El martes

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Alguien y sus palabras

El martes me follé a otro.
Digo follar porque la palabra es fea
y podría describir perfectamente lo que sentí.

El martes se me cayó el mundo encima.
Una presión venida de arriba me aplastaba contra el suelo
una vez,
y otra,
y otra,
y cada vez más fuerte,
y cada vez más triste,
y cada vez
m
á
s

Estoy triste porque solo va de mal en peor.
Parece que mejora
pero siempre vuelve esa tristeza,
ese vacío.

¿Será por tí o por mí?

Estos meses,
estos años en realidad,
he aprendido una lección.

Amor es igual a dolor.

Es triste decirlo,
y todos los que alguna vez han experimentado el amor,
en cualquiera de sus formas y expresiones,
sabrá de lo que hablan estas letras, porque solo las personas con el corazón roto entienden lo que es el amor,
cuando ya lo han perdido.

Y como todo el mundo repite;
no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Pero así es la vida,
más rastrera de lo que dicen que es.

Y así eres tú,
más cabezota por seguir intentándolo.

¿Por qué te chocas?
¿Por qué gritas?
¿Por qué huyes?
Por mucho que corras,
por mucho que te escondas detrás de ese humo todos te están viendo.

¿A dónde quieres ir a parar con todo esto?

Los principios siempre son duros
y más cuando no tienes por donde empezar,
no te rindas.

Vamos a seguir actuando que sé por donde voy,
acelerando,
cambiando al carril derecho
y cada minuto que pasa más rápido, por si acaso me alcanzas,
cuando ni siquiera me persigues.

Los fantasmas existen porque los recuerdos no se esfuman,
y que por mucho que corras,
ellos ya están justo delante de tí.

Historia que técnicamente no es una historia pero que podría serlo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora