|2004|
Empece a dudar si leías la mente Alexander, pues solo te alejaste de mí, pero fue injusto ¿Sabes? Tenía que ser yo la que se alejara de ti, para sentirme fuerte y segura de mi misma, pero tu lo hiciste solo lograste que me sintiera peor conmigo misma.
Afortunadamente estábamos de vacaciones y no te tenía que ver diario, eso me mantenía un poco en paz, desde aquella noche sabía que algo no podía estar bien, desde mi punto de vista, porque esta más que claro que a ti no te importaba lo que sintiera y pasara conmigo y lo entendía.
Matt vino a mi casa en la tarde, para invitarme a una de sus presentaciones, la más importante para ustedes, sería en el bar mas grande del pueblo, me pregunto si ya me habías comentado sobre la presentación y negué.
"¿Realmente no me ves de alguna manera Alexander?" Ni si quiera como amiga
Dude mucho si ir a su presentación pero Alice quería verlos, acepte ir con ella. El lugar ya estaba repleto y todavía no empezaban, el escenario solo postraban sus instrumentos esperando, Jaime nos pidió repartir unos CD'S que habían decidido quemar, eran tantos espectadores que nos pedían más, pero ya no teníamos.
Jamás olvidare la manera en que subiste a aquel escenario, se notaba tu nerviosismo, tu sonrisa temblorosa que dabas a los espectadores, no sabía si eras un capricho para mí Alexander, mirabas a todo el publico, cuando me viste y posaste tus ojos sobre mí, sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, hiciste una medía sonrisa.
Todos cantaban sus canciones, y era raro que supieran perfectamente la letra, tu cara reflejaba confusión con alegría.
-¿Como saben las letras?.-pregunto Alice confusa
-Sus canciones están en MySpace, ¿No lo sabían?.-musito un tipo entre toda la multitud, que lo único que hacia era mover su cabeza y saltar al ritmo de la guitarra.
Cuando se termino la presentación, empezaron a festejar con el resto del público, te notabas muy feliz, tanto que estabas mas bromista de lo normal, empezaste a platicar con todos, excepto conmigo, no te acercaste a mi la mayor parte de la noche, quería irme y no volver a verte.
-Stella.-susurraste detrás de mí, salte del susto y reíste.
Estabas un poco ebrio aquella noche, y entendía que lo estuvieras, hablabas sobre cosas que realmente no tenían mucho sentido, solo reía de verte. Sacaste un cigarillo y me hiciste señas para acompañarte a fuera, para poder fumar.
-Me agradas Stella, es raro. ¿Sabes?.-pusiste el cigarillo entre tus labios, me limite a quedarme callada, ojala hubiera tenido mas alcohol en mi sistema, para poder explicarte porque me agradabas.
-A veces siento que me odias.-tiraste el cigarillo, me miraste fijamente.
"Ojala pudiera odiarte Alexander"
Reí por tu comentario y me quede callada, entonces tus manos tomaron mis mejillas, me miraste a los ojos un par de segundos, estabas divagando por unos segundos, me quede inmóvil, no sabía que hacer, me habías tomado desprevenida, como siempre.
-Necesito hacer esto, así que no me detengas, al menos que en verdad no quieras.-susurraste, tu aliento olía a cerveza y tabaco, respire hondo y entonces te besé.
Siempre recordé ese beso Alexander, siempre recordé la manera en que me besaste aquella noche, estoy segura que duro varios segundos, pero para mi fue un beso fugaz, cuando menos me di cuenta nos separamos.Entramos al lugar de nuevo, estaba muy feliz, entre tratando de encontrar a Alice para decirle lo que me había hecho tan feliz, te perdí de vista.
-He besado a Alexander.-susurre mientras Alice miraba hacía otro lado, no respondió y me moleste por un momento, pensé que no me prestaba atención.
-Es un idiota.-respondió y volteé a ver, y estabas ahí Alexander, besándote con Jordana, en frente de todos, ella sonreía y tu respondías de la misma manera.
-La idiota soy yo.-musité, mientras sentía una presión nada agradable en mi pecho, como si todas mis energías bajaran y desaparecieran. ¿Que difícil es ilusionarse a esta edad, cierto?
"Ayúdame a odiarte Alexander"
--GRACIAS POR LEER--
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|CORNERSTONE| [Alexander]
Romance2009 Los lugares a los que frecuentabas, tus escapadas y tus regresos durante los días de verano. Tan extrañable y tan adorable y quizás sea más que cierto: malgastamos nuestro tiempo al intentar encontrar alguien más y éste es tu lugar.