Nightmares - Shaun vs Shun x Hyoga

01

— mi vida...

Susurró esa palabra, tan despacio y tan suave que ni siquiera los grillos podrían oírla, estaba seducida por las palabras de la figura espectral; sin embargo, es significaría traicionar a su Diosa, su armadura, al santuario ¿Realmente valdría la pena echar a la basura todo lo que había logrado?
Shaun lo tuvo que meditar cuidadosamente, decisiones así no podía tomarlas a la ligera, estaba metiéndose en terreno peligroso para una simple mortal como ella.

— Entonces... ¿Qué dices bella señorita? ¿Tenemos un trato?

Ella miró fijamente los ojos rojos de la cosa que estaba frente a ella, los ojos de esa aparición brillaban como dos rubíes iluminados por la más brillante luz, pero el brillo que emanaban transmitían incomodidad y desconfianza.

Tuvo que pensarlo una última vez, y como si fuera una mala pasada de su subconsciente, a su mente vino una vez más la imagen de su amor platónico siendo tan dulce y cariñoso con una mala copia suya ¿Porqué? No tiene sentido, él siendo prácticamente una calca lo prefirió por encima de ella. El dolor de la traición de la persona que más había amado en silencio todos estos años y la persona que juró proteger su sonrisa pesaban en su alma, difícilmente podría olvidar esta apuñalada por la espalda.

— trató hecho...

Frunció el seño y alzó su mano ensangrentada hacia la aparición, una ligera nube de humo negro cubrió toda su mano y entonces sintió un fuerte dolor, era insoportable, como si su mano ardiera en llamas pero desde su interior; ahogó un gemido de dolor y en vano trató de liberarse del agarre de esa nube de humo, pero todo intento era inútil, era como si su mano estuviera bien sujetada por algo que no pudo identificar, y de pronto, el dolor se detuvo, pero la nube de humo seguía sujetando su mano.

— te he prestado sólo una pequeña parte de mis poderes, úsalos bien.

Y así, en un parpadeo la cosa que había estado en su habitación se esfumó en el aire como si de vapor se tratara, quedó sola una vez más, observó su mano y notó que no había rastros de sangre en ella, ni cortadas ni cicatrices, como si nunca se hubiera lastimado.

— Hyoga, hermano, no se preocupen, voy a recuperar nuestras vidas.

Esbozó una pequeña sonrisa y miró hacia su mesita de noche, allí había una pequeña foto de ella misma de bebé siendo sostenida por su hermano, sus memorias de haber conocido a Hyoga quedaron guardadas en su memoria; siempre lo consideró como un alma rebelde, un chico frío y sin sentimientos incapaz de sentir empatía por los demás; que equivocada estuvo cuando se enteró que eso era solamente una fachada y fue ahí cuando finalmente lo comenzó a ver con otros ojos, no como un compañero, tampoco como otro hermano, algo más... Algo difícil de explicar, pero era un hermoso sentimiento y a la vez dolía tanto al ser incapaz de expresarlo.

— ¿En donde esta mi final feliz? ¿Qué hice mal? ¿Porqué me toca sufrir así?

Aquella sonrisa de maldad se borró de su rostro y una expresión de tristeza adornó sus finas facciones.

— Yo siempre obedecí, jamás desee nada más que la paz, y esperé con paciencia mi momento de ser feliz, pero entonces ¿Porqué tuve que ser traicionada de esa manera?

La voz se le cortaba por cada palabra que de sus labios trataba de salir, las ganas de llorar fueron más fuertes que ella y una vez más dejó que la tristeza la invadiera.

— jamás contemplé hacer el mal, pero si eso es lo que necesito para recuperar mi lugar en está historia, entonces en mi no habrá piedad... Toda la culpa es de él, él debe pagar por esto... Debo acabar con Shun de Andrómeda.

Pronunció su nombre con dificultad, como si el simple hecho de mencionarlo le causara náuseas.
El cabello de Shaun de pronto comenzó a decolorarse, cambiando lentamente a un tono rojizo como la sangre misma y sus ojos, antes verdes y vivos, ahora parecían carentes de todo brillo, estaba muertos y sin vida, ella ya no parecía tener el brillo de antes, estaba “muerta”, no literalmente, pero su apariencia parecía la de un muerto.
Una extraña energía recorrió su cuerpo, su cosmos ardía y se sentía llena de energía, los poderes de Hades lentamente iban manifestándose en su cuerpo.

— es hora de la cacería...