¿A Qué le Temes?

Capítulo 20

Kara

Al fin se encontraba en casa, después de dos días en el hospital al fin estaba en su hogar descansando, no es que las camas del hospital fueran malas, pero nada se comparaba con la sensación de estar en su propia cama, Lena las había traído del hospital al departamento, su ojiverde no se separaba de ellas en ningún momento.

Diana era muy tranquila, casi no lloraba y dormía la mayor parte del día, solo despertaba cuando quería comer o necesitaba un pañal limpio, el día que salieron del hospital, entre su madre, Lena y ella habían bañado a la bebé, ni la ojiazul ni la ojiverde se atrevían a bañar a su pequeña, por suerte Eliza estaba ahí y las enseño cómo hacerlo adecuadamente.

Era un hecho que Diana sería una copia de Lena, tenía un tono de piel muy claro además su cabello cada día se tornaba más oscuro y sus ojos más verdes, nadie podría negar que era una Luthor con todas las letras.

Hablando de los Luthor, Lena le informó a su hermano que ahora era madre de una hermosa niña, al principio a Kara no le gustó que Lena haya hecho eso, pero después  Lex les aseguró que jamás le diría nada a Lilian, las dejaría que ellas fueran quienes dieran a conocer al mundo la nueva heredera de la fortuna Luthor.

Eso a ella no le gustaba mucho que digamos, no quería que Diana creciera igual que lo había hecho Lena, llena de reglas tontas y creyendo que era superior a los demás solo porque su cuenta bancaria estaba repleta, lo único que deseaba era que su hija tuviera una infancia normal como todos los niños pero eso debía hablarlo con Lena, para juntas llegar a un acuerdo.

La pelinegra había salido un rato, pues fue a LCorp a checar unos asuntos que requerían su atención personal,o bueno según Lena eso le había dicho Samantha, la señora Arias era muy competente, al principio le dieron un poco de celos al ver cómo la ojiverde confiaba ciegamente en Sam, pero después de ver que realmente se trataban como hermanas, sus celos se apagaron.

Diana comenzó quejarse por el hambre, por suerte Lena antes de irse dejó a la bebé en la cama para que Kara no tuviera que levantarse a buscarla en la otra habitación.

-¿Tiene hambre mi princesita?-tomó a su pequeña en brazos y descubrió su pecho, la nena en cuanto sintió la piel de su madre, se aferró al seno.-Eres una comelona.

La pequeña continuó comiendo muy animada, mientras Kara le hablaba y le hacía cariños, la rubia estaba completamente perdida en su hija, después de tantas cosas y tanto tiempo al fin la tenía en sus brazos, a sus ojos era el ser más hermoso y perfecto del universo.

-Vamos cielo, hay que cambiarte el pañal sucio porque tú tía Alex vendrá a visitarnos.-Kara caminó hasta la habitación de la bebé donde colocó en el cambiador, provocando que Diana se quejara por el cambio de superficie.-¿Solo quieres estar con mami verdad?

Le encantaba ver cómo su hija se quedaba observándola cuando hablaba, era como si entendiera las cosas, el mismo efecto tenía la voz de Lena, la pequeña Diana parecía conocerlas bien, pues eran las únicas que lograban hacerla que dejará de llorar o que se durmiera.

Justo cuando terminaba de abrochar el mameluco de dinosaurio, escuchó el timbre de la puerta, tomó a Diana en brazos y se dirigió a abrir, Alex estaba ahí parada en la puerta, cuando las vio estiró los brazos para cargar a su sobrina, Kara se la entregó suavemente.

-Hola Kara ¿Cómo estás?, ¿Por Qué me abres tu?, pensé que tú novia estaría aquí cuidándote.-Alex puso mala cara.

-Lena salió un momento, tenía que atender personalmente unos asuntos de Lcorp, deja de hacerle caras raras a Diana vas a asustarla.-La rubia regaño a su hermana pues estaba haciéndole muecas a la pequeña, pero a esta parecía gustarle pues la observaba fijamente.