Capítulo 13

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«Luego del temblor, vienen las réplicas.»

―Jennifer

―Quizá mañana pida algo.

Claro, y mi nombre no era Jennifer, ¿verdad?

Él estaba postergándolo adrede, haciéndome esperar porque... porque, sí, estaba segura de que disfrutaba verme exasperada. Si no, no entendía por qué se negaba a pedir algo. Es decir, si quisiera ayudarme o deshacerse de mí ya me hubiera pedido algo, cualquier cosa, con tal de alejarme. ¿O no?

Estaba pensando en cuánto él aplazaría su pedido cuando, llegando al final del corredor, lo vi. Pero antes de que pudiera acercarme, su amiga pelirroja lo hizo. Esta le dio un ligero toque en el hombro desde atrás, llamando su atención, y luego le sonrió para empezar a caminar a su lado.

Ella llevaba una mochila colgando en su hombro derecho y tenía su largo cabello trenzado hacia un costado. Era bonita. Y Joshua le sonreía.

Tan ensimismada quedé mirándolos mientras se alejaban, inconscientes de mi presencia, que me sobresalté cuando alguien se puso frente a mí.

―¿Eres Jennifer?

Una chica, un par de años menor sin duda alguna, ladeó una sonrisa indecisa al captar por completo mi atención.

―Sí ―dije―. Soy yo, ¿por qué?

Mi pregunta, más a la defensiva de que lo que pretendía, hizo que ella bajara un poco la mirada.

―Uh, yo... yo solo quería decirte que te admiro ―musitó.

¿Ad-admirar? ¿A mí?

Miré hacia mis costados, buscando a alguna persona con una cámara grabando este momento, pero no encontré nada extraño. No obstante, creí que era una broma. Debía serlo.

Estreché la mirada en la chica, esperando a que en cualquier momento comenzara a reír a carcajadas.

―El otro día vi cómo enfrentabas a Aaron y me pareció muy valiente de tu parte. Es decir, no muchos son capaces de hacer eso ―musitó entonces luciendo ligeramente sonrojada.

En su gesto pude ver un tipo de vergüenza que no podría ser fingida, así que no era una broma.

Ella realmente estaba hablando conmigo y diciendo que me admiraba. A mí.

―¿Sabes? Hay un chico en mi salón que siempre me molesta y hace bromas respecto a mi... ―se señaló el rostro con timidez―. Bueno, respecto a mi rostro.

¿Su rostro? ¿Qué tenía su rostro? Ladeé la cabeza para intentar encontrarle el defecto. A pesar de mis intentos, no vi nada que pudiese ser criticado. ¡Por Dios! Ella era linda a su manera, como todas las chicas que había visto en mi vida.

―Él seguro es un idiota ―decidí decir―. No tienes que darle importancia a lo que sea que salga de su boca.

Ella apretó los labios con indecisión.

―Lo sé, solo que es difícil ―admitió―. Aunque lo ignoro, sigue diciéndome cosas hirientes.

¿Acaso no era suficiente con un Aaron? ¿Por qué tenía que haber más chicos como él?

―Eres bonita y lo que diga él es basura, tenlo por seguro ―dije convencida.

Ya estaba cansada de los Aaron que tiraban nuestra autoestima abajo, que tenían como pasatiempo arruinar el concepto de amor propio, y que además criticaban la imagen corporal que incluso sin sus comentarios ya nos era difícil aceptar.

Estúpido Josh │Próximamente en papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora