti Caleb y quiero que ella te acompañe— dice mientras busca en toda la montaña de papeles hasta que encuentra lo que buscaba.
—Zack,aún es pronto para que ella me acompañe— el hace de oídos sordos mientras que le pasa la carpeta con lo que me puedo imaginar que es la información. Caleb molesto coge la carpeta.
—La entrega la harán esta noche sobre las doce y media,tienes que recogerlo a toda costa,y sin fallarme esta vez. Félix os ha dejado preparado todo en el sótano.— sin decir nada más salimos del cuarto en dirección al sótano. Allí hay más gente que de lo normal. Al parecer son más "amigos" de Zack. Caleb me mira y les señala a ellos. —Abril,estos son Félix,Liam,Noah,James,Mason,Logan y Blake,más del equipo. Ellos nos estarán cubriendo por si la cosa se tuerce.
—¿Cómo que si la cosa se tuerce?— Félix se echa a reír. —Todavía no has entendido de qué va esto,¿verdad? A ver princesa,vamos a recuperar una droga que es nuestra. Vuestro papel es que os haréis pasar por los compradores,le dais el maletín con la supuesta pasta y antes de que se den cuenta de que los billetes son falsos salís pitando de allí,¿lo entiendes?— siento como me estoy empezando a marear. Caleb me mira preocupado pero hago el esfuerzo porque no se me note. Cojo la ropa que Félix me da y voy a cambiarme a otra habitación. Cuando saco la ropa de la bolsa me doy cuenta de que es un traje,y de mi talla. Me lo pongo junto a unas botas. Cuando estoy a punto de salir tocan a la puerta. Es Zack.
—¿Puedo pasar un momento?— me hago a un lado y le dejo entrar. —Vaya,estas jodidamente sexy con ese traje— dice con una sonrisa.—He venido para darte una cosa. Lo has hecho muy bien hoy y espero que hoy o que en mucho tiempo no tengas que utilizarla,pero debes de ir protegida siempre por si la cosa se tuerce— me ofrece una funda que me ayuda a colocar en la cintura de el pantalón y un arma que coloca en ella. —Ocúltala incluso de Caleb,me matará si se entera que te la he dado,pero créeme que es lo mejor—. Me pongo la chaqueta del traje para tapar el arma justo antes de que Caleb entre por la puerta. Nos mira a ambos confuso.
—¿Qué haces tú aquí Zack?— el me guiña un ojo para que le siga la corriente. —Solo le estaba dando unos consejos para su primera misión,seguro que lo hará bien,por cierto llévate el knight— sale de la habitación y yo miro a Caleb. —¿El knight?— igual sale de allí y yo voy tras el hasta que llegamos al garaje. Destapa una lona oscura y un enorme coche blindando aparece bajo ella.
— El Knight XV,nuestro vehículo esta noche— sonríe leve. Antes de subirnos al coche Caleb me toma de la mano y me mira a los ojos. —Quiero que me prometas que vas a hacer todo lo que yo te diga,en todo momento. Vas a quedarte siempre detrás de mi y si en algún momento te digo que te vayas,lo harás. Prométemelo...— me acerco a el y le abrazo con fuerza mientras le susurro.
—Te haré caso en todo lo que me digas,no te preocupes. No sé que pasará ahí fuera pero por favor,ten mucho cuidado— me sonríe de forma dulce y terminamos besándonos.
—Bien tortolitos,es hora de irse!— grita Félix desde su coche. Ambos nos subimos en el nuestro y ponemos dirección al muelle.
Cuándo aún quedan unos minutos para llegar me suena el teléfono. Joder,es Carson. Giro la vista hacia Caleb y el me hace un gesto para que conteste. Nada más descolgar la llamada Carson me grita.
—¿Se pude saber donde estás metida Abril?! Llevo días llamándote,mandándote mensajes,he ido a buscarte a tu casa....—suspira con fuerza. Trago saliva sin saber que contestarle por unos segundos.
—He salido unos días de viaje para despejarme— digo por fin— volveré mañana por la noche así que te llamaré,¿vale?— el no suena muy convencido. —Abril,dime que está pasando de verdad...— Caleb me señala que estamos llegando al muelle. Asiento con la cabeza y vuelvo a la llamada. —Lo siento Carson,tengo que colgar,máñana hablamos— rápidamente cuelgo la llamada y apago el teléfono. Los demás se separan de nosotros al entrar al muelle para esconderse en diversos sitios,nosotros vamos a nuestro punto. Allí se encuentran varios hombres trajeados delante de un coche. Antes de bajar Caleb me aprieta la mano con fuerza.
—Todo saldrá bien,confía en mi— coge el maletín que hay en los asientos traseros y baja del coche. Yo le sigo y caminamos hasta quedar enfrente de ellos. Miro al cielo y está empezando a llover. Los hombres nos miran hasta que sale uno más del coche con un maletín mucho más grande que el nuestro. Caleb se acerca un poco más para hacer el intercambio. Cuándo vuelve hacía mi nos giramos rápidamente para subirnos de nuevo al coche y largadnos de allí,pero tres hombres más aparecen de detrás de nosotros.
—No tan rápido— dice uno de ellos. —Primero miremos si el dinero está correcto— miro a Caleb con un gran temor en mis ojos.
Nos van a pillar. Nos han pillado.Se acerca el hombre con el que intercambió Caleb. —¿Pensabais darme un maletín con billetes falsos e iros tan de rositas?— en ese momento Caleb me mira y me da el maletín. —Corre—susurra.  —Lárgate,rápido— salgo corriendo de allí con el maletín mientras que Caleb le comienza a golpear a los hombres que iban a seguirme. Busco a Félix por todo el muelle mientras me escondo en los containers,pero no lo encuentro. No puedo dejar a Caleb allí. De pronto se escuchan varios disparos y el corazón se me encoge. La lluvia fuerte comienza a caer y me dificulta la vista. Escondo el maletín en uno de los container metálicos  y corro de nuevo hacia donde está el. Los cuerpos de los otros hombres están tirados en el suelo mientras que uno tiene una pistola y apunta a Caleb en la cabeza.
—Déjalo!— grito con fuerza. Caleb me mira. —No! Vete de aquí!— el tipo lo golpea en la cara para que se calle.  Está sangrando.
—Suéltalo y te diré donde he escondido el maletín— el se echa a reír mientras agarra a Caleb del pelo y le tira con fuerza. Coloca el arma bajo su barbilla. —Lo siento,me temo que acabar con este gilipollas me causará más satisfacción—

Lo siguiente que se escucha es un disparo y mi corazón acelerado. A lo lejos veo los coches de nuestros compañeros que huyen seguidos de la policía. Me tiemblan las manos. No puedo creer esto. No puedo creer lo que he hecho.
Caleb corre hacia mi y coge la pistola que llevo en la mano. No puedo apartar la vista del hombre al que acabo de matar. El tira de mi con fuerza para que salgamos corriendo de allí. Cogemos el maletín,nos subimos al coche y acelera a toda hostia mientras nos alejamos cada vez más del muelle.

Entre un hiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora