Tortilla de patata

1.4K 88 36
                                    

Beatriz se sentía frustrada, estaba casi furiosa, odiaba a Yves. Por un insignificante segundo él consiguió hacerla dudar.

No podía negar que fuera atractivo pero había algo en él que la ponía enferma.

Para colmo le caía bien a todo el mundo, para Chris era como de la familia.

Recordó lo que hizo Yves con Samantha, lo que la dijo haciéndola creer que era gay y después decirla en el hospital lo que la dijo y para el colmo acababa de decirla te quiero.

— Es un manipulador —concluyó.

No era la primera vez que se topaba con alguien así, la gente como el era capaz de conseguir lo que se propusiera. Debía tener cuidado con el, se sintió estúpida por pegarle, fue una irresponsabilidad por su parte. Por el momento no lo hablaría con nadie.

Se encontró con Sebastian, en ese momento no estaba de humor para aguantar sus bromas.

— ¿Quién ha muerto?

Beatriz se detuvo y le miró, hizo un leve intento de ocultar su enfado así que no le contestó.

Sebastian quedó extrañado, nunca habían visto esa faceta de Beatriz, la que siempre estaba riéndose y bromeando, claro que por otra parte la conocía de hace pocos meses.

— ¿Estás bien? —(Qué pregunta más tonta)pensó— No se porqué estás así pero quiero que vuelva la Beatriz de siempre, pase lo que pase se solucionará, ven aquí.

Sebastián dio un fuerte abrazo a Beatriz.

— Me estoy arriesgando a que nos vea Chris y el está más fuerte que yo —bromeó para calmar a Beatriz— ¡No dejes que me pegue!

Esto la hizo reír y Sebastian suspiró aliviado.

— Menos mal que has vuelto, me estabas haciendo creer que serías capaz de dejar que mi preciosa cara se viera expuesta a sus puños.

— Lo he pensado, quizá esa exposición conseguía hacer que tu cara fuera preciosa de verdad.

Sebastian la miro indignado mientras ella se reía y luego se rió el también.

Gracias a Stan las preocupaciones de Beatriz sobre Yves casi se habían esfumado.

No volvió a pensar mucho en ello aquella semana, se concentró en rendir al máximo actuando en su papel de Lisa.

Así toda la semana.

Chris estuvo con ella esa tarde hablando sobre la entrevista del viermes.

— La entrevista es mañana a las doce en el set, les he dicho que tú también vendrías y quieren entrevistarte.

— Ay madre —se puso nerviosa— Creo que no es una buena idea.

— Si te pones nerviosa piensa que yo voy a estar allí contigo todo el tiempo.

— No es eso, es que no se qué decir, ¿y si meto la pata diciendo algo que pueda ofender a alguien o cuento cosas que no debería?

— Tú simplemente háblales sobre la película, tu personaje, sólo por encima. Y sé tu misma, no creo que vayas a ofender a nadie.

— ¿Y sobre lo nuestro? Aún no quiero que la prensa lo sepa. Si por mi fuera lo iría proclamando allá por donde paso pero es pensar en los paparazzis y todo eso y me agobio.

— Ya sé que puedes hacer, actúa. Haz de ti misma, pero una versión en la que tu y yo no estamos juntos —se estremeció tan sólo pensarlo, lo mismo le ocurrió a ella.

— Eso sí sabré hacerlo, por cierto esa versión de mí es muy triste por no estar contigo.

Él la dió un dulce beso.

— ¿Mejor?

— Mucho

Volvieron a besarse, cada beso de Chris la derretía por dentro.

— Recuerda, de la peli no querrán saber mucho así que cuenta lo justo, se preocuparan más por saberlo todo sobre tí.

— Nueva promesa, claro.

Las tripas de Beatriz rugieron lo que provocó la risa en ambos.

— ¿Qué te apetece cenar?

— Tortilla de patata

La cara de Chris era un poema, uno que trataba sobre el desconocimiento quizás.

— Yo me encargo, tan sólo échame una mano y de paso aprendes.

Se pusieron a hacer la tortilla, no era un plato difícil, así y todo Chris se desenvolvía bien en la cocina.

— He de reconocer que huele que alimenta.

— Pues ya verás cuando la pruebes... —le guiñó un ojo.

— Voy a poner la mesa.

— Vale yo voy a servir la tortilla.

Cuando Chris abrió el frigorífico para coger la bebida se llevó una grata sorpresa.

— Has comprado cerveza —dijo sonriente.

— Sí pero si quieres besarme aprovecha ahora o lavate los dientes después de beberla —aclaró.

— ¿En serio? —dijo fingiendo tristeza.

— Ay... No soy capaz de negar un beso tuyo ni con sabor a cerveza, maldito seas.

Chris río victorioso.

— La verdad es que tiene muy buena pinta y huele que alimenta.

— Entonces mejor será que me sirva yo primero no vaya a ser que te la quieras comer entera.

Y así lo hizo.

— Menos mal que lo has hecho por que sí que me la comería entera —dijo con la boca llena, los ojos como platos— ahora mismo me chifla que seas española.

— Un manjar de los dioses del Olimpo, lo sé —le guiñó un ojo a Chris y los dos se rieron.

La tortilla desapareció en poco tiempo, y lo recogieron todo. Se fueron a la cama a ver la tele.

— Estaba muy buena cariño —besó a Beatriz.

— Como te ha gustado, he pensado que si comemos en tu casa haré otra y se la llevo para que tu familia la pruebe.

— Entonces haz tres, yo te ayudo —volvió a besarla.

Esa conversación la recordó lo que había hablado con Alyson sobre lo de ir más rápido.

— Supongo que tu familia ya sabe que estamos saliendo —Chris asintió sonriente— así que si les caigo bien..

— Y lo harás —la interrupió, eso la hizo reír.

— Como decía... Contigo soy feliz, te quiero mucho así que... ¡que le den a la prensa rosa!

— Yo te quiero más.

Estuvieron un rato de cháchara y luego pasó lo que pasó y se durmieron.

Una Vida Soñada. I © (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora