13 de junio de 2016

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— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! —exclamó Beatriz a las 00:00 a.m— no se a qué hora naciste pero ya es tu cumple, feliz cumpleaños cariño mío.

— Muchas gracias —la besó-— ahora tengo 12 años más que tú.

— Por poco tiempo, ¡y no presumas de eso! —se levantó de la cama y fue al armario— te he comprado algo —se volvió, tenía un regalo envuelto en las manos-— toma, es tuyo. Es un pequeño detalle, no será lo único.

Chris lo abrió mientras ella le miraba expectante. Era una camiseta, una de la selección española de baloncesto.

— Sé que no son los Boston Celtics pero, ¿Qué te parece?

— Me gusta mucho, gracias.

— Así tienes algo más de España.

Él se probo la camiseta.

— ¿Qué tal me queda?

— A ti te queda bien todo, ahora quitatela porque tengo otro regalo para tí —informó Beatriz con tono pícaro.

— Te quiero —dijo Chris embobado al descubrir su segundo regalo.

Para dejarlo claro... Sí, lo hicieron y dejaron la habitación hecha un desastre. Por eso les costó levantarse por la mañana.

Beatriz se despertó primero, sin recordar por qué llebaba la camiseta de baloncesto que le regaló a Chris, que por cierto la quedaba enorme. Se levantó sigilosamente, intentando no despertar a Chris, para ducharse pero notó un tirón en la camiseta. Se volvió y vio que era Chris.

— Uff, a tí te queda mucho mejor —afirmó el, con expresión de hambre.

— Buenos días cumpleañero.

— Ven aquí anda, vamos a aprovechar que estamos todos levantados —dijo refiriéndose al miembro de oro. Pues eso.

Beatriz se rió y lo volvieron a hacer. Eran las diez cuando se fueron a duchar juntos.

El telefono de Chris estaba sonando, al parecer tenia una llamada entrante.

— ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz! (aplausos y silbidos) —era la familia de Chris, quien estaba riéndose.

— Muchas gracias a todos, os quiero.

— Luego nos vemos —colgaron.

— Chris, arreglate que nos vamos a tu siguiente regalo...

Chris estaba sin habla y lleno de curiosidad.

Beatriz se puso unos pantalones de color granate, un jersey gris con brillos negros y unos zapatos de tacón negros. Al ver que iba informal, Chris se puso unos pantalones grises con una camisa azul oscuro y unas zapatillas negras.

Se montaron en el coche de Beatriz y llegaron a un restaurante con vistas al mar.

— ¡Sorpresa! —gritaron los allí presentes.

Allí estaban de invitados la familia de Chris, sus amigos, Alyson, Sebastian, Robert Downey Jr, Scarlett, Chris Hemsworth y Tom Hiddlestone.

Chris parecía emocionado.

— Christopher, voy a darte mi regalo primero, como es el mejor así fastidio al resto —dijo Robert dándole un regalo.

—Vaya... Un bastón...

— La edad no perdona...

— Tú eres mayor que yo Robert —dijo dándole unas palmaditas en el hombro y los dos se rieron.

Todos se acercaron para felicitarle y después se sentaron a comer. Beatriz tenía a su lado a Chris y a Scarlett y enfrente estaba Robert, Scott y Tom. Y al otro lado de Chris estaba su madre. Hablaron un poco de todo.

— Ya os queda poco para terminar la película, ¿no? —preguntó Tom

— Sí, la verdad es que si no surgen imprevistos la acabaremos antes de lo que tenía planeado —contestó Chris

— Con las agendas de todos ha ido lento así que está bien acabar antes, pero por otra parte da pena. Supongo que ya lo sabéis de sobra jajaja —añadió Beatriz.

— Cuéntanos cómo os conocisteis —dijo Scarlett.

— Yo lo sé —intervino Robert.

— Deja que nos lo cuente —pidió Tom a Robert, miró a Beatriz— es como un niño pequeño pero luego te acostumbras —sonrió amablemente, dándola a entender que empezara.

Entonces Beatriz lo contó.

— ...y cuando volvía a casa me di cuenta de que era igualito a Chris Evans pero no podía ser...

— Pues sí pudo ser —dijo Chris y le dió a Beatriz un cariñoso beso.

Dió la casualidad de que en ese justo momento Sebastián les estaba mirando.

— ¡Que os vayáis a un hotel! Cansinos —Chris y Beatriz se rieron mientras los demás no entendían nada pero rieron también.

Cuando acabaron de comer se levantaron de la mesa, algunos se fueron pronto y se despidieron de todos y otros se quedaron un poco más para tomarse la última. Los que se quedaron fueron Scarlett, Robert, Alyson, Chris y Beatriz.

— ¿Te ha pedido ya que te cases con el? —preguntó Robert.

Beatriz no sabía que contestar y Chris le fulminó con una mirada de disgusto.

— Oh Robert, ya has vuelto a hablar demasiado —dijo Scarlett, quien sabia lo que pasaba por lo que sonrió a Beatriz.

Así Beatriz miró a Chris buscando una explicación, aún estaba procesando lo que acababa de pasar.

Una Vida Soñada. I © (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora