Nightmares - Shaun vs Shun x Hyoga

Final

El momento había llegado, su vida lentamente se fue consumiendo con esos intentos por liberarse de la ilusión de Ikki, Hades sonrió complacido al ver a la chica finalmente como un alma.

— Es hora que el verdadero juego empiece. Ahora como parte de tu castigo, a pesar de estar muerta podrás seguir experimentando el dolor, el cansancio, el hambre y la sed.

Dijo Hades, quien después de dar dicha sentencia dejó absolutamente todo en manos de sus jueces y espectros.

Shaun solamente miraba y oía sin reaccionar, sabía que esté era su castigo, estaba donde merecía estar y mientras ella estaba por entrar a su sufrimiento.

— entonces es está la cosa que trató planeaba matar a mi señor Hades y convertirse en Diosa

Minos tomó a la chica con sus hilos para alzarla en el aire, ella miraba al juez sin reaccionar.

— tenemos órdenes directas de hacer lo que queramos con ella

El juez de Garuda miraba de arriba abajo a la chica, con todas sus fuerzas arrancó la ropa de Shaun dejándola completamente desnuda, ella entonces reaccionó y comenzó a quejarse y trató inútilmente de liberarse.

— ¡No! ¡Por favor, no!

Suplicó la chica con miedo, sabía de lo que serían capaces de haces esos dos.

— déjense de tonterías y llevenla a su primer castigo

Intervino Radamanthys, los dos jueces miraron con molesta al juez de Wyvern, pero finalmente le hicieron caso.

Aiacos tomó a Shaun del cabello y sin nada de delicadeza comenzó a arrastrarla por todo el inframundo, Shaun pataleaba y luchaba por liberarse, pero todo era inútil, solamente se detuvieron al estar frente al anillo exterior del séptimo círculo del infierno.

— Lune ¡Ven acá!

Minos llamó a su más fiel subordinado, quien llegó rápidamente hacia donde estaban ellos con su látigo en manos, los jueces de Griffon y Garuda tomaron a la chica por los brazos de tal manera que le diera la espalda al espectro.

— no te detengas hasta que su columna vertebral quede expuesta

Le ordenó Minos quien sostenía fuerte a la chica para que no escape, Shaun lloraba y suplicaba que no lo hicieran, pero entre más lloraba ellos más se divertían y Lune se mostró completamente indiferente ante las súplicas de la esa chica.
Shaun podía sentir cada golpe en su espalda, podía sentir como la piel se le iba poniendo roja, como el cuero de ese látigo desgarraba su carne sin piedad, pero no podía defenderse, solamente podía observar aquella piscina de sangre hirviendo frente a ella, como varias almas luchaban para escapar y como los demonios y espectros les torturaban para que retrocedieran, jamás había visto tanto sufrimiento en su vida, sus gritos de dolor eran silenciados por los gritos de desesperación de aquellas almas que al igual que ella estaban cumpliendo su castigo.

— ¡Ah! ¡Paren! ¡Me duele!

Gritó la chica al sentir como la sangre escurría de su espalda, Minos sonrió al ver esa bellísima piel de porcelana maltratada y desgarrada, cubierta de sangre y como Aiacos le ordenaba al espectro de Balrog que no se detenga que siguiera, que descargue toda su ira sobre ella.
Lentamente fueron expuestos los músculos de la chica, la carne viva que palpitaba y sangraba, Lune siguió azotando a esa chica hasta que notó como sus huesos quedaban expuestos y como la sangre había manchado casi por completo el cuerpo de la chica.

— Buen trabajo Lune. Y usted su majestad, aquí está su baño real

Entre ambos jueces lanzaron a Shaun al río de sangre hirviendo, ella gritó de dolor al sentir el líquido rojo quemarle las heridas y la piel, trató de escapar de ahí pero otros espectros rápidamente la detuvieron lanzándole ataques y piedras para obligarla a permanecer dentro de esa sangre.

— ¡Por favor! ¡Déjenme salir! ¡Por favor!

Suplicó la chica, quién fue condenada a permanecer en esa sangre mientras que Lune se encargaría de azotarla cada vez que sus heridas sanen, así hasta que la condena fuera cumplida, 3,000 años de lo mismo.

Finalmente 3,000 años habían pasado y Shaun fue retirada de la sangre, ella suspiró de alivio al ver que el sufrimiento había terminado; pero pronto sus palabras fueron calladas cuando un espectro la arrojó a un desierto de arena ardiendo, su cuerpo se sentía tan pesado que le era imposible moverse, solamente podía permanecer recostada sobre la arena que eternamente ardía y como su cuerpo entero era bañado en una lluvia de fuego, ella no podía hacer más que gritar de dolor, gritar y suplicar por piedad, el hambre y la sed eran cada vez más insoportables, su garganta se secó y pronto ya no podía hablar y las fuerzas la abandonaron por falta de alimento, sólo rogaba por ponerle fin a su tormento, sabía que estaba muerta, pero aún así suplicaba poder morir una vez más para liberarse de tan cruel sufrimiento.

Finalmente la condena fue cumplida, Thanatos fue quien se presentó ante ella y con cuidado la tomó en sus brazos, ella no podía entender porque tanta amabilidad de parte del Dios de la muerte, pero estaba agradecida por haber detenido su sufrimiento.

— llegó la hora

Habló con calma el Dios de la muerte, quién la llevó ante el muro de los lamentos, lo abrió y de un momento a otro ya estaban en los campos Elíseos, Thanatos la dejó en el suelo y sobre ella puso una manta para cubrir su desnudez, ella observó maravillada el hermoso paisaje, las aves cantaban, el césped bajo sus pies era como una alfombra de terciopelo, el aire olía a flores frescas y a lo lejos podía oír el dulce cantar de las doncellas, Shaun dió unos pasos hacia los campos Elíseos y cerró los ojos para intentar disfrutar del momento, disfrutar estos momentos de paz y olvidar el dolor de su cuerpo, la sed que quemaba su garganta y el hambre que le atormentaba.

Pero justo en ese momento, Thanatos colocó una mano sobre el hombro de la chica, ella miró con angustia al Dios quien le sonreía con cierta malicia.

— el tiempo ha terminado, espero que lo hayas disfrutado porque es la última vez que lo verás

Y el hermoso paisaje frente a sus ojos desapareció, de nuevo estaban en el infierno, la manta que la cubría se había convertido en sangre y de nuevo fue arrastrada por el cabello por todo el inframundo hasta llegar al noveno círculo.

— aquí es donde verdaderamente permaneceras, espero que no seas alérgica a los perros, porque a Cerberus le encanta masticar las almas

Y finalmente fue arrojada al mar congelado del noveno círculo, pero ahora ya no tenía fuerzas para gritar, ya no tenía la voluntad de luchar y solamente le quedaba resignarse y cerrar los ojos para cumplir su última condena. Toda la eternidad bajo el hielo del noveno círculo, el ambiente era tan frío que sus lágrimas se cristalizaron tan rápido que se convertían en pequeñas navajas que desgarraban sus ojos.