2004
Los días de Noviembre son demasiados fríos, pero era mi mes preferido, me gustaba ver en las mañanas la neblina que provenía de los bosques aledaños del pueblo, pero a pesar del frío seguías utilizando solo una sudadera y a veces una bufanda.
"¿Como es posible que soportes este clima Alexander?"
Desde aquel día que fuiste a mi casa ya teníamos una amistad que se iba desarrollando pasando las semanas, o al menos eso me gustaba pensar. En la mañanas no solo pasabas por Matt también por mi, así íbamos los tres para el colegio.
Era interesante como todos estos años siendo vecina de Matt nunca había entablado una conversación con él, me di cuenta que era un chico gracioso, amable.Lo más interesante era su amistad, parecían que fueran hermanos, pero tiene sentido si desde niños se conocen, desde ahí supe que sería muy difícil verlos alejados uno del otro.
En la escuela, te limitabas más en hablarme y lo entendía, no quería problemas con Jordana y tu tampoco lo querías, eran contadas las veces que me hablabas en el colegio, pero cuándo estaba Jordana contigo parecía que yo no existiera para tus ojos, pero sabía que eso era normal así como yo tenía ojos solamente para ti Alexander, tú solo tenías ojos para Jordana.
Nadie le puede quitar ese brillo que emana de su ser, me refería a Jordana, quizás por eso estabas enamorada de ella, porque tenía un toque que ni si quiera yo podía verlo en alguna otra chica.
"Que feliz te ves enamorado Alexander"
Un viernes en la mañana, como todas, baje a la entrada de mi casa, entonces te vi, pero no vi a Matt.
-Matt se jodió el pie en su partido de ayer, no irá al colegio.
No respondí, pero me lamente por Matt, pero me alegraba que ese día al menos no te olvidaste de mí, emprendimos el viaje al colegio pero ninguno decía nada, te notabas algo desesperado por el silencio.
-No he podido conseguir el DVD de la naranja mecánica.-dijiste sin dejar de mirar el camino, tu cabello castaño había crecido uno o dos centímetros.
-Yo lo tengo, no lo he visto, podría prestártelo.-dije y abriste los ojos como platos, no pude evitar reír ante ese gesto, me miraste unos segundos serio pero finalmente reíste.
-Veamos Stella.-miraste al cielo unos segundos, quizás pensando en que dirías.-Tu pones la película y yo pongo la casa. ¿Te agrada la idea?.-preguntaste, no dude en ningún momento, pero me quede callada un par de segundos y asentí.
-Perfecto, te espero en mi casa a las cinco, se puntual.-sonreíste y entonces comprendí que me tenías totalmente perdida por tus facciones tiernas pero misteriosas.
Me sentía feliz que cada vez me acercaba más a ti, quizás no de la forma que quisiera. Pero me sentía bien estando contigo.
Había llegado por fin la hora de irme a tu casa, le dije a Alice que iría a ver una película en tu casa, me dijo tantas tonterías que no paraba de reír. No entiendo porque es tan difícil creer que alguien va a ver una película acompañada en casa.
Caminaba nerviosa hacia tu hogar, había mucho viento helado, dos casas antes de llegar, mire a Jordana saliendo de tu casa, me pare en seco.
No quería llegar a interrumpir algo, pero entonces vi lo que nunca creí presenciar Jordana había perdido ese brillo, su sonrisa había dado un giro de 180° solo había gesto de tristeza y unas cuántas lagrimas en su rostro."¿Cómo le pudiste quitar ese brillo tan natural a Jordana, Alexander?"
Entonces le diste un abrazo que duro mas de un minuto, te alejaste y ella camino, solo entraste a tu casa sin ninguna expresión en tu rostro.
Me quedé helada, no sabía que hacer probablemente habían tenido una discusión y no quería verte molesto.Paso Jordana a un lado de mí, quitándose las lagrimas que recorrían su delicado rostro, su rostro reflejaba muchos sentimientos no deseados, puedo jurarte que sentí una necesidad de abrazarla, se veía tan destrozada que creí imposible que su brillo regresara a ella.
¿Eres un rompe-corazones, Alexander?
Así fue como me quedé 10 minutos parada en la calle, tratando de averiguar si lo mejor era regresar a mi casa y decir que se me había olvidado nuestro encuentro.
No sabía que hacer, fue mi culpa por querer llegar 20 minutos antes de la hora de encuentro, quizás así no hubiera visto aquella escena, después de eso debo de confesarte que me dio temor que hicieras lo mismo conmigo.
Decidí ir, tu semblante estaba bien y normal, me sorprendió que no mostraras un afecto ante lo que había pasado, tus ojos daban directo a la pantalla de tu televisor, tu atención estaba totalmente en la película, sin ninguna preocupación comías palomitas.
"¿Sí tienes sentimientos Alexander?"
Estaba desconcertada por las escenas no podía entender el fin de la película, trataba de entender la lógica pero no la encontraba. Ya me había desesperado un poco, sinceramente me sentía un poco incomoda.
-Esta tarde he terminado con Jordana.
**GRACIAS POR LEER**
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|CORNERSTONE| [Alexander]
Romans2009 Los lugares a los que frecuentabas, tus escapadas y tus regresos durante los días de verano. Tan extrañable y tan adorable y quizás sea más que cierto: malgastamos nuestro tiempo al intentar encontrar alguien más y éste es tu lugar.