«No, no y no.»
―Josh
¡Le había pedido un beso!
¿En qué mundo vives, Josh? Esto no es el Maravilloso Mundo de Disney donde los sueños se hacen realidad, quise gritarme. Y si así lo fuera, mi sueño seguiría sin ser cumplido. ¿En qué cabeza entraba que Jennifer fuese a besarme? Sí, sólo en la mía.
Todavía pasmado, e incapaz de creerme lo que yo había dicho, volteé mi cuerpo hacia otro lado al mismo tiempo que me desprendía de la imagen de Jennifer alejándose.
Apreté los dientes al recordar su respuesta.
¿Y si le hubiese confesado que en verdad sí le había pedido un beso?
¿Me lo habría dado?
¿A mí?
No, no y no. Era obvio que no. Tremendamente fantasioso. Mucha imaginación en una escena. Jamás de los jamases ocurriría eso. Y era una idea caótica. Pero ella había dicho que besarme sería fácil, ¿no? «Besarte sería como respirar para mí». ¡Respirar, Josh! Ella sólo lo había dicho porque sabía que yo era un cobarde y que nunca volvería pedirle algo así. Era una solución racional a la descabellada proposición de Jen, claro que sí. Y también había dicho que besaba a todo aquel que pasaba por delante de ella.
¡Estúpido, eso eres! ¿Acaso creíste que serías el primero?
No, estaba claro que el primero no, porque la imagen de Aaron besándola años atrás seguía perforando mi mente, pero ¿por qué no el segundo?
A pesar de los rumores sobre ella, jamás la había visto con un chico, no en plan pareja al menos. Y eso que podría haber elegido a uno entre los cientos que, al igual que yo, babeaban cuando la veían pasar. ¿Es que acaso ella no se daba cuenta?
Vamos, Josh, ella lo sabe y se aprovecha de eso.
Y ahí estaba otra vez esa voz carcomiendo mis pensamientos, diciéndome que todo lo que Jennifer hacía estaba planeado, que conocía a la perfección mi atracción hacia ella, que me provocaba adrede.
―Solo dime qué jodida cosa quieres y lo tendrás.
¿Ella sabía lo que yo quería y estaba tratando de verme la cara de idiota? ¿O realmente todavía no se daba cuenta de que yo estaba prácticamente a sus pies como el iluso niño enamorado que siempre había sido?
Ya es hora de que dejes de hacer el papel de idiota, ¿no?
Tendría que ignorarla con más coraje, no importaba si me sostenía de la camisa, se aferraba a mis pies, me bloqueaba el camino, me ataba o intentaba secuestrarme desmayándome con cloroformo... tenía que evitarla.
Evitar, evitar, evitar.
El mantra se repetía en mi cabeza como si fuese la última canción de moda. Desde el día anterior que tenía en mente un solo plan, y a diferencia de siempre, no era «obtener una A+++ en todas mis clases», sino «evitar a Jennifer costara lo que costara».
Incluso aunque hacerlo me llevara a estar más distraído aún.
...
Esa noche, más que cualquiera anterior a mi pedido, fue desesperante. Me levanté dos veces para tomar agua, me reacomodé de mil maneras sobre la cama, pero nada hizo que dejara de pensar en Jennifer.
En mi mente seguía persiguiéndome la voz de ella ofreciéndome un beso a cambio de la vergüenza por la que yo había pasado.
Mi vergüenza ya había quedado en el olvido, en cambio su oferta...
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Estúpido Josh │Próximamente en papel
Teen FictionPrimer libro de la trilogía Cartas a Josh. "―¿Qué quieres de mí? ―Quiero que tus malditos labios se posen sobre mis malditos labios y que nuestras malditas bocas encajen como un maldito rompecabezas. ―¿Qué se supone que...? ―Bésame. ¿O es que acaso...