¿Y ahora?

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La siguiente semana la pasamos en el hospital. No paran de hacerle pruebas a Caleb. Solo de pensar por todo lo que ha pasado me pongo enferma. Carson,a pesar de tener mucho trabajo no se ha separado de mi. Miro a Caleb que está tumbado en la camilla aún dormido por la anestesia. Han tenido que operarle debido a roturas graves de costillas y columna. Me siento a su lado mientras tomo su mano con suavidad. Todavía no me creo que lo tenga aquí,justo delante de mi. He visto realmente la persona que es Zack y todo lo que está dispuesto a hacer. Mentiría si dijera que perdí un poco la fé en encontrarle con vida. Los momentos posteriores al arresto la policía nos interrogó a Carson y a mi. No me quedó de otra que decirle a Félix y Adam que tiraran el furgón y desaparecieran. Si la policía descubre que eran parte de su equipo los meterían en la cárcel. Ahora temo por la recuperación de Caleb y de nuevo vuelvo a temer por Zack. Si el ahora mismo lo único que quiere es destruirme no dudará en decirle a la policía que Caleb formaba parte de los suyos. Eso lo metería en graves problemas. Todos los días la policía viene al hospital para hablar con los médicos personalmente sobre la recuperación de Caleb. Nos dijeron que ya que es Carson quien le trata,no se van a fiar en que les mienta y así Caleb poder escaparse. Siento que me estoy quedando dormida cuando una mano se posa en mi hombro y hace que me sobresalte. Es Carson. —¿Por qué no te vas a descansar a casa mejor? Yo estaré al pendiente de el— su voz suena apagada. Lleva muchas horas seguidas trabajando y debido a que yo no quiero moverme de aquí por si Caleb despierta,el tampoco se separa de mi.
—Tú vas a quedarte todavía por aquí,¿cierto?— susurro. La verdad es que tampoco quiero irme a casa sola. A estas horas Skylar está trabajando. Carson me mira y asiente con la cabeza. —Entonces me quedaré aquí por el momento,me lo pensaré así que avísame cuando vayas a irte— añado mientras vuelvo la vista hacia Caleb.
Llevármelo en su estado a alguna parte nos perjudicaría mucho. Además,debo dejar de meterme en más problemas de los que ya tengo. Tengo que dejar las cosas tal y como están.
Al final Carson vuelve a echar más horas de nuevo. No puedo fiarme de nadie más de este hospital que no sea él o la enfermera Jane. Así que aprovecho su turno temprano de la mañana para salir a estirar un poco las piernas. De igual manera Carson aún sigue en el hospital y también está al tanto de que una persona como Zack puede pagar a alguien para que venga al hospital y le haga algo a Caleb. Por eso a restringido todos sus pacientes a la planta donde está Caleb para así tenerlo vigilado.

Hoy es el cumpleaños de mi madre. Es triste pero casi lo olvido. Me acerco a la floristería más cercana al hospital. A mi me madre le encantaban los lirios y las astromelias así que no pierdo el tiempo en mirar otras flores. Cojo el primer autobús que me lleva a solo una manzana del cementerio donde enterraron a mis padres. Al llegar pregunte a quien parecía ser el sepulturero. En seguida me acompañó hasta las lapidas que yacían juntas. Valerie y Jarvis. Coloco las flores sobre la tumba. Limpio un poco el polvo que mancha ambos nombres con la mano. Me siento frente a ellos.
—No os podéis hacer a la idea de lo mucho que os echo de menos—suspiro con tristeza— mi vida es un completo desastre. Habría sido todo tan diferente de haber estado vosotros aquí. Dios mamá...—intento contener las lagrimas— no sabes cuanto extraño que me abraces,que me acaricies,que me digas que todo va a estar bien. Sé que me he metido en todo este follón yo sola y que ahora debo arreglarlo. Hubiera estado tan bien poder compartir contigo las charlas sobre chicos. Sobre el que ha sido mi primer amor y por el cual he hecho todo esto. ¿Qué debo hacer?— limpio mis lagrimas con el pulgar mientras toqueteo los cordones de mis zapatillas— ojalá de alguna manera,pudierais darme una señal para poder ayudarme en todo esto. En lo único que he pensado yo es en dejar a Caleb marchar. Convencerle de que se vaya muy lejos de aquí y que no vuelva jamás. Así,ambos estaremos bien...— me desmorono por completo hasta romper en llanto frente a ellos. Mi padre siempre me calmaba cuando estaba a punto de llorar por lo tanto nunca me vieron tan rota como lo estoy ahora.
Después de varias horas decido volver al hospital. Miro unos segundos más hacia ellos y en ese momento siento una pequeña brisa sobre mi mejilla,como si ella me hubiese acariciado...
—Feliz cumpleaños mamá—
Se escucha mucho jaleo al fondo de la planta donde está Caleb. Concretamente justo delante de su habitación. Me acerco rápidamente allí y veo de nuevo a los policías. Están discutiendo con Carson y Jane.
—¿Qué es lo que pasa?— pregunto nada más pararme frente a ellos. Carson me mira unos segundos fijamente. Mis ojos hinchados no parecen pasar desapercibido para el pero ahora no es el momento para eso y el lo sabe.
—Caleb ha despertado y quieren llevárselo— se vuelve de nuevo hacia los policías— como les digo,no me estoy oponiendo a esta investigación. Pero mi paciente aún sigue grave y si,es responsabilidad mía hacer que se recupere. No tomaré el riesgo de que se lo lleven y pueda empeorar. Así si hacen el favor,tenemos más pruebas que hacerle así que vuelvan otro día— la mandíbula de Carson se tensa. Su rostro es muy serio y firme. Los policías no dicen nada más por lo que se dan media vuelta y se van por donde vinieron.
En seguida entro a la habitación para ver a Caleb. —Ey,hola—susurro con una sonrisa mientras me acerco a él. En seguida me mira y me devuelve la sonrisa. Cuando lo hace siento como si volviera a la vida. —¿Cómo te encuentras?—Carson entra también a la habitación mientras revisa su ficha médica. —Un poco a dolorido pero supongo que bien. ¿Has llorado?— me pregunta con un tono preocupado. En ese momento Carson también clava la mirada en mi. Miro a ambos y niego con la cabeza.
—Estoy bien,no os preocupéis— suspiro. Quiero preguntarle tantas cosas a Caleb ahora mismo,pero aún es muy pronto y no quiero agobiarle. Durante el resto del día,Carson le hace más pruebas. Todo parece que va bastante bien. Se recupera rápido. Aunque de vez en cuando sufre dolores fuertes en las costillas y aún deben darle fuertes calmantes. Cuando se queda dormido Carson me lleva un momento fuera de la habitación.
—Esta noche igual me toca guardia y puesto que doy por hecho que te quedaras aquí vamos a la azotea a tomar un café— propone con una tierna sonrisa. Caleb esta bien dormido y Jane ha querido hacer horas extra para ayudarnos. La verdad es que es un amor de mujer. Accedo ante su propuesta y subimos a la azotea. Me ofrece un café con leche y lo cojo. Ambos nos apoyamos en la barandilla mientras miramos el cielo. Hay algunas nubes pero pueden verse muchas estrellas. Empieza a hacer algo de fresco y Carson me da su bata. —Oh¡ Ahora soy la doctora Smith— bromeo un poco— el se ríe ante mi frase.
—Ese apellido no te quedaría nada mal— casi me atraganto con el café al oír sus palabras. El,al verme,suelta una carcajada.
—No es gracioso— digo sonrojada por la vergüenza. —¿Vas a decirme porque has llorado antes?— pregunta mientras pone sus ojos en mi. De hecho,creo que siempre los tiene en mi. Cada vez que le miro el ya lo está haciendo.
—Hoy es el cumpleaños de mi madre. Fui al cementerio a llevarle sus flores favoritas— aún me cuesta hablar de ellos sin derramar lagrimas. El suelta un pequeño suspiro. —Podrías habérmelo dicho,te habría acompañado— lo miro enarcando una ceja.
— ¿Y dejar a tus pacientes solos?— digo con ironía. El sonríe. —Hay más médicos a parte de mi,¿sabes? No tan guapos como yo pero los hay— no se como lo hace pero siempre consigue hacerme sonreír.
—Siempre estás preciosa,pero aún más cuando muestras esa hermosa sonrisa que ilumina hasta el bosque más oscuro— mis mejillas arden de nuevo pero esta vez con más fuerza que antes. —¿Ahora eres poeta?—bromeo mientras intento cambiar de tema.
Me pasa el brazo por encima de los hombros y mi corazón comienza a acelerarse.
—Quiero recordarte,que estoy aquí por si necesitas llorar,reír,que le pegue a alguien...se que todo esto es muy duro sobretodo para ti,pero tus padres no te han abandonado. Allí donde estén ellos te están protegiendo y ayudándote. Así que nunca pienses que estas sola. Porque estaremos eternamente a tu lado— sus ojos brillan de una forma distinta cuando me mira en estos instantes. Mi labio inferior comienza a temblar mientras siento que voy a llorar de nuevo pero el alza su vaso y sonríe.
—Por tus increíbles padres y porque tú madre tenga un feliz cumpleaños donde sea que esté. Salud—dice mientras choca de forma suave su vaso con el mío. Rodeo su torso con fuerza mientras lo abrazo y mis lágrimas comienzan a caer. Él me corresponde de la misma manera mientras me acaricia la espalda y susurra.—Siempre estaré contigo mi pequeña—

Entre un hiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora