Lo oculto en ti [En proceso]

Capítulo 16

★16★Suseth

El clima de la mañana estaba bastante caluroso. Íbamos de camino a la veterinaria <Pets & love> 

¿El motivo?

La curiosidad me picó por saber si el dueño de ese lugar es el padre de Hexel. Había tomado un tiempo para navegar por internet, un tiempo que nadie me devolvería pero sentía que lo valía. Estaba segura que todo lo que haría de ese momento en adelante traería algo consigo, y esperaba que fuese positivo.

Amanda manejaba su auto nissan march negro mientras yo jugueteaba con su perrita caniche toy llamada: Burbuja, sobre mis piernas cubiertas por unos vaqueros oscuros. Mis manos acariciaban suavemente de su pelaje blanco y bien cuidado.

—Lavigne, no puedo creer que he aceptado hacer esto—Refunfuñó mi amiga, sabía que al llamarme por mi apellido significaba que no estaba de acuerdo o molesta.

—Duarte, eso solo lo hacen las buenas amigas—No estaba molesta sino todo lo contrario pero me gustaba bromearle.

—¡Claro!, utilizar a Burbuja para ir y realizarse un chequeo en una veterinaria que no es la suya de frecuencia. ¡Súper amigas!—En su tono de voz fue más que obvio el toque irónico.

—También te quiero.

 Al ingresar al lugar un suave tintineo de una campanilla sobre la puerta anunció nuestra llegada, yo seguía los pasos de Amanda. El consultorio poseía un ambiente agradable, las paredes de la recepción con un leve color crema tapizado se rodeaba, una hilera central se extendía por ella y con dibujos animados de animales domésticos los cuales vi cuidadosamente plasmados a mano.

—¡Hola! marqué horario, mi nombre es Amanda Duarte Sandoval y ella Burbuja...—Dejé de escuchar su hablar con la recepcionista detrás del computador cuando mi vista y piernas se dirigieron hasta una pequeña pecera con unos lindos pecesitos multicolores. Me fue inevitable hacer carita de pez frente a ellos, succionando las mejillas y uniendo los labios.

«Espero no ser la única loca que hace esto» pensé.

Como había poca clientela la chica nos indicó la puerta a la cual debíamos dirigirnos con Burbuja. Seguí a mi amiga.

Fui yo la que tocó dos veces la indicada y esperé respuesta. Cuando una voz masculina grave habló desde el otro lado de la puerta pronunciando un <Adelante> solté un pequeño suspiro antes de abrir. Un señor nos dedicó una cordial sonrisa, tenía una bata blanca bordada y el logo de la veterinaria sobre ella que eran las siluetas de un gato, cachorro y una ave.

Tomamos asiento en las sillas que estaban frente a su escritorio. Sabía que Amanda estaba nerviosa puesto que debía que actuar un poco y solo teníamos como excusa que ella deseaba saber si todo andaba en orden con Burbuja.