Lo oculto en ti [En proceso]

Capítulo 11

★11★

«Odio ciencias sociales» Pensaba cada vez que me tocaba verla.

Llegué sin mucho ánimo a la sala y encaminé mis piernas hasta un pupitre doble situado a la ventana. Así tendría la vista a las áreas verdes y el aire transitante me refrescaría. Acomodé simétricamente mi cuaderno y lápices a la espera como solía hacerlo. La verdad no comprendía totalmente aunque mis padres aveces me explicasen el porqué veía tantas materias que no tenían similitud con la especialidad a la cual me dedicaría. Era una de las incógnitas que tenía como estudiante que quizás nunca se resuelvan, probablemente no captaría las razones.

Apoyé los codos sobre la mesa para reposar mi mandíbula sobre mis manos entrelazadas y corrí la mirada hasta un grupo de chicas creídas que charlaban en su grupo. Las típicas: La que se cree la última gota de agua del desierto, la que no se despega de la mencionada y la que sigue a las otras dos porque no le gusta andar sola y quiere “resaltar también”

Pff

Deshice la atención cuando una presencia se situó a mi lado y giré la cara para encontrarme con Hexel quien dejaba su mochila a un lado tranquilamente, mientras por mi parte el desconcierto comenzó a reinar en mi cuerpo y obligándome abrir los ojos.

—¿Q-qué haces? ¿tú?—Parpadeé sin poder creerlo. 

Él no respondió.

Relajé mi expresión y golpeteé con mis dedos su firme pierna para que me mirase. Su cabello iba peinado hacia atrás y traía la chaqueta gris la cual al contraste con su tono de piel clara le hacen notar más pálida. Vi como relamió sus labios, un aspecto que le he captado hacer cuando sus labios resecos están y finalmente el universo de sus ojos cayó en mi dirección.

—Te pregunté algo ¿me puedes responder? No me agrada que me ignoren

—Lo siento, estaba cumpliendo la regla de no hablarte al menos que fuese para un halago. Así como lo habías pedido—Me recordó de forma suave a lo que me fue inevitable deslizar una pequeña sonrisa.

—Pues hazlo, olvida eso—demandé—. ¿qué haces aquí?—repetí nuevamente.

Me escaneó el rostro por corto tiempo.

—Antes me quiero disculpar por lo que te dije aquel día en el local de karaoke, y por ser frío ante lo de María—Habló casi con susurro.

—Está bien—Decidí solo responder con eso, provocando un suspiro de sus labios—. ¿responderías mi anterior pregunta?

Él balanceó su cabeza.

—Hoy compartiremos clases, bonita.

—¿En serio? ¡¿y por qué justamente te sientas aquí?!—Me quejé en voz baja. Se podía disculpar pero sabía que tenerlo cerca no podría traer una buena conexión ni comunicación entre ambos.

—Porque quiero y el señor invisible me cedió el puesto. Este asiento merecía mi presencia—dijo con tono calmado acompañado de un encogimiento de hombros.

Apreté ligeramente los labios pero decidí no responderle y mirar a mi frente nuevamente. La profesora garabateaba un cuadro conceptual sobre alguna cosa en la pizarra.

Observé de reojo como Hexel sacaba con suma delicadeza un cuaderno de su mochila y lápiz para dejarlo sobre la mesa.

Deshice la atención para comenzar a escribir en mi cuaderno. Hexel al principio dio indicios de interés por la clase pero luego noté como sacaba esa libreta, la misma con la cual le había visto en el pasillo aquella vez y viéndole de forma cercana era bonita. Una libreta de cuero oscuro y unas lineas doradas decoraban todo su alrededor. Y comenzó a redactar alguna cosa en la página libre de ella.