Historia que técnicamente no es una historia pero que podría serlo

trescientos sesenta segundos

Alguien y el vacío

a veces el sentimiento de vacío
es tan profundo
que hay eco.

y cuando grito
me escucho
repetir
las
mismas
p a l a b r a s

resuenan por las paredes
de mi cabeza
como si quisieran quedarse
para siempre
como si ellas fueran
las que me gritan a mí
y no yo al vacío.

otras veces las palabras son mudas
y no salen
no expresan
se quedan ahí
e s c o n d i d a s
fingen no estar
pero están
porque siempre
siempre
siempre

susurran algo al final del descanso.

Son las mismas palabras
las mismas vocales
que unidas de forma ordenada
y coherente
con las consonantes adecuadas;
crean ese  r u i d o  en mi mente.

No son palabras
son sentimientos
que no son sentimientos
que son algo más allá
algo más allá de la lógica
y el conocimiento humano
algo más allá de mí.

A veces me quedo muda
no hablo
y respiro lo más lento que puedo
casi sin notarlo
casi sin que mi aparato respiratorio haga su función
casi sin notar lo que siento
creyendo que puedo pararlo  t o d o
solo con querer hacerlo
pero

sin resultados.

y chillo
grito mucho
pero no me suelen escuchar
y cuando preguntan
y quieren saber más de mí
cuando quieren estar más cerca
me quedo muda de nuevo

y ellos en esos momentos
me recuerdan
que soy yo
que no hablo
que no  q u i e r o

pero no me han escuchado
no me han ayudado a sujetarme
el pelo cuando estaba vomitando
la tristeza y la ansiedad
acumulada de días
y semanas
y meses
de
no
sentir.

mi cerebro se para
unas diez de dieciséis horas
que suelo estar despierta

y los trescientos sesenta minutos restantes
pienso en cuántos segundos quedan para las próximas dieciocho horas de
d e s c a n s o

y me siento mal
por
        des
                a
                    pro
                            ve
                                   char

lo que sea que dicen que estoy desperdiciando

pero para mí,
de momento,
solo es ganar tiempo.