Desastre natural

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Alguien y sus pensamientos

Da miedo, mucho miedo.

El mundo no para de girar sin importar quién se sube o quién se baja del viaje.

¿Y qué pasa si has pagado el peaje y pasa de largo?
¿Y si no te da tiempo a subirte?
¿Qué haces entonces?

¿Qué haces cuando crees que tú tiempo se acaba y no sabes qué hacer para aprovecharlo?

¿Qué haces cuando sabes que estás desaprovechándolo pero no sabes como dejar de hacerlo?

¿Y si mañana ya no está?
¿El qué?
El tiempo.

¿Y si mañana ya no está?
¿El qué?
El cambio.

¿Y si mañana me despierto y ya no quiero seguir siendo así?
¿Sería lo único que me haría aprovechar el viaje?
¿Sería lo único que haría que valiera la pena haber pagado el pasaje?

¿Y qué haces cuando ves en la mirada de tus padres la decepción oculta?

¿Y qué se supone que tienes qué hacer para que se vaya?
Para que no vuelva nunca más esa mirada.
Esos mismos ojos que me han visto crecer,
esos ojos que me analizan,
que saben menos de mí de lo que creen.

Pero entonces pienso en si me conocieran de verdad,
si supieran quién soy,
lo que hago o dejo de hacer,
el daño que causo.
El terremoto convertido en tsunami que soy.

Entonces ¿qué pasaría?

Si saben tan poco y ya les cuesta ocultar su decepción,
entonces cuando me vean,
cuando me vean de verdad,
¿qué pasará? ¿a dónde irá su amor?

¿Y si soy un desastre natural qué hago?

¿Qué hago para cambiar si no tengo fuerza para hacerlo?
¿qué se hace cuando caes en ese bucle? ¿qué se hace cuando solo tienes un minuto de claridad?
cuando solo tienes un minuto para pensar,
¿sobre qué piensas en esos sesenta segundos?
¿en quién piensas?
¿sobre qué?
¿y por qué solo sesenta segundos? Dame un descanso más largo.

¿Cuándo? ¿Cuándo ha pasado?

¿Quién? ¿Quién era esa chica?
¿Quién es esa chica de la fotografía? ¿era yo? ¿soy yo?
¿acaso era otra persona con mi mismo aspecto?

¿Siempre fui así?

Sé lo que hay.
Sé lo que pasa y deja de pasar,
sé que mi vida está bien.
Todas las personas que quiero están bien,
me quieren,
me cuidan,
me dan amor,
no necesito nada más.
Pero entonces ¿qué pasa?
¿cuál es el problema?
¿qué es lo que me inquieta?

¿Qué es este dolor inapaciguable que siento desde que tengo uso de razón? ¿De verdad es necesario todo este ruido mental?
¿No habrá ningún botón de apagar durante el viaje?

Déjame descansar.

Y es ahí, después de todas las preguntas,
donde te das cuenta de que no es nadie, que no es algo que falta o que sobra, ahí es cuando te das cuenta de que eres tú.

Solo soy yo.

Pero entonces ¿qué se hace?
cuando ya lo sabes,
cuando has analizado cientos de veces tu mente para intentar comprenderla, cuando has intentado cambiar miles de veces pero de manera errónea,
¿qué se hace?

Ahí es cuando te das cuenta que es así, que siempre va a ser así,
y que cada uno es como es,
no hay más.

Y sí, soy un desastre.
El terremoto convertido en tsunami soy,
pero ¿quién sería capaz de soportar tanto caos si no yo?
tanta destrucción física y mental por algo tan simple como "ser".
Dime ¿quién?

Que si, que soy débil,
que me rompo con un poco de viento, que me quemo con un rayo de sol,
una gota de agua me ahoga
y la tierra se queda en mis pulmones cada vez que respiro,
pero ¿quién si no yo sería capaz de ser así?

Tengo miedo, me asusta.
Estoy aterrorizada y ni siquiera sé por qué.

Historia que técnicamente no es una historia pero que podría serlo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora