capítulo 4

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Kara
El vuelo había sido tranquilo o al menos así lo sintió, pues había dormido la mayor parte del tiempo, cuando el avión tocó tierra en el aeropuerto internacional de National City, todo el peso de lo que había pasado cayó sobre ella, tenía ganas de llorar pero las lágrimas simplemente ya no salían de sus ojos.

Estaba nuevamente en casa y aunque la situación no era la mejor al menos ahí podía contar con su familia que aunque no era grande, eran muy unidos y amorosos.

Al salir del avión escuchó a la azafata darle las gracias por elegir la aerolínea y desearle una feliz estancia, si tan solo la mujer supiera que eligió la aerolínea porque no tenía otra opción, se dirigió a las bandas de equipaje, las cuales solo se diferenciaban una de otra por el número que tenían en la parte superior colgando del techo y por una pantalla donde ponía el número de vuelo del cual provenían las maletas.

Cuando al fin pudo tomar su pequeña maleta negra, se dirigió a la salida, en el momento que las puertas de cristal se abrieron, pudo ver a su hermana una pelirroja de cabello corto y ojos café, parada al frente de la multitud haciéndole señas con la mano, sin importarle lo que la gente pensará de ella corrió y se lanzó a los brazos de la mujer.

-Alex, dios mío te extrañe tanto, gracias por venir. - Su hermana la sostenía entre sus brazos y le pasaba la mano por la espalda de forma reconfortante.

-Jamás podría dejar a mi hermana sola, yo también te extrañe mucho Kara, todos te echan de menos, pero lo bueno es que ya estás aquí, ahora vamos a casa, Maggie estará encantada de verte.

Alex tomó la maleta de Kara y juntas se dirigieron a la salida, Alex era la mejor hermana que alguien podría tener, trabajaba para el FBI y a pesar de que podría romperte todos los huesos del cuerpo con el mínimo esfuerzo, era una mujer sumamente cálida y amorosa, estaba casada con Maggie, una agente de policía de sonrisa encantadora y con un sentido del humor muy particular.

Alex la llevó al estacionamiento, ahí se encontraba el Jeep negro de la pelirroja, el viaje al departamento de su hermana fue tranquilo, en el camino se detuvieron a comprar un poco de vino para la cena y continuaron el viaje, Alex seguía viviendo en el mismo edificio, era un lugar bonito bonito.

Al entrar al departamento se escuchaba una suave música proveniente de la cocina, además de un olor a pasta bastante agradable.

-Pequeña Danvers, espero tengas hambre porque he cocinado una deliciosa pasta a la boloñesa - Maggie hizo acto de presencia en la sala de estar, dejando ver su cara morena y su cabello castaño, llevaba un delantal manchado de tomate y le sonreía amablemente formando unos lindos hoyuelos en las mejillas.

-Maggie, qué alegría verte de nuevo, te he echado de menos. - Maggie le sonrió y luego le dió un fuerte abrazo, nunca dejaría de sorprenderle como esa pequeña mujer tenía tanta fuerza.

-¿Por qué no le muestras su habitación a Kara mientras yo sirvo la cena cariño?- no es que Kara fuera egoísta, pero ver a Maggie tratar con tanto cariño a su hermana le hacía sentir molesta, estaba mal pero no podía evitar sentir que todos eran felices menos ella.

La habitación era linda, tenía una cama para dos personas en el centro con sábanas azules, las mesas de noche tenían encima dos lámparas y contaba con un pequeño clóset además de una ventana que daba vista a la avenida, las paredes eran de un tono beige claro casi blanco y el piso era de madera.

-Espero te guste la habitación Kara, no tuve mucho tiempo para prepararla más, en el clóset hay sábanas y cobijas limpias, el baño está al final del pasillo, me alegra tenerte aquí conmigo.

-Gracias Alex la habitación es perfecta, prometo no ser una carga, también estoy feliz de estar aquí contigo, te extrañe mucho. - Alex la abrazó.

¿A Qué le Temes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora