|2005|
Habían pasado de nuevo un par de días desde aquella noche, para ser sincera Alexander, no tenía muchas ganas de estar contigo, me sentía triste porque no sabía si en verdad me querías como yo te quería a ti.
Pero supongo que así es la vida, siempre uno termina queriendo más que el otro, había pensado en solo alejarme de ti, pero sabía que solo era una tonta idea, porque no podría.
"¿Por que a veces parece que no me quieres Alexander?"
Pero como siempre, era la misma tonta enamorada que podría hacer cualquier cosa por ti, terminaba cediendo a lo que querías, sabía que me estaba metiendo en un laberinto, sabía el camino para salir, pero no lo hacía, estaba perdida por ti.
Aquella tarde iba caminando para tu casa, me habías invitado a una cena, tus padres habían cumplido veinte años de casados, para ser sincera algunas veces soñaba con casarme contigo, vivir en los suburbios, una vida tranquila, tú como maestro de música y yo ni si quiera sabía que iba a estudiar.
-Me alegra mucho verte Stella.
Saludo muy amable tu madre, veía a mucha gente, pero éramos los únicos jóvenes en aquella fiesta.
-Gracias a Dios llegaste, estaba apunto de volverme un señor de cuarenta años.
Reí ante tu comentario, entonces solo estábamos ahí, tratando de conversar con aquellas personas que nos doblaban la edad y más, por un momento sentí que en verdad éramos una pareja con viente años de casados, hablando con sus viejos amigos de la preparatoria.
-¿Y Jordana?.-preguntó una señora, me tensé un poco al igual que tú, sabía que tu familia la conocían como tu novia, ni si quiera sabía en que modo estaba yo en aquella fiesta.
-Esta bien, pero le presento a Stella, una gran chica.-tomaste mi mano, la señora solo me dio una sonrisa cálida, me quedé callada, sabía que me había sonrojado.
El resto de la fiesta fue intensamente aburrida Alexander, la gente solo hablaban del trabajo, bebían pero se quejaban de la vida al mismo tiempo, uno que otro chiste jocoso se escuchaba en la habitación pero nada más.
-¿Como puedo pagarte este enorme favor?
Preguntaste mientras llevábamos los platos a la cocina, me quedé callada, pero había miles de formas con las cuáles podías pagarme, pero la más fácil era quererme hasta no poder.
-¿Por que no invitaste a los demás chicos?
-Porque arruinarían la noche, además no quería que vinieran.
Me acompañaste hasta mi casa, íbamos caminando a paso lento, hablando de como nos veríamos en veinte años, parecía que no te daba miedo el tiempo, bromeaste sobre los invitados de tu padre, ibas un poco molesto también porque todos decían que pensaras muy bien, que ibas a arruinar tu futuro, que tenías que regresar a la escuela.
-¿Crees que soy un mentiroso Stella?
Volteé confundida a verte, tratando de entender tu pregunta, lo medite un poco, pero creo que no eras un mentiroso, al menos para mi no, porque cuándo me decías "te quiero", te creía pero a veces sentía que no era así o quizás teníamos diferente definición de querer.
-No lo creo
-Entonces, si te digo que te quiero más que a otra chica, que realmente quiero estar contigo. ¿Me creerías?
-Así tú me dijeras que en la luna hay hoteles, te creería, así que si.
Me habías dado un sonrisa cálida, me sentía bien estando contigo Alexander, me gustaba escuchar tu lado más cursi.
-No quería que pensarás que no quería algo serio contigo, pensé que te iba a incomodar que tan pronto termine mi ultima relación empezara una contigo.
-No me hubiera sentido incomoda, solo me confundiste.
Alexander, hubiera agradecido que aquellas palabras las hubieras dicho antes, en realidad no sabías como movías mi cabeza, como influías en mi.
-Quiero que estés conmigo Stella, así que, ¿podrías dejar que este pobre guitarrista que tiene un poco de acné sea novio de una chica tan agradable y linda como tú?
Entonces estaba pasando lo que de alguna manera estaba esperando Alexander, me sentía como si estuviera en las nubes, todo lo que decían que parecía tan cliché, era cierto. Sentí un sentimiento agradable por todo mi cuerpo, como cuándo sabes que todo estará bien, sonreí. Sabía que eras mi gran amor, sabía que así pasaran los años, décadas así sería, sabía que quizás no iba a poder sentir lo mismo con alguien más.
-Esta chica agradable quiere estar con el chico guitarrista.-sonreí
Así fue como pensé que nuestro romance duraría más de lo que pudiera esperar, pensé que esto sería fácil, pensé que en verdad podíamos llegar a los cuarenta años, pero una vez más me había equivocado.
-GRACIAS POR LEER-
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|CORNERSTONE| [Alexander]
Romance2009 Los lugares a los que frecuentabas, tus escapadas y tus regresos durante los días de verano. Tan extrañable y tan adorable y quizás sea más que cierto: malgastamos nuestro tiempo al intentar encontrar alguien más y éste es tu lugar.