D I E Z - D O S |2005|

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|2005| 

En un par de semanas me habías convencido que sentías lo mismo que yo con la misma intensidad, disfrutaba cada parte de ti que compartías conmigo, me sentía afortunada de estar contigo Alexander, me sentía como si en verdad solo existiéramos tu y yo en el mundo. 

"¿Nuestro amor puede ser testigo de todas las tardes de nuestras vidas Alexander?"

Me habías dicho que últimamente tenías una obsesión con escribir todas las noches, que a veces sentías que ya conocías todas las palabras que podían existir, sentías que lo que escribías era fácil de descifrar, así que opte por regalarte un diccionario.

Por un momento pensé que podrías burlarte de mí, no es algo usual que te regalen algo así, incluso pensé que te molestaría recibir eso como un regalo.

-¿Lees mi mente Stella? Me iba a comprar uno en un par de días; de verdad lo necesitaba.

Sonreíste cuando te lo di, no hiciste más que abrazarme aquella tarde, era divertido ver como veías aquel pequeño libro como un objeto preciado. 

-Lo empezaré a leer después de mi viaje.

Aquella tarde, me dijiste que el sello discográfico los citó en Londres, para poder hablar adecuadamente del trato que iban a hacer, solo serían un par de días, pues el viaje y el hospedaje se lo pagarían ustedes mismos pero fue interesante el cambio de tu rostro.

Aquel Viernes te fuiste con una sonrisa firme, tenías tanta emoción que no parabas de hacer chistes, sabías que eso podría cambiar tu vida, estabas dispuesto a hacerlo, jamás te había visto tan feliz y decidido Alexander.
 
El Lunes regresaste con una actitud normal, te veías distraído, aquella emoción había desaparecido por arte de magia, me tenía tan confundida, había cambiado tu semblante en un par de días, quería saber que había pasado ese fin de semana en Londres.

-¿Que ha pasado?

Pregunté mientras miraba tus gestos sin ganas, toqué tus manos y traté de darte una sonrisa que te transmitiera confianza.

-No me ha gustado su forma de querer hacer las cosas, además lo pensé bien. Le diré a mis padres que entrare a la Universidad aquí, creo que he volado demasiado lejos, mi lugar es aquí. 

Me quedé callada, cuando me dijiste que tu mismo habías dejado atrás tus planes, no sabía porque habías renunciado a lo que más amabas en tu vida, no sabía porque acababas de renunciar a tus sueños, algo había pasado en Londres, me temía que fuera por algo grave.

-Pero, tú...

Estaba apunto de repetirte las razones por las cuales debías seguir tus planes, sabías lo que diría, que me interrumpiste con un beso en mi mejilla, me sonreíste.

-Ya lo he decidido.

Esté era el inicio del desastre, que lamentablemente yo quise ocasionar, quiero que entiendas que lo hice por ti, porqué te quería más de lo que yo alguna vez imaginé.

--GRACIAS POR LEER--

|CORNERSTONE| [Alexander]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora