Ulises y Ainhoa

Frío

Ulises entró en su habitación haciendo ruido.
Ainhoa: Sssss! ¡La despertarás!
Ulises: Lo siento! -se dirigió silenciosamente hacia ella. Ainhoa ​​acunaba a la pequeña Lucía en sus brazos. Ulises seguía mirándola con una sonrisa en su rostro.
Ulises: ¡Es tan pequeña y linda que me muero!
Ainhoa ​​sonrió al escuchar lo que dijo
Ulises:  ... Hemos creado a esta personita ...- miró a Ainhoa ​​con una especie de amor que era más que amor.
Ulises: Te amo. -dijo serio
Ainhoa: Y yo a ti. -se inclinó y lo besó cuando Lucia comenzó a quejarse por ser aplastada por su pecho.
Ainhoa: Lo siento bebé ..
Se rieron en voz baja
Ulises: ¿Puedo mecerla?
Ainhoa: Ya está dormida la próxima vez. -puso a Lucia en su cuna.
Ainhoa ​​(volviéndose hacia Ulises que estaba mirando a su hija durmiendo): Oye ...
Ulises: ¿Hm?
Ainhoa: ¿Alguna noticia de Max? -se puso triste
Ulises: No ... No nos hemos alejado mucho de la posición de la tormenta, pero con esas olas y este frío ... -sabía que ella podía entender el resto de la oración. Se dio cuenta de que eso la ponía muy triste y la acarició la espalda con compasión.
Ulises: ¿Lo quieres, no?
Ainhoa: Se convirtió en familia ... - bajó la cabeza y el la besó
Ulises: Lo se ...
Ainhoa ​​suspiró y pudo ver su aliento en el aire.
Ainhoa: Hace mucho frío hoy ...
Ulises: Creo que estamos cerca de la Antártida.
Ainhoa: Nos congelaremos hasta la muerte ...
La abrazó con fuerza y ​​le frotó los brazos para calentarla. Luego se quitó la chaqueta y se la puso encima del bebé.
Ulises: ¿Cómo podemos saber si tiene frío?
Ainhoa: No lo se ...

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Ainhoa: ¿Cómo estás? -se frotó la espalda de Rosa
Rosa: No sé qué sentir ... -su cara estaba hinchada por todo el llanto y se veía terrible, vestida con ropa sucia y vieja y sin haberse bañado desde que Max se perdió en el mar.
Ainhoa: Ulises me dijo que Max estaba enamorado de ti. ¿Tu lo sabias?
Rosa (mirándola sorprendida): ¡No! -y estalló en llanto de nuevo. Ainhoa la abrazó
Ainhoa: Lo siento ...
Rosa: Empecé a sentir cosas por él, Ainhoa ...
Ainhoa: Lo sé cariño ... -se acarició el pelo
Rosa: Y ahora tengo que cuidar a Raton y no sé lo que estoy haciendo ... Max hizo todo tan bien ...
Ainhoa: Estoy aquí para ayudar. Todos lo somos.
Rosa: Deberías ir con tu bebé, ella solo tiene 2 días ...
Ainhoa: Ulises está con ella. ¿Vale?

Rosa dejó de llorar y moverse
Ainhoa: ¿Qué pasa?
Rosa: No sé ... me siento con sueño todo el día y ahora ... solo quiero cerrar los ojos. -se metió debajo de las sabanas y cerró los ojos
Rosa: Solo unos minutos ... -murmuró mientras se quedaba dormida.
Ainhoa sintió exactamente lo mismo y decidió ir a contarle a Julia. Al salir notó que muchas personas dormían por todo el barco; en los sofás, las sillas, los bancos, las literas. Sintió su cabeza pesada pero logró caminar hacia su habitación. Abrió la puerta y vio a Ulises durmiendo en su cama con Lucia en sus brazos.
Ainhoa: Ulises? -murmuró cuando sus ojos comenzaron a cerrarse, y pronto se quedó dormida junto a su pequeña familia.

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Huele a verano. Ella abre los ojos y huele el mar de la mañana. Los rayos de sol calientes acarician su rostro. Ella tiembla a su lado y siente una pequeña mano.
Ainhoa: Buenos días princesa ... -murmura girándose a un lado y abriendo los ojos. Hay una hermosa adolescente despertando a su lado. Impresionantemente hermosa, con ojos verdes, piel blanca suave, cabello oscuro y hermosas cejas.
Lucia: Buenos días mami ... -se estira y la rodea con sus brazos.
Ainhoa: ¿Dónde está papá? -lo mira alrededor de la habitación por él.
Lucia: mami, ¿estás bien?
Ainhoa: si. Por supuesto. ¿Donde esta tu papá?
Lucia: Mamá ... papá está ... ya no está con nosotros ...
Ainhoa sintió que se le cortaba el aliento, le zumbaban los oídos y le dolía el pecho.
Ainhoa: ¿Qué dices Lucía?
Lucia se levanta, se viste y camina hacia la puerta con una expresión preocupante en su rostro.
Lucia: Iré a buscar a Julia, ¿de acuerdo? Descansa aquí hasta que regrese.
Ainhoa se sintió perdido. No le gustaba este sueño después de todo.

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Lucia: abuelo? -llama a la puerta y entra en la habitación. Ricardo está sentado en su escritorio escribiendo lo que Julia le está recitando de su diario privado.
Ricardo: Lucia! Mi preciosa nieta! -él abre los brazos y espera su abrazo. Lucia le da el abrazo pero él la siente extraña
Ricardo: ¿Qué pasa hermosa?
Lucia: Mamá ... está preguntando por papá otra vez ... -una lágrima cae por su rostro.
Julia: No puedo darle otro sedante ...
Lucia: Abuelo, Julia ... ¿por qué no recuerda que está muerto?
Ricardo: Verás, Nena, Ulises fue el mejor hombre que jamás haya caminado sobre esta tierra y para tu madre, lo fue todo. Su mejor amiga, su cómplice jaja, el amor de su vida.
Lucia (llorando): ¿Como esos amores que Julia me leyó en los libros?
Julia: Sí, cariño. Y más....
Lucia: Daría cualquier cosa por haberlo conocido ...
Ricardo: Lo sé, Lucia, lo sé ...
Lucia: ¿Qué puedo hacer para ayudar a mamá?
Julia (frotando su brazo con amor): No mucho, cielo. Su mente y corazón siempre estarán con él. Dale tiempo, ella misma resolverá las cosas.
Lucia: Vale ... entonces iré a hacerle compañía ...
Julia: Cariño, tienes clases para ir y amigos con los que estar.
Lucia: quiero quedarme con mamá. Ella es más importante. -se marcha. Julia mira a Ricardo preocupada.
Ricardo: Ella tiene sus libros para escapar, pero mi pobre hija nunca se librará de la desaparición de Ulises en el mar.
Julia: Han pasado años ... Nunca antes había visto a alguien tan comprometido con otra persona.
Ricardo: Sigue viviendo en ella. En la cara de Lucía también. Mi pobre hija ...
Julia: Cuando encontremos tierra, ella mejorará.

Ricardo: Rezo para que sea así, Julia ...

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La tierra, por fin!

Lucia salta arriba y abajo en la cama
Lucia: Tierra! ¡Mamá! ¡Tierra!
Ainhoa sigue estando debajo de las sábanas, perdida en sus pensamientos.
Lucia: ¡Y ahora puedo correr salvaje y libre con Jaime y Robertito y el resto! ¡Y puedo sentir el barro debajo de mis pies por primera vez! ¡Y ver árboles! Y animales! -se cae sobre el colchón, asustando a Ainhoa
Ainhoa: ¿Encontramos tierra?
Lucia: si !! ¿No es genial? -la besa con fuerza
Lucia: ¡Vamos! ¡Ven conmigo! -la saca de la cama y pronto se embarcan en un pequeño bote que se dirige a la orilla.

Lucía y Jaime corriendo por la orilla, jugando y bromeando.
Vilma: ¿Estás bien, tía? -Vilma le preguntó a Ainhoa quien seguía mirando algo persistentemente.
Rosa: ¿Que? ¿Viste a un nativo fornido corriendo desnudo? - bromea y se frota la panza

De repente, cuando nadie le estaba prestando atención, Ainhoa ​​comienza a correr hacia una dirección. Lucía la atrapa con los ojos desde lejos y comienza a correr detrás de ella.
Lucia: Mamá! ¡MAMÁ!
Ainhoa ​​se detiene. Jadeando por la emoción y no por el ejercicio, clava sus ojos en algo.
Lucia: Me asustaste! -agarra el hombro de su madre
Voz: ¿Chivata?
Ella se acerca, sosteniendo la mano de Lucia y la cara se aclara.
Ainhoa: ¿Polizón? - llora y se ríe al mismo tiempo. Lucia no puede entender lo que está pasando. Los dos se abrazan y sus dos cuerpos se convierten en uno. Lucía sigue mirándolo. Ulises la mira sin separarse del abrazo. Lucía está procesando su rostro: parece joven, fuerte, guapo, pero muy muy melancólico. Su rostro le recuerda al suyo, sus labios, sus lunares.
Lucia: Papá? -murmura la palabra
Ulises: Princesita? -llora más y extiende una mano sin soltar a Ainhoa. Lucía salta en sus brazos sin pensarlo dos veces.
Ulises: Mi niña ... -besándola y oliéndola el pelo
Ulises: Cómo creciste ...
Lucia: Papi ... Recé mucho por conocerte, todos los días desde que podía hablar.
Ulises: Ya, mi amor, se acabó. No voy a ir a ningún lado nunca más.

Lucia: ¡Tienes que contarnos todo!
Ulises: Sí, mi vida, ¡lo haré!
Ainhoa: ¡Qué pesadilla más terrible! -susurra

Continuará