Ulises y Ainhoa

Olas -1

Espero que les guste chicos. Ideas para la segunda parte?

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Ulises: Faltan menos de dos meses ...
Ainhoa: Mmm ... -sonrió mientras ronroneaba bajo su toque.
Ulises: Oye, Lucia ... es papi ... -es ahí cuando sintió su patada y saltó sorprendido.
Ulises: ¡Me escuchó! Ainhoa, me escuchó!
Ainhoa: No sé si te escuchó, pero últimamente sigue haciéndolo mucho. Tiene prisa por salir.
Ulises: Todavía no, bebín ... En  cuando habremos encontrado tierra. -le susurró al vientre
Ainhoa: ¿Qué tan seguro estás de que las coordenadas que tienes sobre esta tierra son correctas?
Ulises: Estuve allí después del rascacielos. Sé que hay tierra.
Ainhoa: ¿Es seguro para nosotros?
Ulises: Nada es seguro. Tendremos que luchar por nuestros derechos y nuestras vidas.
Ainhoa ​​parecía preocupada, así que la tomó su mano.
Ulises: Pase lo que pase, ustedes dos estarán a salvo. Siempre protegeré a mis chicas. -la besó suavemente
Ainhoa: ¡Ay! -se agarró el vientre de dolor
Ulises: ¿Qué pasa?
Ainhoa: Me está pateando fuerte. No pasa nada... -estaba inhalando y exhalando. Entonces, la alarma del barco sonó.
Ainhoa: ¿Ulises? ¿Que es eso?
Ulises: Relájate, mi amor. Seguro que no es nada. Iré a ver qué pasa. -Cuando él se levantó para irse, ella agarró su mano
Ainhoa: Nooo ... - lloriqueando realmente asustada
Ulises (besándola): ¡Ahora vuelvo!

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Ulises: ¿Qué pasa, papá? -corrió hacia Julian
Julian: Me cago en todo lo que se menea, ¡eso es lo que pasa! -estaba jadeando, sudando y totalmente asustado
Julian: Olas, hijo, olas a la altura del Burj Khalifa.
Ulises: ¿De qué?
Julian: ¡El edificio más alto del mundo, hijo, espabila, coño! -se limpió el sudor de la frente
Ulises: ¿Y qué significa eso? -Ulises sabía pero quería escucharlo decirlo
Julian: Estamos en el quinto coño y la muerte se dirige hacia nosotros. Estámos jodidos. -abrazó a su hijo y comenzó a llorar mientras Ulises se mantenía rígido y frío como la piedra.
Julian (sollozando): Solo temo por la vida de los niños aquí ... Valeria, Robertito, Jaime, tú, mi sobrina, ...
Ulises: Lucia ...- murmuró y una lágrima cayó de su ojo.

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Ulises dejó a Julian y corrió de regreso a Ainhoa. El barco había comenzado a balancearse de izquierda a derecha y el tuvo que agarrar las paredes para evitar caerse. Pateó la puerta y vio a Ainhoa en el suelo.
Ulises (corriendo y arrodillándose para ayudarla): ¿Qué haces?
Ainhoa (dolorida): Tenía miedo y quería encontrar a Julia. -la recogió del suelo. Su overol de jean estaba mojado.
Ulises: ¿Qué pasó? -señaló sus muslos y Ainhoa los miró y luego a él, asustada.
Ainhoa: Ulises ...? -se lo agarró el brazo con más fuerza y Ulises se dio cuenta de que era hora. La tomó en sus brazos y corrió por el pasillo gritando por Julia.
Ulises: JULIA! JULIAAAA!
Julia (corriendo): ¿Estáis bien? -acarició la pálida cara de Ainhoa que intentaba no desmayarse en los brazos de Ulises.
Ulises: Creo que Lucia viene ...
La cara de Julia se congeló. Tragó saliva y luego forzó una sonrisa a Ainhoa que parecía preocupada.
Ainhoa: Julia?
Julia: Todo bien, cielo ... Vamos a la enfermería ...

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Ainhoa estaba acostada en la cama quirúrgica y Julia le indicó a Ulises que le hablara en privado.
Ulises: ¿Qué pasa, Julia?
Julia: Lucía será prematura ... no es un parto normal.
Ulises: No te entiendo..
Julia: ... tengo que realizar una cesárea, pero es arriesgado.. o ...
Ulises: ... o qué ...
Julia lo miró a los ojos y le apretó la mano con compasión.
Ulises: ¡No, no, no! Eso no va a pasar. No voy a perder a ninguna de las dos. Sin cirugía ...
Julia: Ulises, mírame. Solo el 46% de los bebés prematuros nacen por vía vaginal.
Ainhoa: Estoy con Ulises ... -lo había escuchado todo pero parecía tranquila y lista aunque sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Ulises: Cariño, mírame ..- le acarició la cara
Ulises: ¿Estás segura?
Ainhoa: Si. Las cirugías son peligrosas, quiero intentar sin una.
Ulises (volviéndose para mirar a Julia): ¿Puedes manejarlo?
Julia: Creo que si...
Ainhoa: Aaaa ... -gritando en dolor
Julia: ¡Ayúdame a cambiarla!
Ulises la desnudó con cuidado y la ayudó a ponerse una bata de hospital. Julia comprobó su dialación mientras Ulises intentaba calmarla.
Julia: Todavía no es la hora.
Ulises: ¿Qué hacemos entonces?
Julia: Tienes que ayudarla a caminar para que el bebé se ponga en posición.
Ulises: Vale ...
Julia: Rezo para que venga antes de que las olas nos golpeen ...

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Max: Rosa! Rosa!
Rosa: que? -ella se dio la vuelta
Max: ¡Ainhoa está de parto!
Rosa: ¿QUÉ? -se fue a correr hacia ella pero Max la detuvo
Max: Ulises me dijo que necesitaban nuestra ayuda.
Rosa: ¿Con qué?
Max: Estamos a cargo de Valeria ahora. Vilma tiene a Jaime y Salomé Robertito ... Julia no puede cuidar a Valeria y necesito ayuda porque tengo a Ratón ... y ...- hiperventiló y Rosa le puso la mano en el hombro.
Rosa: Max ... podemos hacerlo. ¿Vale?
Max: Vale ... Gracias.
Rosa: Vamos a buscar a los niños.

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Rosa: Valeria, ¿qué pasa? -le preguntó a la niña que estaba sentada triste y acurrucada en la cama.
Valeria: ¿Morirá mi hermana?
Rosa miró a Max, ninguno de los dos sabía qué decir.
Rosa: No, cielo, no. -se acarició el pelo.
Valeria: escuché a Salomé decirle a mi papá que era ella o Lucia ... prefiero que sea Lucia ...
Max: Cariño ... No digas eso ... -se arrodilló ante ella
Valeria: Pero es verdad ... No conozco a Lucia, pero Ainhoa la he conocido toda mi vida.
Rosa: A ver. ¿Amas a Ainhoa? -Valeria asintió
Rosa: ¿Amas a Ulises? -asintió otra vez
Rosa: Entonces Lucia la adorarás porque es un poco de ambos.
Valeria la miró con ojos grandes
Valeria: No lo había pensado así ...
Raton: Somos los mayores ahora. Tenemos que cuidar a los bebés. -puso su mano sobre la rodilla de Valeria
Valeria (volviéndose hacia Rosa): No quiero tener hijos, nunca. -y apartó la mano de Ratón de su rodilla.

Raton: ¿Ustedes dos también tendrán hijos? -le preguntó a Max y se sonrojó. Miró a Rosa, que parecía lista para reír. Antes de que pudiera responder, una ola golpeó la nave y los arrojó al suelo.
Max: ¿Todos bien? -gritó al encontrar el equilibrio.
Valeria y Ratón: ¡Sí!
Max: Rosa? -la vio en el suelo inconsciente y la giró para ver, tenía sangre en la frente.
Max: Rosa? -trató de despertarla y ella lentamente ganó su conciencia.
Rosa: Golpeé contra la esquina de la cama ... -murmuró
Max: Déjame encargarme de eso. Chicos, jugaremos a los médicos.
Valeria y Raton: ¡Guay!
Max: Ahí está mi bolso, tengo un botiquín dentro, ¿me lo podeis traer?
Los niños fueron a buscar y mientras Max revisaba el corte en su cabeza, Rosa sintió que nunca antes había visto unos ojos azules tan hermosos y profundos.

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Ulises: Anda, chivatita, puedes hacerlo ... -la apoyó mientras la ayudaba a dar unos pasos por la habitación.
Ainhoa: Sé que te hubiera gustado estar allí fuera ahora, luchando contra las olas ...
Ulises: No hay otro lugar en el que preferiría estar sino aquí con mis chicas... -le besó a la mano con lo que ella lo sostenía. Fue entonces cuando una segunda ola golpeó la nave. Las luces parpadearon.
Ainhoa: Por favor, la electricidad no ... -rezó en voz alta, luego Julia entró.
Julia: Para un chico de tu edad que no tiene idea de lo que está haciendo, lo estás haciendo muy bien Ulises ... -Ulises sonrió orgulloso
Ainhoa: ¿Qué hay de mí? Soy el que tiene una cabeza entre las piernas ...
Julia: ¿Qué cabeza? -se apresuró a mirar debajo del vestido de Ainhoa
Julia: ¡Lucía ya viene chicos!
Ulises (besándola repetidamente): ¡Ya viene la pequeña, mi amor!
Ainhoa ​​(agarrándose de su pecho): Sí, ella viene hombre, pero tú tranquilo porque tu corazón está acelerando como loco.
Julia: Eres muy habladora nena, ¿no? Deberías estar gritando de dolor ahora...
Ainhoa: Pero no siento mucho dolor ... -la miró preocupada y Julia se puso seria de repente mirándolos a ambos.