34. RK900

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Antes de empezar quisiera advertir que este OS no es como lo usual, esta compuesto por una historia que da inicio pero luego de esta una serie de escenas le siguen las cuales no son completamente lineales y se desarrollan en un tiempo distinto, sin más que decir espero que a quien pidio un RK900 tierno le gustara mi intento ;v;. Ah, y quien capte las referencias (yo les digo si estan correctas o no) se ganara un premio, leed más abajo para moar.

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Estabas corriendo a toda velocidad por el centro de la ciudad de Detroit, a pesar de estar en invierno tan solo usando un chaleco sin mangas de cuello alto y unos pantalones militares cualquiera creería que resbalarías por lo congelada que estaban las calles, sin embargo esto solo aumentaba tu movilidad ya que para ti el hielo era tu hábitat natural tras haber jugado hockey durante tu adolescencia.

Fue en una bajada en la que te deslizaste y dándote impulso antes de llegar te lanzaste sobre el ladrón que habías estado persiguiendo sentada sobre su espalda tomaste tus esposas y las amarraste a las muñecas del delincuente.

—La cosa funciona así, cuando un policía te grita "Detente" es porque debes detenerte —Dijiste colocándote de pie y arrebatándole el bolso para ponerte de pie.

Escaneando su rostro pudiste ver que tenía pendiente dos arrestos por asalto y robo, a jaloneos lo arrastraste hasta la patrulla.

En un mundo donde los androides aprendieron a sentir, los humanos comenzaron a reemplazar sus partes con maquinaria, no era inusual ver a una persona con las cualidades únicas de un androide, esto comenzó luego de la revolución ya que los androides fueron reconocidos como criaturas inteligentes los humanos se vieron inferiores por lo que la idea revolucionaria sobre prótesis cibernéticas comenzó a ser aceptada por la gran mayoría, parecía un cuento sacado de un libro de Isaac Asimov.

Una vez dejaste al delincuente dentro de la patrulla una mujer se te acerco pidiendo su bolso de vuelta entregándote a cambio una chaqueta de cuero tipo ochentera que te habías comprado en una feria hacía ya varios años.

—Muchas gracias oficial —Agradeció la mujer a lo que alzaste la mano y te metiste en el vehículo.

Otra cualidad que había surgido producto de las prótesis y gracias a estas mayoritariamente eran los reflejos inhumanos que hacían todo ir más rápido, desde conducir o realizar cualquier tarea que fuera cautelosa.

Una vez en el departamento te estacionaste y sacando al ladrón lo dejaste en una celda para luego ir a la sala de descanso a por un café.

—Día difícil ¿eh? —Oíste la voz de Reed a tus espaldas mientras esperabas por tu café.

—¿Cuándo ha sido este trabajo sencillo? —Cuestionaste volteándote con calma empezando a beber.

—Tu escritorio esta hecho un desastre.

—No eres quien para hablar —Reclamaste saliendo del lugar con una ligera sonrisa en tus labios.

—Como usted diga, sargento. —Dijo Gavin haciendo un saludo militar.

Ya en tu escritorio mascullaste una maldición antes de sentarte a leer los folios frente a ti, dejando escapar un suspiro de cansancio al solo pensar cuanto te tomaría.

Maldita procrastinación.

—Sargento. —Alzaste la mirada topándote con Connor quien te observaba tranquilo, utilizando una camisa azul con un chaleco sin mangas de color negro que lo hacia ver sumamente formal. —Me parece que el capitán Fowler requiere su presencia en su oficina.

Detroit Become Human  [Finalizada] 【Escenarios & One-shots】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora