Historia que técnicamente no es una historia pero que podría serlo

sentimientos de una borracha

Alguien y el alcohol

Y sí, sola y borracha me pongo a pensar en ti,
en tu voz que no he podido escuchar cerca de mi oreja esta noche,
y en tí,
sobretodo mucho en tí.

Ni siquiera sé lo que digo
solo sé que te he visto,
después de meses y no puedo parar esta ola de sentimientos que me hace                                                                         
                        «escribirte»
                               

No puedo parar de buscarte entre la gente en la madrugada,
y si te miro,
me apartas la mirada;
sincronizados.

Casi quiero recordar un choque de ojos que ya se conocían,
algo,
pero si llegó a pasar,
se fue.
Creo que estabas liándote con otra chica
la noche es larga,
lo entiendo.
Estás bien sin mí,
lo entiendo.

Creo que estabas huyendo de mí,
y créeme
«lo entiendo»

No sé que duele más quemarme esta piel que da calor,
que no me permite estar a menos de un metro de tí
o el ver como te vas teniéndote al lado.

Me acerco,
sigilosa pero con intenciones
y te vas tú ya sabiéndolas
desde el principio.
¿Es que tan mal lo he hecho?
¿Es que siempre tiene que doler tanto?
¿Hasta cuándo?
Dime un número.
¿Hasta cuándo?
Dame tiempo.

No sé como lo has hecho para olvidarte de mí
pero yo necesito ese antídoto,
lo exijo,
me lo merezco después de tantos tsunamis y horas de muerte en vida.

Y aquí ESTOY.
En mayúsculas porque me siento
borracha y sola,
en una esquina de la discoteca
preguntándome de nuevo
qué hice mal.
Abriéndome en canal para llegar a entender en qué momento se jodió todo,
recordándome a mí misma que el amor a veces no es suficiente.

Todos pasan de largo
y tú ni siquiera te paras a mirar.
No sé para qué salgo
si sé que si te veo se me va,
no pienso,
la sangre no me fluye,
y de verdad que no puedo evitar acabar potando mariposas bañadas en vodka.

Perdón,
lo siento.

«perdón»