Capítulo 21.1

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★Suseth★

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Suseth

«No haré el intento hasta que te decidas»

Mi corazón se encogió.

Me di una cachetada mental, ya no controlaba las estupideces que salían por mi boca y lastimaban a Hexel. Lo vi adentrarse nuevamente a la universidad con una expresión indescifrable.

Tragué el nudo de mi garganta y me adentré al auto, el cual por unos segundos se mantuvo en completo silencio, hasta que a mi primo Esteban se le ocurrió bromear.

—¿Ese es quién yo pienso qué es? ¡no me digas que los uní por el perfil fake! —Cerré los ojos y suspiré.

—Sí, es Hexel y no.

—Veo que tu vida se ha convertido en una repentina telenovela. Drama, bien hecho.

—Vámonos —Le pedí a ignorando sus palabras.

—Hola.

Mediante el espejo retrovisor de mi frente vislumbré al chico delgado, pálido y de grandes ojos verdes en los asientos traseros. Esteban emprendió la marcha.

—Hola ¿tú eres?

—Artur —Se presentó.

—Hola, Artur un placer conocerte.

Simulé una sonrisa. Ojeé a Esteban a mi lado y sé que a través de sus lentes de sol me veía en el momento.

—Aún no lo puedo creer.

Ya nos habíamos alejado de la universidad. Desplacé a segundo lugar lo sucedido con Hexel, luego hablaría con él, lo importante estaba por suceder y al centrarme mi corazón saltó de solo recordar a dónde nos encontrábamos yendo.

—Confirmación P.H.L o acceso denegado...

—Para entablar conversación —Completé por él. Rodé los ojos, estaba eufórica por saberlo—. Sí, sí —Hice una mueca y saqué de mi mochila la pequeña bolsita dorada. Me acomodé la pulsera con el signo del Yin en la muñeca y aunque Esteban manejaba le dio tiempo de unir su signo con el mío formando el negro y el blanco del Ying y el Yang.

—¿Es enserio? ¡¿De verdad está pasando?! —Esteban me dio una rápida mirada antes de regresar a su frente. No me molesté en disimular mi emoción. Asintió.

—Sí, está pasando y estamos yendo —Solté un chillido de alegría—. Solo que significa que mis tíos te mintieron al respecto. La casa de la pradera nunca fue vendida, solo está clausurada —anexó. Y tal cual, mi primo había recolectado información y esa era la verdad.

—Lo sé —Curvé los labios hacia abajo—. ¡Mis padres me lo habían dicho tan serios! que la casa había sido vendida, no nos pertenecía, y ahora, no tengo palabras —Situé mis palmas de las manos a cada mejilla—. No entiendo el motivo pero... de igual manera ¡NO SABES LO ALIVIADA QUE ESTOY!

—Relájate primita.

Tomé aire y solté.

—Okey, okey —Dejé pasar unos segundos—. ¿Y cómo fue que descubriste la dirección de la casa? Ninguno de los dos lo recordaba con exactitud.

—Un extenso proceso de investigación. Además de rebuscar entre papeles del cuarto de mis padres. Fue un trabajo tedioso, y... un poco asqueroso. ¿Puedes creerlo?, ¡Hasta conseguí unas esposas! ¡Unas esposas y revista sexual en la habitación de mis padres! —Hizo mueca de asco.

Arrugué la frente y nariz.

Sin poderlo evitar reí al imaginarme las muecas y caras que habrá hecho al ver esas cosas. 

—Lo importante es que lo logré —Se dio un golpe de pecho.

—Ya lo creo —Me moví de medio lado para ver hacia los asientos traseros—¿Crees que podrás replicar la llave, Artur? —Le pregunté al chico, quien traía una playera con el logo de Gryffindor y pantalones oscuros.

—Por supuesto que sí, la tecnología ha avanzado un montón en este tiempo. No lo dudes, lo único que necesito es observar la forma y diseño para recrear una llave compatible. Con una foto y medidas será suficiente.

—Eso espero. Lo más que deseo es ingresar.

Me enderecé y observé la carretera de asfalto, a un lado habían árboles y bosques con eucaliptos.

No podía desplazar el sentimiento y encogimiento en mi interior al saber que mis padres habían estado de acuerdo en mentirme, en decirme algo que nunca había sucedido aquella mañana en la cocina. Pero ninguno de los dos me podían arrebatar la satisfacción de saber que nuevamente estaba a momentos de pisar esa zona que por alguna razón ni ellos, ni mis tíos y nadie de los adultos Lavigne querían que nosotros, los más jóvenes, volviésemos.

Unos 15 minutos después nos desviamos de la carretera de asfalto hacia la vía de tierra, la cual inmediatamente que la vislumbré llegó la ráfaga de recuerdos a mi mente. Los árboles a cada lado formaban filas súper altas, sus troncos fuertes soportaban el grosor y alcance, parecían tener la misma forma cada una de ellas, era simplemente un éxtasis visual junto a sus verdosas cimas.

Mi corazón latió contra mi pecho al ver a la lejanía esa reconocida casa de madera de dos plantas.

—¡Es allí! ¡es allí!—Mi felicidad de niñez quiso salir a flote.

—¡Sí!

Los tres en el auto y deseosos por llegar atravesábamos la carretera alisada de tierra.

Hasta que un cuerpo masculino se atravesó en medio del camino con sus brazos desplegados.

Gritamos.

______________
Nota de la autora:
Sin mucho que decir.
Los amo.

Espacio para gif del sentimiento que sientes👉

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2020 ⏰

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