¿Porqué? ¿Qué hice mal? “¿Qué salió mal?”
Ella aún no podía creer lo que había acontecido en la playa; sola, herida, empapada hasta las orejas y casi descalza, así es como trataba de volver a casa, sola y en medio de la penumbra de la noche, su teléfono se había estropeado así que era una mala idea tratar de llamar a un taxi y a estás horas los turistas y la gente no suele transitar por la playa. Así que estaba sola, sola y herida, en su mente aún estaba esa repulsiva escena de su amado chico siendo tan dulce con ese joven que se parecía demasiado a ella ¿Quién era? ¿Cómo se atrevía a aparecer y estropearlo todo? Y más importante, a robar su vida entera.
— Los odio...
Sollozó entre lágrimas amargas y su voz temblorosa esas dos pequeñas palabras, sin saber que con ellas había sellado completamente su destino.
— Quisiera hacerlos pagar por todo ésto; yo no hice nada malo.
Sin siquiera saberlo, alguien sus súplicas había oído, alguien estaba interesado en ayudarla, alguien que es capaz de levantar el caos y peleó contra Athena en una ocasión.
Pero ella estaba pasando mucho frío como para darse cuenta de la imponente presencia que la estaba siguiendo, era demasiado su odio que no se había percatado de la sombra que avanzaba lentamente detrás de ella por cada paso que daba.
Finalmente y luego de desorientarse un poco, logró llegar a casa; por fortuna no había perdido las llaves o esté sería completamente el peor día de su vida.
Tan pronto como entró arrojó su único zapato al suelo y caminó hasta el baño; observó su imagen en el espejo del botiquín, su maquillaje estaba corrido y su ropa estaba tan empapada que podía notarse su ropa interior.— ....
Ésto avivó más sus sollozos y con mucha furia golpeó el espejo cortando su mano en el proceso, pero el dolor se su corazón dolía aún más que una herida física. Prefirió tomar una toalla y salir de ese baño, después limpiaria los trozos de cristal.
Entró a su habitación y retiró el vestido mojado, lo arrojó al suelo y procedió a cambiar su ropa interior, después colocó la toalla alrededor de su cuerpo y subió a la cama para ir a una esquina de la misma a llorar amargamente.
— No te preocupes, todo estará bien...
Habló una voz desde la penumbra de su habitación, pero ella estaba demasiado triste como para alzar la mirada hacia el origen de esa voz.
— ¿No te gustaría hacerlos pagar por cada una de tus lágrimas caídas?
Preguntó nuevamente esa voz, esto llamó la atención de la chica que alzó su mirada esmeralda hacia la puerta de la habitación, su vista se trató de enfocar en la figura que había en el marco de la puerta.
— ¿Quién eres? ¿Cómo entraste?
Preguntó la chica, desgraciadamente no tenía su armadura a la mano, pues había percibido un cosmos maligno y poderoso, casi como el de un Dios.
— digamos que sé quién eres, te conozco y sé todo lo que hiciste para llegar a donde estás, soy tu amigo.
— ¿Amigo? ¡Muéstrate en este momento!
Exclamó Shaun con furia, con o sin armadura estaba dispuesta a pelear.
— No seas tonta, te aclaro que no soy cualquier person, yo soy Hades, Dios del inframundo.
— ¿¡Hades!? ¿¡Y porqué un Dios como tú está dispuesto a ayudarme en un problema amoroso!?
Preguntó la chica exaltada, la sorpresa de saber con quién estaba lidiando fue demasiado para ella.
— Digamos que tus ex amigos ahora tienen a alguien a quién he estado buscando desde hace siglos, creo que lo has visto, el joven de mirada pura que estaba con cisne y fénix.
— ¿Qué hay con él? Es sólo un usurpador sin importancia.
Preguntó la chica dejando en claro su desagrado hacia el chico desconocido.
— Eso no es importante, sólo te pido que me lo entregues, tráelo ante mí y yo te devolveré aquello que acabas de perder está noche.
De pronto Shaun sintió un escalofrío horrible recorriendo su cuerpo, una brisa de aire tan frío la golpeó de repente y una voz masculina, casi ronca y escalofriante susurró aquellas palabras que la hicieron caer en la tentación.
— te devolveré tu vida...
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Nightmares - Shaun vs Shun x Hyoga
FanfictionSecuela de ''Frente a ti''. - no te preocupes, todo estará bien... Una voz habló desde la penumbra de su habitación, pero ella estaba demasiado triste como para voltear a ver.