Cógeme - COMPLETA

Capítulo 13

El transcurso de la residencia Bondoni a la Carpenter no era extensa, pero para el castaño pareció un siglo, o al menos eso quiso creer el. Joaquin desbordaba nervios, y sudaba frío, Emilio lo noto, pues ambos iban en la parte trasera de la camioneta y llevaban las manos entrelazadas. En ocasiones miraba al castaño a su lado pero este tenía la mirada perdida en el asiento que se encontraba frente a el. En pequeñas ocasiones lo movió un poco cuando sus padres le preguntaban algo pero jamás respondía solo sonreía, sonreía falsamente.

Ahí estaba de nuevo el Joaquin débil que Emilio conoció en aquella fiesta, ahí estaba el Joaquin frágil, el que siente, el que llora, el que tiene miedo, aquí estaba el Joaquin con corazón.

[Casa Carpenter]

Los adornos y música eran demasiado sofisticado, a pesar de llevar años de conocer a los Bondoni, siempre sus cenas eran muy formales. Los jóvenes Carpenter se encontraban en sus habitaciones aún arreglándose, mientras sus padres tenían una discusión demasiado intensa en la habitación principal de la enorme residencia.

— Ya quiero verlo Samuel — la emoción de la mujer era evidente, y sus manos temblaban mientras colocaba mascará de pestañas en sus ojos

— Ajá — Samuel estaba distante y serio

— ¿Te das cuenta amor? — dejo el pequeño tubo de mascará en el mueble y miro a su esposo — después de tantos años, el esta aquí, lo encontramos Samuel, ¡lo encontramos!

— Si Amelia, lo se, llevas toda el día diciéndolo — la frialdad en sus palabras se podía tocar y sus ojos estaban vacíos, él no estaba feliz

— ¿Qué te pasa Samuel? — Alicia se acerco a la cama donde el hombre estaba sentado — No estas feliz de haber encontrado a nuestro hijo

— Claro que lo estoy pero ... No lo se Amelia

— ¿Te avergüenzas de nuestro hijo?

— Yo ... — y como si el destino se hubiese puesto de parte de aquel hombre el timbre sonó, anunciando la llegada de los Bondoni — ya llegaron — el hombre miro serio a su amada esposa quien tenía una cara de confusión — te esperamos abajo, no tardes — y sin más el hombre salió dejando a su esposa con mil preguntas literalmente

Samuel intentó apaciguarse, controló su respiración, sus nervios, y bajo. Cuando estuvo en las escaleras el personal de servicio ya había hecho pasar a la familia Bondoni, quienes se encontraban en la sala de estar.

— Hola, hola, que bueno que ya llegaron — saludo Samuel con la sonrisa más hipócrita que puede poseer una persona

— Hola querido — Alicia se levanto para saludarlo, ella le dedico la sonrisa y mirada más pura que poseía — Feliz cumpleaños — le extendió una pequeña cajita de color rojo

— Oh Ali, no era necesario — intento regresar el presente pero esta se negó a recibirlo

— Es un regalo de Andrey y mío, así que no puedes negarte

— Muchas gracias — sonrió y se dirigió a saludar a Andrey estos se estaban separando cuando Amelia entro a la sala con sus dos hijos Peter e Isidora

Las dos damas y el joven saludaron a los pilares Bondoni , mientras su padre se acercaba al mas pequeño de dicho apellido, Joaquin temblaba y su respiración era agitada, miraba la residencia aterrado, sus ojos no se quedaban quietos, miraba la sala y recordaba, miraba las escaleras y recordaba, miraba la puerta de la cocina y recordaba, miraba a los Carpenter uno a uno y le era inevitable recordar.