Pasión

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Hola chic@s! Los capítulos son bastante explícitos, asi que lean bajo su propio riesgo. Por favor dejad un comentario, siempre son bienvenidos. Disfrutad!

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Estaban acostados allí, prácticamente pegados el uno al otro en un abrazo, mientras recuperaban sus fuerzas y sus respiraciónes

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Estaban acostados allí, prácticamente pegados el uno al otro en un abrazo, mientras recuperaban sus fuerzas y sus respiraciónes. Ainhoa rió juguetonamente y se estiró un brazo hacia abajo el cuerpo desnudo de Ulises y cuando encontró su vello púbico se detuvo y buscó su pene que era ahora de nuevo a su tamaño normal. Ulises, bruscamente, volvió los ojos y la miró.

U: ¿Qué haces ahí, niña?

A:Descubriendo cuánto me quieres

U: Es una pena que aún no lo sepas

A: Bueno ... tengo una pequeña idea al respecto.

Ella sonrió y le apretó un poco el pene. Ulises se quejó tanto en lujuria como en dolor. Él la agarró por la muñeca de la mano cual se utilizó para burlarse de él. En un movimiento rápido él la acercó a un cm de su boca. Sintiendo la respiración del otro, dijo:

U: Con solo pensar en ti, mi sangre hierve e hiperventilo como loco

Ella había dejado de moverse - no es que pudiera- y estaba cautivada por la forma en que la sostenía y las palabras que le decía, como si estuviera hechizada. Sintió mojada y le corrió por el muslo.

U: ¿Quieres ver por ti misma?

Él asintió con la cabeza para mirar su polla y sin siquiera tocarlo, volvió a ponerse duro. Ella había clavado sus ojos en su bulto mientras él solo miraba a ella, todavía sosteniéndola por las muñecas y teniendo su rostro muy cerca del suyo. Ella se volvió y lo miró. Se frotó contra su piel mientras hacía pequeños gemidos por un minuto.

U: Eres la única que me pone así. ¿Y sabes qué?

A: ¿Qué? susuró

U: Es 100 veces más fuerte que solo follar. Follar mientras estás enamorado es como un vampiro que toma todas las drogas del mundo de una sola vez. Esos cabrones sienten que todo se multiplica. Imagina también estar drogado. Así es como me siento, seas a 10 centímetros de mí o al otro lado del océano.

Ainhoa se quedó en silencio por un momento.

A: Mira..., Drácula, ¿sabes cómo me pones tú?

Ulises se sonrio de la broma de "Drácula". Ainhoa se levantó y bajó de la cama. Ella extendió su brazo hacia él

A: Sígueme.

Él la tomó de la mano y bajó de la litera.

U: Estamos desnudos y... mi ... es ... señaló a su miembro erecto.

A: No iremos a ninguna parte. Aún.

Ulises sonrió de lado.

U: ¿Qué planeas hacer?

A: Yo no. Tú.

Se inclinó sobre la mesa, colocando los codos sobre su superficie, abriendo las piernas. Ella lo miró por encima del hombro.

U: ¿Estás segura?

A: Sí.

Él se acercó. Su miembro duro alcanzó su culo primero antes de que su cuerpo estaba cerca. Se había vuelto demasiado grande. Se acercó al poner su miembro abajo, frotándose contra su clítoris. Ella gimió de deseo. Sin tratar de guardar silencio. Sin preocuparse por nada ni por nadie más. Su coño estaba pulsando, esperando ser llenado por él.

A: Sí. Sí... ella articuló, jadeando.

Él colocó sus manos en la parte baja de su vientre, suavemente, manteniéndola de pie porque le temblaban las rodillas.

A: Ulises, por favor, por favor ...

Se agarró del extremo de la mesa y apoyó la cabeza en la superficie. La penetró una, dos, tres, cuatro, cinco, seis veces. Ella gritó "aaaa" y exhaló en voz alta 

Luego sacó su pene, dejando su coño pulsando más fuerte que nunca, vacío. Él la giró, colocando sus piernas a ambos lados de su pelvis. La sentó en la mesa, estaban sin aliento pero seguían adelante. La miró por unos segundos, ella lo miró de regreso esperando ... Él entró lentamente. Ella jadeó. Lo sacó por completo y volvió a entrar. Repitió el proceso una docena de veces.

A: Más rápido.    suplicó

Ainhoa lo agarró por el pelo en la nuca y se preparó. Ulises la bombeaba con fuerza. Mientras mantenía su frente sobre la grieta de su cuello. Respirando rápido y fuerte por su pecho. Con ritmo, cada entrada seguía una salida completa. Hasta que perdió el control y se movió cada vez más rápido, sin salir completamente, jadeando.

U: Coño... Susurró

U: ¡Joder! Exclamó.

Él dejó caer el peso de su cuerpo sobre sus brazos y ella lo abrazó. Todavía estaba en ella, descargando su carga. Sus pechos sudorosos moviéndo arriba y abajo como locos.

A: Joder, te amo

Ulises sintió que las paredes de ella se contraían alrededor de su pene, y nunca quiso separarse de ella. Se quedaron unidos por unos momentos. Así, abrazando.

Ulises y AinhoaWhere stories live. Discover now