Capítulo 24

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Kara

No podía creer lo que pasaba, Lena le había pedido matrimonio, se sorprendió tanto que tontamente se había quedado sin palabras es que ese fin de semana no podía ir mejor, estaba entre los brazos de la mujer de sus sueños compartiendo un apasionado beso frente a la fuente de los deseos, justo después de haber pedido estar siempre con Lena en las buenas y en las malas era increíble.

-Me haces la mujer más feliz del mundo mi amor.-susurró Lena cuando se separaban de aquel beso.

-Tu me haces a mi la mujer más feliz del universo, te amo Lena aunque le coquetea a las encargadas del cine.- ambas rieron por esa mala broma.

Lena abrazo a Kara por un costado y comenzaron a caminar por el parque, la rubia se refugiaba en Lena y de vez en cuando le regalaba besos, salieron del lugar y comenzaron a caminar hacia el departamento, antes de llegar se detuvieron y compraron comida china, a Kara nunca dejaría de sorprenderle como apesar de que Lena había viajado por muchas partes del mundo, solo había probado comida aburrida.

Al llegar al departamento Lena se dedicó a acomodar la comida, no permitiéndole a la rubia ayudar en nada, Kara no quería comer en la mesa así que buscó una colchoneta y un montón de almohadas y mantas e hizo una cama improvisada en la sala de estar, la ojiverde le dio su plato de comida además de una copa de vino y las dos se dispusieron a comer tranquilas.

-El lunes tenemos la cita para la exclusiva con la señorita Grant.- Kara le decía a Lena mientras le daba un poco de comida en la boca a la pelinegra.

-Esa mujer no me agrada, me dijo niña a mi, soy una CEO multimillonaria.-La pelinegra puso gesto indignado.

-Ella también es una CEO multimillonaria, creo que eso las pone en igualdad de condiciones y al lado de Cat Grant eres una chica apenas.- Lena puso un puchero y la rubia le pellizcó las mejillas.

-Supongo que tienes razón mi amor, pero igual no soy una niña, hago muchas cositas contigo que las niñas no hacen.-Lena comenzó a besarle el cuello a la rubia.

-Lena termina tu comida, no creas que no me he dado cuenta que aún te falta carne en los huesos.-Kara puso una expresión molesta.

-Tu quieres ponerme gorda, pero no lo lograrás.-la rubia hizo pucheros.

-Quiero que engordes para que así nadie te vea y solo seas mía.-la rubia volvió a darle comida en la boca a la ojiverde.

-Yo solo soy tuya mi amor.- Lena abrió la boca para que Kara le diera más comida.-además, las otras mujeres pueden verme pero yo solo tengo ojos para ti porque te amo.-la pelinegra colocó un beso en la frente de la ojiazul.

Pasaron el resto del día recostadas sobre la cama improvisada que la rubia había armado, vieron películas animada las favoritas de Lena y compartieron muchos besos y abrazos, para cuándo cayó la noche las dos ya extrañaban a su pequeña niña, la pelinegra llamó a LCorp para que alguien le llevará un auto de los pertenecientes a la empresa, así fue como una hora después llegaban a la puerta de la casa de Eliza.

-Tu madre consiguió una linda casa.-Lena observaba la casa de Eliza Danvers, era pequeña pero bastante bonita.

-Es bonita, vamos por nuestra pequeña antes que vuelva loca a mi madre.-Kara bajó del automóvil y después escucho como Lena hacia lo mismo y ponía la alarma del vehículo.

Para la rubia no pasó desapercibido como la pelinegra jugaba nerviosa con sus manos y trataba de acomodar su ropa lo mejor posible, entendía perfectamente el comportamiento de Lena, seguramente estaba nerviosa por visitar a Eliza, aunque no tenía motivos para estarlo porque la mujer mayor adoraba a Lena.

¿A Qué le Temes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora