Ulises y Ainhoa

Nieve

Siento que es difícil últimamente crear nuevos capítulos.. ¿Algunas sugerencias? ¿Qué les gustaría ver? ¡Gracias de antemano!

------

Ulises y Ainhoa caminaban por el bosque nevado. Él la había vendado los ojos, nunca soltando su mano, guiándola a un lugar especial.
A: ¿A dónde me llevas? 
U: Aquí ... -dijo y se la quitó la venda de los ojos. Frente a ellos había una pequeña casa con la mejor vista al mar. Ella se dio la vuelta y lo miró emocionada, y se volvió para mirar la casa otra vez. Ulises envolvió sus brazos alrededor de su cintura desde atrás y dejó que su barbilla descansara en la grieta de su cuello. Sonriendo como tontos, hicieron sueños en silencio.

Él la besó en el cuello y ella sintió que su piel se erizaba por el deseo, cerrando los ojos dejó escapar un ronroneo de lujuria. Él procedió a besar su piel hasta la oreja, acariciándola con la nariz y luego mordiéndola dulcemente.

A: Ulises ..... -murmuró ella, en pasión.
U: Me encanta cómo se te endurecen los pezones cuando estás cerca de mí ... -le susurró al oído, haciéndola sonreír.
U: ¿Te gusta?
A: ¡Más que nada! -se dio la vuelta y lo miró con los ojos llorosos y una amplia sonrisa. Lo besó.
U: Feliz Navidad, Ainhoa. -susurró contra sus labios cuando se liberaron del beso.
A: Feliz Navidad, Ulises... -podía sentir la necesidad de hacerle suyo acumulándose en su interior. A pesar de la nieve, su piel ardía. Sin apartar los ojos el uno del otro, Ulises extendió su mano y acarició su muslo interno hasta sus bragas.
U: Gracias a Dios que llevas falda ... -susurró, sonriendo traviesamente. Ella rió. Ulises acarició su clítoris sobre la tela, ella sintió su piel arder bajo su toque. El aire frío hizo su necesidad de calentarse más fuerte. Él la acariciaba su clítoris, haciendo que la temblaran las rodillas. Ella tuvo que agarrarlo por los hombros para mantenerse en pie. Quitó la mano dejándola con ganas de más.
U: ¿Entramos?

U: Sé que no es grande pero .....- ella le hizo silenciar
A: Es perfecto.
U: Lo expandiré pronto. - la frotó el vientre, sonriendo con insinuación
A: Sin prisas ... Es ideal por ahora, para los dos. -lo besó apasionadamente

Ainhoa miraba el interior mientras Ulises no podía dejar de lado lo que ella acababa de decirle.
U: ¿No hay bebitos en nuestro futuro cercano? -susurró en su oído, abrazandola por detrás, balanceándola lentamente de izquierda a derecha.
A: Estamos en nuestros veintes! Somos críos nosotros mismos. -se quejó de una manera tan mona que lo hizo derretirse
U: Bueno, tienes razón, supongo ... -la besó el pelo, sintiendo un poco decepcionado.

Ella lo arrastró de la mano a la "cama", que era un colchón en el suelo, con mantas calientes y dos almohadas. Ulises se quitó el abrigo y luego su pulóver azul.
U: Te toca.
Ella no pudo resistir un desafío. Se quitó la ropa, solo manteniendo sus bragas encima. El se colocó entre sus muslos, deslizando su dedo sobre su piel hasta sus bragas, quitándolas lentamente. Ainhoa arrodilló sobre la cama y lo empujó hacia atrás y él cayó de espaldas sobre el colchón. Ella le quitó los jeans, solo dejándolo con sus boxers y un bulto enorme debajo de ellos.
A: ¿Emocionado de verme? -se mordió el labio mientras sonreía juguetonamente antes de acariciar su erección, haciéndolo saltar un poco.
U: Ven acá. - ordenó extendiendo su mano hacia ella. Ella se negó con la cabeza. Agarrando su bufanda del suelo, le ató las manos sobre la cabeza. Le quitó los boxers y lo tomó en su mano. Comenzó a acariciarlo de arriba abajo, besando la punta. Ulises trató de no ahogarse en el esfuerzo de mantenerse "cool".
U: Me estas matando   -jadeó y apretó su mandíbula.

Ainhoa se detuvo, se levantó y lo miró fijamente. Ella estaba a cargo.
A: ¿Serás malo otra vez? -se burló de él
U: (sonriendo confundido) ¿Qué?
Ella buscó en el bolsillo de su abrigo y tomó su cámara. Hizo una foto de él, desnudo y atado en la cama. Su erección enorme, descansando sobre su estómago.
U: ¿Qué haces?
A: "¡Siempre hago fotos de las cosas bonitas que veo! "-ella sonrió citándolo
U: Tienes que borrarla ya.. Alguien podría encontrarla ... -dijo con una pequeña risa
A: No. Será nuestro pequeño secreto sucio.
U: Desátame. -le mostró sus manos y ella asintió negativamente
U: Ainhoa! ¡No me jodas, e!
A: ¡Ay, chaval! ¡Ni siquiera he comenzado! -caminó sobre la cama, poniendo una pierna a cada lado de sus costillas, sin tocarlo, lo que lo hizo arder de deseo. Hizo otra foto.
U: Es broma, ¿verdad? -protestó
A: Es castigo. Por cada vez que rompiste mi corazoncito ... -dijo burlonamente
U: ¿Qué vas a hacer? -dijo poniendo una cara muy seria.

U: Ainhoa. ¡Ya!
A: Hazme ... -se mordió el labio inferior, mirándolo provocativamente
U: ¡A la mierda con esto! -gruñó y con un movimiento se liberó. Antes de que ella lo supiera, él la volteó y estaba cayendo de espaldas sobre el colchón, con Ulises encima. Con velocidad, empujó su pene muy duro dentro de ella, tocando su punto "G" con el primer empuje. Se detuvo, sus paredes vaginales rogándole que se moviera.
A: ¡Muévete! -suplicó después de un rato
U: Suplica. - susurró contra sus labios
A: ¡Por favor, Ulises, muévete ya! -se quejó, frunciendo el ceño y liberando algunas lágrimas de toda la lujuria. Él agarró sus pantorrillas y puso las piernas sobre sus hombros, para un mejor acceso. La dedicó una sonrisa torcida.

U: ¿Lista?
Ella asintió, sudando y jadeando antes de que él comenzara. Quitó el pene lo más lentamente que pudo, dándole una sensación de ardor. Comenzó a empujar duro, estaba saliendo completamente y luego entrando con fuerza, haciéndola jadear y apretar las sábanas... Luego agarró sus manos y las inmovilizó en el colchón con las suyas sobre su cabeza.

Sus empujónes se volvían más descuidados y rápidos. El sonido de sus órganos chocando llenó la habitación.
A: Más... ¡Más! -gritó ella
U: ¡Dios! -gruñó y dejó caer su cabeza sobre la de ella, respirando contra su boca. Empujó con todas sus fuerzas una última vez y se quedó allí, su miembro palpitando, llenándola con su semilla. Las paredes de Ainhoa se apretaron alrededor de su pene. Ulises cayó sobre ella, ambos recuperando el aliento.
A: Deberíamos probar el sexo enojado. -rieron.