Más que buenas noticias

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— ¡Hoy es el día!—gritó emocionadísima mientras se levantaba de la cama de un salto.

Siguió la rutina de siempre, evidentemente, en menos tiempo, parecía Flash y más le valía tener cuidado al conducir, como cada día (a veces se abrochaba el cinturón en menos tiempo de lo que tardaba en sentarse).

En el coche conversando consigo misma:

— Por encima de todo no te pongas nerviosa, eso es lo último.

— Estoy nerviosa.

— Pero no hay problema porque eres actriz por tanto lo puedes disimular.

— Concentrémonos, además tampoco dijo exactamente que el papel era mío, ¿y si no me han cogido? ¿Para qué quieren que vaya si no?

— Ay, igual es porque ayer no estaba el director.

— ¡Por fin voy a verle en persona! Wow, si le gusto al director el papel será mío y... Espera, ¿y si no le gusto o no le gusta mi actuación?

— En ese caso...no sé...en fin lo que tenga que ser que sea.

Momento en el que aparcó y se bajó del coche.

Una vez entró, las de maquillaje fueron las primeras en prepararla, por lo visto el director ya estaba allí así que todo debía estar perfectamente coordinado. También la vistieron, incluso un asistente fue con ella hacia el lugar al que debía ir, donde estaba el director, mientras le fue explicando lo que ocurría.

Tenía razón, la dieron el papel, en realidad no del todo exactamente porque aún la quedaba por delante una última prueba por hacer delante del director. Ése era su último obstáculo para aparecer en la película, de protagonista por supuesto, era su gran oportunidad para lanzar su carrera al estrellato o todo lo contrario si el asunto se torcía. Por otra parte tenía mucha presión, las otras candidatas ya eran conocidas.

— Señor, está lista— dijo al asistente al director y se esfumó.

— He perdido la cuenta de las veces que te he dicho que no me llames señor y que me llames por mi nombre que para eso tengo uno, Yves—respondió el "Señor".

El director que estaba de espaldas se dio la vuelta.

— ¡Pero si eres tú!—exclamaron al mismo tiempo en cuanto se vieron.

— No puede ser, ¡tú eres el director! Madre mía qué casualidad.

— En primer lugar: las casualidades no existen, bueno, yo no creo en ellas. Ya me entiendes... —susurró. Se acercó un poco a ella y la miró a la cara, no podía creerlo.

— ¿Y en segundo lugar? —preguntó ella a la vez que se separaba de él —Y, por cierto, lo de ayer ya está olvidado— afirmó.

— Mea culpa —no pudo aguantar la risa al recordarlo, risa que parecía nerviosa. Carraspeó un poco y se puso serio de nuevo— No hay segundo lugar... Enséñame lo que sabes hacer, parece que a los demás les has impresionado gratamente —enarcó una ceja como seña para que empezara.

<<Éste es tu momento, olvídate de esta situación y a lo tuyo que yo puedo, puedes, tú, yo...>>

Lo hizo de corazón, amaba actuar (tanto como lo odiaba a veces) y no se imaginaba haciendo ninguna otra cosa que no se relacionara con ello.

La verdad es que la chica sabía perfectamente que el director era Chris Evans, por eso estaba allí, y aunque le reconoció tras lo del aparcamiento no estaba segura, no podía creer que realmente fuera él.

<< Genial, la primera vez que hablo con él y yo sin saberlo>>.

Chris por su parte también sabía quién era ella, aunque sólo de oídas y algún vídeo, igualmente no pensó que la chica del aparcamiento fuera ella. A su parecer, la chica tenía algo que no había visto antes y ahora sólo quería conocerla y hablar con ella tanto como le fuera posible.

Una vez acabó se quedó mirando a Chris y comenzó a preocuparse de que él estuviera tan callado, aunque en verdad tan sólo estaba alucinado e intentando articular palabra.

— ¿Y bien? —preguntó preocupada.

— ¿Eh? —vaciló al hablar, aún estaba asimilando la actuación que acaba de presenciar— Ha sido bestial, se nota que lo llevas en la sangre y que te apasiona —explicó al tiempo que admiraba el brillo de su mirada.

— Entonces... ¿es mío el papel? —si tardaba un segundo más en oír si lo había conseguido su corazón estallaría de los nervios.

— Mañana te diré que sí —guiño el ojo y murmuró— hoy guarda el secreto.

—Esto es... ¡Fantástico! —exclamó aliviada y emocionada.

— Entonces hasta mañana.

— Sí, adiós.

Cada uno se fue por su parte. Ella con una sonrisa imborrable dibujada en su rostro, él satisfecho y asombrado por la vida.

Una Vida Soñada. I © (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora