𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘 | frechip ; treinta días, terminada.

𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘 | en una cita

----- 𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘 -----
día cuatro

—¡No, no puedo quedarme a ayudarte, wey, estoy llegando tarde!—Chip decía, yendo de un lado a otro colocandose la ropa. Estaba llegando tarde a su cita con Freddy, quien estaba ya en casa listo, esperando por él a que llegue.—Lo siento, se me olvidó que hoy tenía mi cita con Freddy.

Se despidió de su amiga Hayley quien necesitaba ayuda con un trabajo. Yéndose corriendo a casa de Freddy. Llegando en unos minutos, tocando a la puerta, esperando a que Freddy abra y no esté molesto con él por haberlo hecho esperar tanto tiempo. Después de unos minutos, se abrió un poco, Freddy se asomó, su carita llena de lágrimas, nariz rojita por el llanto.

—¿Qué haces aquí? Pensé que ya no ibas a venir.—Habló, triste, no queriendo que Chip entre y lo vea, ya se había hasta cambiado de ropa, había llegado casi dos horas tarde a su cita, obvio estaba triste, pensó que ya no quería verlo.

—Lo siento, lo siento tanto, mi amor, no fue mi intención, se me olvidó, ¿Si? Y lo siento mucho por eso, no iba a dejarte solito ahora, llegué tarde... Pero llegué.

—Dos horas después...

—Pero llegué, mi vida.

Freddy estaba muy mal, no había dejado de llorar y había hasta pensado en llamar a Chip, llorarle y decirle de todo porque se había olvidado de él.  El menor lo dejo pasar al final, abrazándolo, llorando ahora menos, pero siguiendo triste.

—¿No quieres salir a cenar, mi amorcito?

—N-no...

—Se que debes de estar muy molesto conmigo, Freddy, y lo siento muchísimo, debí de poner un recordatorio que hoy teníamos una cita. Soy un pendejo recordando fechas, lo sabes.

Freddy rió suavemente, negando.
—N-no te preocupes.

—No, no, claro que me voy a preocupar, lloraste por mi culpa por casi dos horas, corazón. Mírate, tienes los ojitos hinchados y rojitos.

El menor se frotó contra el pecho del más alto, tratando de quitar lo rojizo de sus ojos, aunque eso tal vez lo haría más notable. Chip le agarró de sus mejillas, dándole un besito en la frente.

—Tengo una idea, mi amor, quédate aqui sentadito, yo iré a comprarte algo bonito para compensar lo tarde que llegue, después te llevaré a un lugar que vas a amar.

—¿Dónde?—Frotó su ojito derecho con su puñito, con un puchero también en sus labios.

—¿No quieres hacer tu propio osito de peluche, corazón? Será divertido.

Freddy sonrió con eso, asintiendo.

—Bien, ahora vuelvo, cosita preciosa, no tardaré nada.—Le dió un gran beso en la mejilla, yéndose de la casa para ir a buscar un regalo para Freddy.

Pasando por la florería de su prima; Christine Chicken, la de cabellos blancos estaba con su novia ahí arreglando las flores cuando ingresó Chip.

—Adivino, ¿Flores para Freddy?—Christine preguntó sin ver a Chip, siguiendo con el arreglo floral.—¿Llegaste tarde a tu cita con él, verdad?