𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘: Algo más.

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----- 𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘 -----
día treinta.

El menor sacando risas suaves con cada pequeño beso que se le era dado en el rostro, sus pequeñas manos sobre los hombros de su esposo, a veces llevando estás hacia el cabello del contrario para enredar sus dedos entre sus cabellos. Los dulces besos de Chip se sentían tan bien, se podía sentir todo el cariño, todo el amor que le tenía a su esposo con cada besito que caía en aquella suave piel. Freddy miraba atento a sus acciones, cómo le quitaba la ropa poco a poco cuando sus besos fueron bajando más. No dijo nada, solo dejó que lo hiciera, él solo iba a ver qué es lo que su amado hacía para satisfacerlo.

Era su primera vez en meses que iban a juntar sus cuerpos de esa forma tan íntima y satisfactoría. Freddy estaba algo nervioso debido a que había pasado un largo tiempo y su cuerpo, más en específico su interior ya no estaba acostumbrado a recibir algo, así que temía un poco, sin embargo, conociendo a su esposo sabía también que no iba a lastimarlo.

Al principio dolía, pero era un dolor normal que se pasaba con los minutos. Chip era suave y delicado al penetrar a su lindo esposo, moviéndose lento, dando cariñosas embestidas dentro de Freddy para hacerlo disfrutar. Freddy mantenía sus piernas en la cintura del otro, abrazandolo por el cuello, manteniendolo así cerca de su cuerpo, gimiendo en su oído con cada embestida que le daba. Su delgado cuerpo moviéndose, temblando y recibiendo grandes olas de placer a lo largo de su espalda, su pelvis también se sentía caliente; su miembro palpitando, dejando salir algo de aquel líquido blanco de su glande.

Abrazando la ancha y fuerte espalda de su esposo, arañando está para dejar sus marcas como siempre. Gimiendo más alto entre más rápidas se hacían las embestidas, jadeos calientes y sollozos de placer. Freddy temblaba en los brazos de su amado, apretando sus piernas al sentir que iba a venirse. No le gustaba venirse tan pronto, era inevitable aún así. Apretando el cuerpo de su esposo entre sus brazos y piernas con cada embestida dada. El miembro de su esposo entrando y saliendo, golpeando aquel lugar dentro de él que era tan sensible; su próstata siendo golpeada tantas veces, agresivamente estimulando ese punto en específico dentro de Freddy que lo hacía moverse entre los brazos del otro, sus jadeos continuos tras sus gemidos altos.

El agarre que tenía su esposo de su cuerpo le encantaba, se sentía tan bien. Era fuerte pero sin dejar de ser cuidadoso, repartiendo dulces besos en su rostro para hacerle saber por medio de estos que lo amaba. Freddy gemía, apretando sus labios al no querer sacar sonidos más altos, le daba pena después de tanto tiempo, ya no era tan sexualmente activo como antes por lo que le apenaba.

Estaban solos en casa, habían dejado a sus hijos en casa de Chica para poder tener un tiempo de descanso. Ese tiempo además de ser para descansar, también lo necesitaban para unirse de otra forma, decirse que se amaban sin necesitar palabras. Las caricias y besos de Chip le decían todo, le agradaba eso. Freddy también le dejaba pequeños besos temblorosos en la mejilla antes de apretarle más el cuerpo por el orgasmo que sentía en su cuerpo.

— M-mmh... — Freddy sollozó, moviéndose debajo del gran cuerpo de su esposo, arañando la espalda de este con sus largas y cuidadas uñas. Chip se quejaría después del increíble y doloroso ardor en su espalda por lo mismo, pero en el momento no lo pensaba, solo quería seguir disfrutando del cuerpo de Freddy, de hacerlo sentir bien.

Chip le daba cortos besos en los labios con una sonrisa, manteniendo sus manos a cada lado del cuerpo de Freddy ahora sobre la cama. El menor reía suave con los besos, pasando sus manos sobre los brazos de Chip, acariciando y apretando.

— ¡M-mm-ah! ¡Ah~! — Freddy se corrió, subiendo sus caderas por instinto, haciendo que un poco del miembro salga de él. Bajando sus caderas para volver a meterlo hasta la base, sonriendo en satisfacción.

Su interior estaba sensible por todas las embestidas que le daba, el roce del falo con sus paredes internas era suave y rudo de repente. Freddy comenzó a moverse en la cama, sintiendo una gran sobre estimulación en su próstata. Sus piernas moviéndose de un lado a otro, intentando colocarlas en frente de Chip, pero este las agarraba para mantenerlas separadas.

— No, no, no cierres tus piernas, mi amor. — habló en susurro cerca de sus labios, besándolo. — quiero verte temblar, pequeño.

Las embestidas dieron lugar a ser más rápidas y fuertes, causando temblores en el cuerpo de Freddy, sus piernas temblando demasiado por la sensación en su interior. El cosquilleo en su pelvis y abdomen dandole a saber que podría venirse una segunda vez. Bajó su mano por su abdomen para agarrar su miembro duro y palpitante, acariciando el glande con sus dedos, tocando ligeramente y frotando después con su dedo.

Chip miró hacia abajo como Freddy frotaba su glande con sus dedos. Era algo nuevo, Freddy no era de tocarse, siempre se lo dejaba a él en caso de que Freddy se lo pida. Siguiendo embistiendo el estrecho interior del menor, cada vez siendo más constante y fuerte, hasta que en una de esas tantas embestidas, se corrió dentro.

Freddy cerró sus ojos con fuerza, jadeando. La sensación del semen de su esposo llenando todo su interior era increíblemente buena. Hacia tiempo que no lo sentía tan profundo dentro. Después de su último hijo siempre tenían sexo con protección, Freddy no se quejaba puesto que ya no quería más bebés y además estaba cansado de tener que tomar sus pastillas.

Chip decidió desde ese día usar condón con Freddy para dejar que descanse de las pastillas. Ahora parecía que Freddy debía de volver a tomar una.

— Lo siento... — Chip se disculpó al darse cuenta.

— No, no, no te preocupes. — Freddy respondió de inmediato con una sonrisa, agarrándole de las mejillas para darle un beso en los labios. — me gusta... Se siente bien. — susurró, moviendo sus caderas para sentir el miembro rozar más con él, causando un sonido húmedo.

Chip sonrió, abrazándolo para acostarse en la cama a un lado de él sin dejar salir su miembro, siguiendo abrazado a Freddy acostados ambos de lado. Freddy le dejaba suaves besos en los labios col una sonrisa mientras le sostenía de las mejillas. Chip solo disfrutaba.

— Te amo. — Freddy susurró al final, mirándolo a los ojos.

— Yo también te amo, mi angelito. — respondió, dando un beso en sus labios para después quedarse en la cama a darse cariño, besos y caricias, palabras bonitas entre medio con suaves risas.

— Chip...

— Dime, corazón.

— Tengo hambre. — Freddy se quejó.

— Ah, es cierto. No te di tiempo para cenar antes, mi amor. — rió al final, saliendo de Freddy con cuidado, causando un chillido en el menor quien solo tembló unos segundos al sentir su interior vacío. — Ven, primero vamos a bañarnos y después preparé la cena, ¿Está bien?

Freddy asintió sonriendo, siendo cargado en brazos para ser llevado al baño.

Por lo menos tendrían el resto de la noche solo para ellos.

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𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘 | frechip ; treinta días, terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora