Cógeme - COMPLETA

Capítulo 35

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El gran día había llegado, los rayos del sol golpeaban el rostro de Joaquín provocando que este abriese los ojos y por instinto sintiese.

Lentamente se giro en la cama pero encontró el otro lado vacía, Emilio no estaba, pero en su lugar había una rosa con una nota.

"Buenos días amor.
El día llegó y no puedo estar más feliz, te veo en el altar. Futuro esposo❤️"

Aquella nota hizo que el castaño riera nuevamente y por inercia llevara la bella flor color rojo a sus fosas nasales para inhalar el delicioso aroma que emanaba de si.

Se levantó y entró a la ducha, salió y se dirigió a la cocina para comer algo cuando llamaron a la puerta.

Camino lentamente mientras llevaba un pedazo de pan tostado con nutella a su boca. Abrió y se encontró con Yatana e Isidora.

— Bue... — ambas chicas al verlo en pijama y con desayuno en mano se sorprendieron — Joaquín Bondoni, ¿que haces aún en pijama?, ¿ya viste la hora? — grito un poco la rubia entrando y quitándole el pan de las manos

— Oigan, tranquilas, es aún temprano, la boda es a las 4

— No Joaco, la reservación es a las 4, la ceremonia es a las 2 y ya son las 12:30 — dijo alarmada Yatana

— Espera, ¿qué?

— Ay Joaquín, ven vamos a prepararte, al menos ya te bañaste

— Mierda no, siempre llego tarde a todos lados, no puedo llegar tarde a mí boda

— Entonces apúrate y camina angelito que Emi a estas horas ya debe estar listo

Ambas chicas entraron al cuarto para ayudar al castaño, este entró al baño y se cambió mientras las chicas esperaban para ayudarle en lo que faltara.

Pocos minutos después Joaquín salió portando su hermoso traje, aún con el pelo revuelto y la sonrisa más grande que le hubiese visto antes Yatana.

— Te ves guapísimo — alago la castaña

— Tengo el hermano más hermoso del mundo — agregó Isidora con mucha emoción sonrojado a Joaquín

— ¿Creen que le guste a Emi? — cuestionó dudoso el menor

— Si no le gusta te juro que frente a todos le doy un zape — Isidora comenzó a reír ante el comentario de la castaña, y Joaquín solto completamente la carcajada

— Bien, ahora ven, vamos a peinarte

— Si, claro

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— ¿Ya estas listo Emi? — María gritaba sentada en la cama de la habitación

— Ya casi, esperame un minuto más

— Corre, son ya la 1:12

— Si, si ya estoy — dijo ahora mientras salía del baño

— Omg, te ves guapisimo