Secuestrados

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Capítulo largo, lo sé ... Perdón por esto. Espero que les guste. Xo

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Todos bailaban y bebían en una pequeña fiesta que Piti había organizado, excepto Ulises. Estaba actuando raro últimamente y Ainhoa no lo había visto todo el día.

R: ¿Una foto de los novios? -Ricardo levantó la cámara en el aire cuando vio acercar Ulises del bosque. Lo agarró del brazo y lo arrastró al lado de Ainhoa. Ella sintió alivio al verlo, pero era obvio que su sonrisa era forzada y algo estaba mal con él.
A: ¿Qué pasa contigo? -le susurró mientras su padre intentaba encontrar el ángulo correcto para sacar la foto.
U: Nada.

R:  ¡Sonreíd!

Tan pronto como la foto fue tomada, Ulises la dejó allí parada y entró en la casa

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Tan pronto como la foto fue tomada, Ulises la dejó allí parada y entró en la casa. Lo encontró en el baño lavándose la cara.

A: Te conozco. Te pasa algo.
No se dio la vuelta para mirarla. Ella se enojó y cerró la puerta con fuerza.
A: Ulises, ¡joder! -lo obligó a darse la vuelta y le acarició la cara.
A: ¿Tienes fiebre?...
Él le quitó las manos de encima.
U: Estoy bien.
A: No, no lo eres! -insistió y se acercó a él otra vez.
U: ¡Me estás sofocando! ¡Estoy harto! -gritó
Ella dio un paso atrás.
A: ...¿Qué?
U: ¡Estamos pegados el uno al otro! ¡Cada minuto de cada dia! Déjame ser por un momento, ¿vale?
A: ¿Eso es? .... Te cansaste de mí.
U: Sí, ¡coño!
A: Lo siento que no habías pensado en eso antes de pedirme que me casara contigo.
U: Bueno ... yo también..!
A:  Vale....no estoy obligando a nadie que no quiera estar conmigo a hacerlo. ¡Que te den, tío! -le hizo la peineta antes de darse la vuelta y irse.

Después de un rato, lo vio escabullirse nuevamente al bosque y lo siguió.

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Ulises caminaba hacia la casita. Alguien lo estaba esperando adentro. Ainhoa se acercó a la ventana para espiar.
U: Hice lo que me pediste.
S: ¿Rompiste con ella?
Él bajó la cabeza... En realidad, no había podido romper con ella, solo la había dejado atrás muy enojada.
U: No me buscará, no quiere verme.
Eran dos. Sandra y Leonor.
L: No confío en su noviecito chulo. -dijo a Sandra
U: Iré contigo, ¡joder! ¿Qué más quieres?
Ainhoa se dio cuenta de que lo que le había dicho en el baño, era para protegerla de algo...para alejarla de él... Tenía que ayudarlo, para que no lo llevaran. Irrumpió sin tener un plan.

Los tres la miraron: Ulises con angustia, Leonor con su cara de "lo sabía" y Sandra con odio absoluto.
U: ¿Qué haces aquí?
A: ¡No podría dejarte escapar de lo nuestro tan fácil! -trató de bromear
L: Bueno. Niños.. ¡Volvemos al plan inicial! ¿Vale? -dijo ella mientras sacaba una pistola de su abrigo.
L: Digo... llevamos a la "máquina para bebés".... (señalando a Ainhoa)
Ulises saltó frente a Ainhoa ​​para protegerla.
U: ¡Teníamos un trato! ¡Me llevas en su lugar!
L: Lo siento, cariño..Un coño siempre es más útil que una polla. -dijo y miró a Sandra
L:  Aunque.....mi pequeña Sandra, aún necesita un semental. Los traemos ambos.
S: ¡Ay gracias! -saltó de alegría como una niña
A: Ulises... ¿Qué esta pasando? -estaba muy asustada. Ulises se dio la vuelta y le tomó la cara entre las manos
U: Mírame....... Deberías haberte quedado enojada conmigo, chivata.. ¿Por qué me seguiste?
A: Porque te amo ... -Ulises la envolvió en sus brazos. Estaban indefensos.
L: ¡Que monos!  ... ¡Vamonos! -empujó a Ainhoa a caminar. Ulises se dio la vuelta y miró a Leonor con furia. Los pusieron en un camión, esposados el uno al otro.
A: ¿A dónde nos llevas?
L: (sonriendo) A su nuevo hogar. Estamos construyendo nuestra propia civilización y necesitamos reproductores y trabajadores para aumentar la población. ¡Ustedes dos son afortunados! Buenos genes y jóvenes. Justo lo que necesitábamos.
S: Solo que Ulises es mío y solo mío y tú ... bueno ... eres de todos. -le sonrió vengativamente y Ainhoa comenzó a llorar.
U: Ssss ... -Ulises trató de tranquilizarla. Ella se apoyó en él y él la besó en el pelo. Intentaron disfrutar el uno del otro antes de que los separaron para siempre.

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Llegaron al amanecer. La luz que entró en el camión cuando Sandra abrió la puerta los cegó por un instante.
S: Espero que hayais descansado porque ahora comienza la diversión. -los hizo bajar. Ainhoa ​​lo sostenía de la mano lo más fuerte posible y Ulises no aflojó su apretón ni por un segundo.
L: Pasarán algunas semanas en el campamento de adaptación y luego será todo tuyo. -le dijo a Sandra mientras se pellizcaba la mejilla con cariño.
Dos hombres armados los llevaron al campamento. Los hicieron ducharse juntos con agua helada. Ainhoa ​​lloró por el frío y Ulises la abrazó para calentarla. Les dieron ropa y toallas y los encerraron en una habitación blanca.
A: ¿Cómo vamos a salir de esto? -perdió la calma, paseándose por la habitación mientras Ulises estaba sentado en la cama, sin expresión en su rostro.
U: No lo sé ... Ven aquí. -la tomó de la mano y la acercó. La sentó en su regazo.

U: Eee ... tranquila.... -se limpió las lágrimas

A:  Quiero ir a casa...
U: Lo sé ... -la besó el hombro.
A: No sé qué haré sin ti una vez que nos separen ...
U: Todo va a estar bien.
A: ¡Escuchaste a Sandra! ¡Se aprovecharán de mí! .....Me da asco solo de pensarlo.
U: Mataré a todos los que pongan una sola mano encima. ¿Me oyes?
 Acurrucaron en la cama, aunque ninguno pudo cerrar un ojo. Por la mañana, algunas personas irrumpieron y los agarraron.
U: Déjala! -le ladró al hombre que sostenía a Ainhoa
L: ¡Cálmate, machote! -Leonor entró
L: Solo les haremos algunas pruebas para asegurarnos de que todo funcione. -señaló sus genitales.
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Todavía estaban en la cama, mirándose a los ojos. Nadie había venido a buscarlos.
U: ¿Tienes frío?
A: Un poco ...
Tomó sus manos , las acercó a su boca y respiró aire caliente para calentarlas.
A: ¿Crees que tienen cámaras aquí?
U: Quizás ... ¿Por qué?
Ella los cubrió con la manta por completo.
U: ¿Qué haces?
A: Quiero que me hagas el amor. Por lo que sabemos, podría ser nuestra última vez ... -contuvo algunas lágrimas. Él tomó una expresión seria y lentamente se acercó a sus labios. Cerraron los ojos y disfrutaron del beso más lento y prolongado que existía.
A: Quiero que dura todo el día ... -susurró lujuriosamente cuando él le besó la barbilla y luego el cuello. Él volvió a mirarla a su cara.
A: ¿Qué? -se rió
U: Esas cejas ... -las besó y con su mano derecha la bajó sus pantalones y bragas de una vez. Sin dejar de mirarla, bajó los suyos. Ella le abrió las piernas y él se quedó cerca de su entrada, apenas tocándola con su punta.
U: Eres todo..... -le susurró al oído cuando él la tomó de las manos, entrelazándolas con las suyas.

Entró en ella lo más lento que pudo, ella cerró los ojos y abrió la boca con excitación

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Entró en ella lo más lento que pudo, ella cerró los ojos y abrió la boca con excitación. Él la mordió su labio inferior y luego puso su lengua en su boca. Ella se puso encima de él, besando su pecho y acariciando con sus dedos la parte justo debajo de su ombligo donde tenía una línea de cabello que bajaba hasta sus genitales.

Sentada en su pene, no quería que esta sensación terminara nunca. Después de unos segundos, ella comenzó a moverse, lentamente, recibiéndolo completamente dentro. Ninguno de los dos perdió el control para moverse más rápido, continuaron todo el tiempo así, sintiendo que sus sexos ardían por el deseo de más velocidad.
U: Ainhoa ...- susurró y ella acarició sus mejillas sonrosadas.
A: Lo sé ....
Sintió su pene retorcerse en ella y sus paredes se apretaron alrededor de él.

Continuará

Ulises y AinhoaWhere stories live. Discover now