Diana
Se acomodó por décima vez el cabello, estaba afuera de la casa de Samantha, la mujer y su pequeña hija la habían invitado a cenar, a media semana, recibió una llamada a su oficina en el museo, su secretaria entró preocupada a la oficina para decirle que una niña de nombre Ruby quería hablar con ella, en primer momento no supo de qué hablaban, pero pronto la pequeña castaña vino a su memoria y tomó la llamada.
La nena quería invitarla a cenar, le dijo que su madre no sabía nada que aún no pedía permiso entonces Diana le dijo que encantada asistiria pero primero debía preguntar a su madre, la niña se despidió un poco triste, pero al cabo de una hora nuevamente su secretaria le informó que la llamaban, está vez Samantha Arias, le invito a cenar y ella aceptó sin pensarlo mucho.
Así que ahí se encontraba, nerviosa por encontrarse con una mujer y su hija pequeña, bajó del auto y caminó hacia la puerta y tocó el timbre, se escucharon pasos apresurados y después Samantha le abrió la puerta, la mujer llevaba un delantal y parecía apresurada.
-Hola Diana, pasa por favor, Ruby está en la sala viendo televisión porque no te acomodas ahí en lo que termino de servir la cena.-Diana entró a la casa, era muy linda y estaba bien decorada, beso a Samantha en la mejilla.
-Gracias por la invitación, traje un poco de vino y un jugo para Ruby.- Samantha sonrió y tomó las botellas que Diana le ofrecía.
-Gracias, no era necesario, ve con Ruby, ya casi termino.-Diana asintió y se dirigió hacia la sala de televisión.
-Hola Ruby.-La niña volteó y la saludó con la mano, Diana se sentó a un lado de ella.-¿Que estamos viendo?
-Estaba viendo Nemo, pero ya terminó.-Ruby hizo un puchero.- Gracias por venir a cenar con nosotros.
-No agradezcas, lo hago encantada, pero dime algo, ¿Cómo supiste a dónde llamarme?-La niña se puso totalmente roja.
-Es que escuché cuando le dijiste a mamá que trabajas en el museo, entonces busque el número en el directorio, ¡fue fácil!-no sabía si sentirse impresionada por lo que decía la niña o preocupada por lo fácil que era encontrarla.
-Pues gracias, me ha gustado mucho tu invitación, pero debes hacer caso a tu madre y no llamar a extraños.-La nena asintió y le sonrió.
-Señoritas la cena está servida, pueden pasar al comedor.- Samantha estaba recargada en la pared observandolas.
Las tres entraron al comedor y se acomodaron en sus lugares, Sam había preparado una lasaña acompañada de ensalada, Diana abrió el vino y sirvió un poco para ella y para Sam, mientras a Ruby le daban jugo de frutas, la cena estaba deliciosa además la compañía era increíble.
Conversaron las tres tranquilas durante la noche, rubia hablaba de la escuela y de su abuela, mientras Sam mencionaba algunas cosas del trabajo, al parecer era la mano derecha de Lena Luthor, algo muy curioso pues según Lex a su hermana menor no le gustaba pedir ayuda, Diana les comentó sobre el museo y las invito a conocerlo, las dos chicas aceptaron encantadas.
Para el final de la cena Ruby tenía bastante sueño así que se despidió y subió a su habitación dejando a las dos adultas solas, Diana ayudó a limpiar la mesa mientras samantha lavaba los platos, obviamente la anfitriona se había negado a recibir ayuda pero al final aceptó.
-Creo que hemos terminado.-Diana dijo mientras acomodaba la última silla.
-Creo que si, gracias por la ayuda.-Diana sonrió y negó con la cabeza.
-Es lo mínimo que debía hacer después de que ustedes me invitaran tan amablemente la cena, bueno creo que debería retirarme.-se sentía bastante nerviosa.
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¿A Qué le Temes?
Romance¿A qué le temes? Era la pregunta que todos le hacían y la unica que no tenía respuesta. Lena había perdido todo en un instante a causa del miedo. Lena gip. Mundo alternativo.