Corazones Atormentados (EDITANDO)

Capitulo Uno

Mis ojos pesan pero los abro igual por miedo a que me encuentre y me lleve otra vez de regreso a mi pesadilla. Todavía estoy tirada en

el piso, la calle se siente fría y me duele todo mi cuerpo, ¿es posible sentir tanto dolor? No lo se, pero de lo único que estoy segura, es

que en éste momento me encuentro derrotada, de todas las formas posibles. Siento que alguien me toca el hombro y me tenso

dolorosamente ¡No! Él va a atraparme, no lo puedo permitir,de ninguna manera. Me sacudo con todas mis fuerzas y empiezo a golpearlo

con todo lo que me queda de resistencia, porque se que si entro de nuevo en el túnel ya jamas podre salir a la luz. Pero es demasiado

fuerte para mi y las fuerzas se me están apagando cada vez mas. No puedo dejar que me lleve ¡oh Dios Por Favor ayúdame! No dejes

que me lleve, no otra vez.

- ¡Ya Basta!- Gritó una voz profunda la cual, me sobresalto, pero yo solo seguí sacudiéndome mas fuerte hasta que unas manos

grandes y fuertes me sacudieron con fuerza- Dije Basta, Dios santo, mírame- Exigió y no se porque, pero así lo hice, abrí lentamente

mis ojos y mi respiración se atasco, me encontré mirando unos brillantes ojos verde oscuro, los cuales me hechizaron por completo-

Hola ¿puedes oírme? ¿te encuentras bien?- Yo no respondí y él solo me miro con preocupación-Mira tu cara ¡por dios! Escucha voy a

llevarte al hospital ¿si?- Asentí.

Él me puso un brazo musculoso alrededor de mis costillas y el otro en la parte baja de mis rodillas,luego me levanto y caminó hasta un

gran auto negro,era impresionante pero no le preste demasiada atención porque todo se encontraba oscuro, y no puedo ver casi nada.

Mi cara volvió a punzar de dolor y levante una mano para tocármela.

Mi pómulo esta hinchado y mi labio sangra, él me dejo suavemente en el asiento copiloto y abrocho mi cinturón,luego rodeo el auto y se

sentó a mi lado, encendiendo el motor.

Él lanzó una mirada asía mi con el ceño fruncido, parecía molesto por algo. Sacudió un poco la cabeza y miro nuevamente al frente,

ahora que su rostro esta levemente iluminado por los faroles de las calles y la luna, puedo verlo mucho mejor.

Su mandíbula es cuadrada y fuerte, sus labios rojos y llenos están ligeramente abiertos mientras su lengua traviesa salio a humedecer a

esa hermosa boca de pecado,su nariz es puntiaguda y respingona, tiene los pómulos altos y un poco ruborizados por el frió, su cabello

es de un hermoso negro azabache cortado a la perfección y ligeramente ondulado en su cuello, un mechón rebelde cae en su frente y el

le da un manotazo apartándolo.

Veo que también lleva ropa de gala, ¡Dios! el traje negro a medida le queda como un guante, Sus manos son grandes, perfectas para

tomar cualquier cosa y hacerse con ellas. Estoy divagando bajo el pensamiento de este espectacular hombre, mientras me imagino

debajo de él ¡no pienses eso Olivia! Me reprendo a mi misma, mientras veo como da un volantazo y frena de golpe. Es ahí cuando caigo

en la cuenta de que de verdad me trajo a un hospital y palidezco. No puedo entrar,no puedo dejar que me encuentre.

Intento abrir la puerta pero una mano me toma por el codo y me sacude fuerte, yo me estremezco y cubro mi cara esperando lo peor,oigo

un jadeo y como me suelta rápidamente.

- ¡Oh Por Dios! Tranquilízate- Me doy cuenta de que su voz es ronca y sexy- Tranquila estamos en el hospital deja que te lleve

dentro.

- !NO¡- Él me mira sorprendido,mi voz sale ronca y hasta me asusto un poco.

- ¿No? Acaso estas demente- Gruñe mirándome de los pies a la cabeza y de nuevo a los ojos- Tu cara está como un tomate a punto

de reventar- Eso dolió- Tienes moretones en tus brazos y piernas,estas mas pálida que un maldito muerto,y para colmo casi te

atropello con el auto- Dijo eso mirándome como si yo tuviera la culpa.

- No voy a entrar...

- Vas a entrar así tenga que sacarte a rastras del auto- Amenazó.

- No puedes obligarme- Él levantó una ceja y sale del auto rápidamente, tan rápido que en un segundo estaba abriendo mi puerta,me

toma del brazo y me saca del auto- !Suéltame¡- Grite, él me soltó rápidamente y me miro con una expresión que daba miedo, di un

paso atrás y él frunció el ceño mirándome extrañado.

- No Voy a acerté daño,solo quiero que te vea un médico- Me mira la cara- Eso debe doler mucho y tu labio no deja de sangrar- Se

acerca y acaricia mi mejilla- ¿Quien te hizo esto en la cara?- Yo no respondí solo baje la mirada y él tomo mi mentón para que alzara

la vista a sus esplendidos ojos- No se que te paso, pero no insistiré si no quieres contármelo, solo quiero que te examinen- Yo estaba

como hechizada por su voz en susurro y solo asentí, él sonrió y tomo suavemente mi mano- Vamos.