Capítulo 8

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Me despierto por el peso que siento en mi cintura. Veo hacia abajo y me encuentro el brazo de Connor que me rodea. Volteo sin despegarme de él y en cierta forma me da ternura lo lindo que se ve dormido. Su pelo estaba un poco despeinado, sus labios entreabiertos y podía sentir su tranquila respiración.

Que te sucede Meg. No lo veas así.

Trato de dejar de mirarlo, pero mi vista se va directamente a sus labios, cálidos y suaves, esos que me besaron por primera vez. Una sensación extraña hace querer sentirlos nuevamente. La verdad es que no me opondría.

Sacudo mi cabeza dejando mis pensamientos al lado y decido despertarlo.

– Connor, despierta – le digo, pero al ver que ni se inmuta, paso mi mano delicadamente por su mejilla, y el al sentir eso, se va despertando poco a poco.

– Qué pasó – dice sobándose sus ojos tierna mente.

Meg...

– Nos quedamos dormidos viendo la película. No preguntes como terminamos así porque yo tampoco lo sé – digo viéndolo.

– ¿Qué día es? – pregunta todavía con los ojos cerrados.

– Tampoco es que nos hayamos pasado días durmiendo – exagero y tomo mi celular para ver la fecha – Es 23... ¡No! ¡23! ¡Tengo que hacer las compras! – me alzo como un resorte del sofá.

– De que hablas – pregunta confundido.

– ¡Las compras de Navidad! Siempre pasamos Navidad con los chicos del tour y nuestras familias, los que pueden obviamente ¿A caso Shawn no te lo dijo? – explico recogiendo algunas cosas de la mesa.

– Si, pero lo olvidé completamente. ¿Vas a hacer las compras ahora? – dice todavía un poco adormilado.

– ¿Me quieres acompañar? – propongo.

– Te lo iba a decir. No tengo idea de que regalarles.

Llegando al centro comercial, vamos juntos tienda por tienda para ver qué cosas regalar. Le doy mi lista de personas a las que debo comprar a Connor así él también va comprando. Mientras caminábamos, él me iba preguntando qué cosas le podía comprar a los chicos.

Después de bastantes horas caminando y comprando, ya tengo todos los regalos, menos el de Connor, que se lo pienso comprar cuando esté pagando sus cosas o cuando se vaya a ver algo, ya que quiero que sea una sorpresa, y tengo algo en mente.

Mientras nos sentamos a comer algo, saco la lista de mi cartera y voy apuntando las cosas que les compré a los chicos.

A Shawn le compré una casaca de Denim, a Brian una casaca de cuero, a mis padres un vino Chianti Classico Reserva, a Karen y a Manuel un Brut Champagne Dom Perignon, a Aaliyah un par de lentes de sol de Chanel, a Andrew una taza que dice "The Boss", a Geoff un tocadiscos antiguo, a Jake un par de lentes de sol Ray-Ban, a Josiah varios lentes para cámara, a Mike alguna que otra cosa para sus baterías y para Zubin alguna que otra cosa para sus guitarras.

Lamentablemente los demás chicos no han podido asistir, por eso mi lista se limita ahí. Cuando terminamos de almorzar, Connor me avisa que se va al baño y le digo que nos encontramos en Starbucks. Apenas lo veo entrar al baño, tomo las compras como puedo y voy corriendo velozmente a comprar lo que tenía en mente.

Al entrar a la tienda, me dirijo hacia "Atención al cliente", esquivando a una que otra persona con las bolsas en las manos.

– Disculpa, ¿sabes en que pasillo puedo encontrar una buena cámara que haya sido lanzada recientemente? – le pregunto a un chico que trabaja en la tienda.

– Claro, en el pasillo 6 puedes encontrar las mejores marcas de cámaras lanzadas esta semana.

– Gracias.

Corro por el pasillo rápidamente tratando de leer las características de los miles tipos de cámaras, hasta encontrar la indicada, tomo la caja entre mis manos y voy corriendo a la caja. Pago, lo envuelven en papel de regalo, lo meto al resto de las bolsas que compre y voy directamente a Starbucks.

Al entrar agradezco que no hay muchas personas haciendo espera y me pongo en la linea de pedidos para comprar nuestros cafés.

– Ya estoy acá. Me perdí un poco. Es la primera vez que vengo acá, te iba a decir que me esperes. – dice Connor con la respiración acelerada y hace un puchero, lo cual me causa gracia.

– Dime que te vas a pedir – le digo mientras avanzamos en la fila.

– Probablemente solo un americano – dice con las manos en sus bolsillos viendo el menú.

Cuando llegamos a la caja hacemos nuestros pedidos.

– Hola, quiero un Vainilla Latte venti con hielo y un shot extra de café, por favor – le digo a la cajera que solo se ha limitado a ver a Connor por todo este tiempo. Al terminar mi pedido, esta lo apunta.

– ¿Y tú, deseas algo guapo? – le dice la cajera sonriendo y coqueteándole a Connor, lo que me provoca un poco de celos.

¿Un poco?

– Un café americano alto, por favor – responde Connor completamente indiferente, notando el comportamiento de la chica.

– ¿Nada más?

– Creo que nada más. ¿Algo más que quieras, cielo? – me pregunta pasando su brazo derecho por encima de mis hombros.

– Nada más cariño, gracias – le digo dejándole un beso en su mejilla siguiéndole la corriente.

– Serian 8 dólares – dice la cajera amargamente presionando ruidosamente las teclas de la caja.

Saco la billetera de mi cartera, saco mi tarjeta de crédito y se la extiendo a la cajera, pero Connor me la saca de las manos y extiende la suya.

– Hey, quería invitar yo – regaño.

– Nada de eso, hoy invito yo. Será para la próxima. – me dice después de pagar, guardando su tarjeta en su billetera y extendiéndome la mía.

– Gracias – le digo guardando mi tarjeta en la billetera y esta mi cartera.

– No hay de que – dice guiñándome el ojo y entregándome mi café para después salir e irnos al auto.

Fallin'All in You | Connor Brashier |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora