Ulises y Ainhoa

Esperando por un héroe(Parte 1)

Los dos capítulos siguientes son un poco más románticos. Me dejé llevar, ¿qué puedo decir? Pero pronto vendrá más smut. Dejad un comentario si les gusta o no. ¡Todo es bienvenido! ¡Paz y amor! Xx

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Después de lo que había sucedido con la serpiente en su cama y luego de haberse acostado con Max en el sofá, había comenzado a creer que exixtía una oportunidad de dejar su historia con Ulises atrás. Pero no podía. Sus raíces estaban profundamente dentro de su corazón y era difícil sacarlas.
Y ahora se enfrentaban con la muerte. La capitána francésa y su equipo de asesinos les estaban disparando. Incluso al borde de la muerte, su pensamiento estaba con él. Ainhoa sentaba en el suelo junto al mostrador de la cocina y, en medio de los disparos, cerró los ojos. Trajo su imagen en la mente, deseando con cada fibra de su ser que él volviera a ella.
De repente apareció saltando a través de una ventana mientras estaba disparando a los malos. Como un caballero de los cuentos, un héroe mítico, el hombre de sus sueños había cruzado el océano y estaba allí para salvarlos, para salvarla.
Y había llegado en el momento más inoportuno, cuando Max le había tomado de la mano, casi confesando su amor por ella. Ulises en principio sonrió después de verla allí, luego vio su mano en la de Max y frunció el ceño con incredulidad. Miró a Max con rabia y ella retiró la mano.. Ainhoa sentí como que se había escuchado el corazón de Ulises partirse por la mitad. Valeria tenía razón. Pero él estaba allí, a cinco pies de distancia. Su mundo se detuvo. Sus pupilas se dilataron, su corazón corría 100 millas por hora, y se cortó la respiración.
Ainhoa lo miraba fijamente -solo a él - con una sonrisita casi escondida en su rostro, incapaz de hacer o pensar. Sus ojos se encontraron con los de ella. Él le devolvió la sonrisa. Entonces Max interrumpió ese intercambio de amor tácito caminando entre él y ella.
No dejar todo lo que estaba haciendo para abrazarla, la lastimó como el infierno. Sintió una barrera puesta entre los dos que ella había puesto allí. Se moría de ganas para tocarlo, pero no podía. Julián la sacó de sus pensamientos cuando le pidió a vigilar una de las ventanas. ¡Joder!, necesitaba unos minutos más para mirarlo, o toda la eternidad.
Después de un rato, Ricardo entró contándoles sobre la herida de bala de Valeria. Ainhoa se congeló. Ulises no podía creerlo
U: ¿Como? murmuró
Ainhoa corrió a ver a su hermana. Ulises la siguió poco después.
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V: Ulises! gritó la niña con todos sus poderes que le quedaban. Ainhoa le hizo espacio para arrodillarse y abrazar a la niña. Los ojos de Ulises se llenaron de lágrimas. Besó el cabello de Valeria una docena de veces.
V: ¡Ay! ella se quejó cuando él la apretó en sus brazos
U: ¡Lo siento, perdon! Lo siento ... miró a Ainhoa mientras decía ese último "lo siento". Ella se secó las lágrimas y asintió con la cabeza, como como si dijera "está bien".
U: ¡Regresaré prontito para curarte, nena! ¿Vale?
V: ¡Vale! ella sonrió con dificultad
U: ¡Te quiero muchísimo! él besó sus manitas
V: ¡Y yo a ti!
Se levantó y agarró su arma. Ainhoa quería agarrarlo del brazo y detenerlo, pero Valeria necesitaba ayuda lo antes posible.
A: Ulises? su nombre escapó sin darse cuenta, como un eco que fue liberado de su mente. Él dio la vuelta para mirarla. Silencio.
U: Lo sé. dijo y se fue.
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V: Ahora que se han ido, ¿a quién echas mas de menos? A Max o a Ulises? Pero piénsalo bien. Valeria preguntó a su hermana.
No tenía porque pensarlo. La respuesta saltó de su corazón y salió de sus labios.
A: A Ulises. Echo de menos a Ulises.
Y al mismo tiempo, Gamboa estaba apuntando con un arma al corazón de Ulises.
En sus últimos minutos, su único pensamiento era ella. Hablar con ella por última vez, escuchar su voz, imaginar una vida juntos que nunca seria vivida, despedirse de ella...
U: Chivata, ¿estás ahí?
Ella no tenía idea ... si hubiera sabido, estaría allí para morir a su lado.
U: ¿Tu saves esa historia de una flor que solo vive un día? Pues es una mierda.
Al escuchar a Ainhoa decirle que lo que tenían no era un error, que siempre deberían permanecer a 2 centímetros de distancia, sintiendo el aliento el uno del otro, e intentar de nuevo. Otra vez juntos. Eso solo lo hizo mirar a su asesino rogándole con los ojos que lo dejara vivir. Dios, tenía tantas ganas por vivir, para ella, junto a ella, para siempre con sus dedos enredados en su cabello.
A: Repetiría cada momento, cada momento, que pasé contigo....
Escucharla recitar cada gran momento que había tenido con él, lo hacía sentir eterno. Después de 4 disparos, cayó al agua. Sintió las olas moviendo su cuerpo y el sol en su rostro. Estaba feliz de haber amado y de haber sido amado a cambio. Por ella.
El amor es mas poderoso de que cualquier cosa, ni siquiera un puñado de balas en el pecho puede acabar con él. Porque las almas gemelas nunca mueren.