Conquistas de diferentes tipos

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¡Hola a tod@s! Este capítulo es un poco mas largo y complicado, pero sentí que la historia me llevaba en esta dirección. No sé si me quedaré con este capítulo o si lo reemplazaré por uno nuevo. Déjame saber lo que piensan, gracias!

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Tan pronto como Ainhoa y los demás pisaron la isla, recibió una noticia muy inquietante. Esa chica Sandra la llamó por radio y le gritó como una loca. Exigió que dejara en paz a Ulises porque, según ella, estaban juntos. Ainhoa realmente no podía creer ni una sola palabra que salió de la boca de esa chica. Pero dolío. Dolío como una puñalada en el corazón. La imagen de que otra mujer le estaba tocando su piel, le estaba besando sus labios, le estaba haciendole suyo. Lo que dolió aún más fue la idea de que él hiciera esas cosas a otra mujer. Él era suyo,  lo había marcado. ¿Cómo se podría olvidar eso? ¿Cómo podía olvidarse de ella?

Cuando Sandra colgó, Ainhoa estaba tan furiosa que no podía pensar con claridad. No podía tomar buenas decisiones y por eso tomó la peor de todas: darle una oportunidad a Max...

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Mientras tanto en el rascacielos:

Sandra habia llevado las cosas demasiado lejos. Después de robar una camisa que Ainhoa le dio como regalo y delatarlo a la perra francesa, ahora se había colado en su cama, en la habitación donde lo mantenían encerrado.
Ulises sintió pequeños besos en la mejilla mientras dormía.

U: Nhoa ... murmuró.
Fue cuando los besos se convirtieron en una mordida desagradable en su labio inferior que él saltó de su sueño.
U: ¿Que coño estas haciendo?
Sandra estaba desnuda encima de él. Parecía loca, gimiendo sola, tocándose y frotándose contra él. Finalmente logró moverla a un lado y cubrirla con la sábana.
U: A ver ... se estaba frotando los lóbulos tratando de calmarse.
U: ¿Cómo entraste? Hay un guardia 24 horas del día afuera de la puerta.
S: Confían en mí ... se le acercó de nuevo. Él dio un paso atrás.
S: ¿Por qué no confías en mí también? tiró la sábana y se acarició los senos. Aunque Ulises no se había acostado con nadie desde la última vez que estuvo con Ainhoa, la vista de Sandra lo estaba poniendo enfermo.
U: Sandra, cúbrete ya! Eres una niña, ¡por Dios!
S: ¡No! no soy! ella gritó y corrió hacia él, él trató de mantener sus manos alejadas aunque ella seguía empujándolo para que la tocara.
S: No eres tan mayor que yo. Además, esta no será mi primera vez ...
U: ¿Qué le pasó al último tío? ¿Intentaste violarlo también? Eh?
Ella se enojó y lo abofeteó.
S: No estoy tratando de violar a nadie. Me lo pedirás tú mismo. Ya lo verás.
Ella salió con una sonrisa en su cara. Como una promesa. O una amenaza.
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Pasaron los días en la isla. Después de encontrar la casita en el bosque, Ainhoa estaba empacando sus cosas para pasar la noche allí con Max. Había empezado a sentir algo en el pecho. Pero no estaba segura de que fuera por Max. Vilma entró en la tienda y la sacó de sus pensamientos.

V: ¿Qué más necesitas? Ropa, comida, tu termo ... ¿condones?
Ainhoa la miró con cara de sorpresa.
A: Eres tan sucia mente!
V: ¡Bien bien! ¡Me voy a parar con las bromas solo porque pensar en ti y Max follando me da asco!
Se rieron
A: ¿Asco? Vaya! ¿Qué asco, tía? ¡Podríamos ser la pareja más sexy! ella bromeó
V: No, no lo serais. Esto ya te ha pasado con otro. Pero él pone una sonrisita en tu cara, y estoy de acuerdo con eso.   Vilma dijo con una expresión seria en su rostro y la abrazó.
A: Oye ... Me han acabado las compresas sanitarias , ¿tienes?
V: A ver, ¿pa qué coño tendría compresas sanitarias? ella señaló su vientre. Ainhoa se echó a reír.
A: ¡Cierto!
V: ¿Tienes la regla?
A: No ... Tengo un retraso y pensé que ahora que estoy un poco más ... tranquila, tal vez vendrá.
V: ¡Hostia! O tal vez estás embarazada...
A: ¿Qué dices, tía? ¡Ni de coña! Cada vez que me deprimo o estoy ansiosa, sucede. ¡Eso es todo!
Vilma solo la estaba mirando, con las manos en las caderas, asintiendo con la cabeza después de cada frase de Ainhoa. Después de unos segundos de silencio, gritó:
V: ¡Mi bebé va a tener un primo! O prima! ¡Qué guay, coño!
Ainhoa intentó hacerla callar cubriéndose la boca.
A: Pero, ¿qué haces? ¡Cállate! ¿Estás loca o qué?
V: Un chiquitin igualito Ulises, oh, me muero sólo de pensarlo!
Ainhoa de repente dejó de sonreír.
A: Dejemos de hablar de él, ¿vale? No creo que lo volvamos a ver nunca más ...
Vilma le acercó y le frotó la espalda con su palma.
V: Vale, lo siento. Para la mala broma, digo...
Besó a su mejor amiga en la mejilla y continuaron empacando.
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Ulises estaba hasta los cojones con todo esto. Decidió saltar desde la ventana de su habitación hacia el mar y desde allí vería lo que haría. Agarró una silla y la tiró al cristal, pero nada. Luego agarró un pequeño sillón y cuando estaba a punto de volver a intentarlo, Sandra y la capitána francésa entraron en la habitación.
C(apitana): ¿Te estás divirtiendo Sr. De la Cuadra?
Ulises se congeló y dejó el sillón.
U: Quise tomar un poco de aire fresco.       respondió irónicamente
C: Estamos listos para zarpar. Llevalo.     le dijo a su compañero quien puso esposas a Ulises y lo llevó fuera.

Sandra se agarró de su brazo y se caminó a su lado.
S: Seremos muy felices juntos, mi amor!

Ulises y AinhoaWhere stories live. Discover now