Capítulo 10

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—Entienda, usted es más suertuda que yo y no tiene pesado el sueño.

—Sólo calma, no te estreses, respira, posición enderezada y a correr—Hice cada instrucción que me daba pero en el último miré a mi madre con desconcierto—. ¡Pero ya!

—Sí, sí—Titubeé entrando en sí.

Una vez bajé del auto de mi madre quien tenía que entrar a trabajar un poco más tarde de lo usual, eché a correr. Ni escuché lo último que me había dicho. Estaba llegando unos 15 minutos retrasada a la exposición.

Con mi mochila en la espalda y lienzo a un costado intentaba pensar que un perro me perseguía para poder agarrar velocidad.

Mis piernas dolían, no estaba acostumbrada y tampoco era que necesitaba hacer ejercicio físico de esa manera repentina. Me adentré al pasillo principal y al final crucé por el correspondiente. Anuncios de demás talleres, murales que adornaban las paredes de manera bonita, reconocimientos y pocos rayones provocados por los mismos estudiantes yacían en lo extenso de ellos. 

Y lo que a la mayoría les interesa: Anuncios sobre recuperación de especificas evaluaciones del segundo semestre.

Una vez vislumbré la sala en la cual se llevaría a cabo la exhibición de los estudiante reduje la velocidad para caminar. Cogí aire para pasar un poco la fatiga y finalmente me adentré.

La sala estaba siendo acomodada y los lienzos colocados en los soportes  a los alrededores mientras en el medio había una reliquia que poseíamos:

Una replica de la obra de Vincent van Gogh La noche estrellada

Solo una vez había tenido la oportunidad de verlo ya que usualmente los directivos de la institución suelen resguardarlo, no es la original pero es parecida y les costó bastante supongo.

Sin noción me quedé observándola, perdiéndome en los resaltantes contrastes azules y ondas. Esa magnifica sensación como cuando entras a un museo y observas cosas que pertenecen a la historia, que poseían una vida detrás de esa fachada. Como la mente detalla pero a la vez admira.

Ya mis piernas se habían dirigido y situado frente a la magnifica pieza.
Para verle mejor.

—¿Te caíste de la cama o tuviste una interesante noche?—Parpadeé entrando en sí y me alejé de la obra para ir hasta Danwen quien era el dueño de la voz. Él traía su cabello oscuro peinado perfectamente, vestía una camisa simple de color rosada y jeans oscuros.

Miré como estabilizaba lo que había pintado para luego dedicarme su atención.

—Pues una interesante noche. Hace mucho que no tenía una velada familiar con mis padres. Salimos a cenar y luego charlamos hasta tarde. —Deslicé una sonrisa de boca cerrada—. De verdad me gustó.

Lo oculto en ti [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora